Visto que el post sobre el supuesto contagio ha levantado cierta polémica, tengo que aclarar dos cosas; en primer lugar que el problema es que no hay información sobre causas, circunstancias ni absolutamente nada sobre la primera causa de muerte externa en España. Esto no quiere decir, evidentemente que la crisis económica, (o los desahucios), sean la principal causa de los suicidios.
Poniendo un ejemplo que podamos entender, con los accidentes de circulación sí hay información y existen varias causas de accidentes, (consumo de alcohol, salidas de vía…), de tal forma que se puede analizar cuáles son relevantes y sobre todo actuar sobre ellas.
Ahora bien, de todos estos temas no se habla por el supuesto efecto contagio que viene apoyado en varios estudios, (se habla de un buen número de ellos), y sobre todo por una serie de datos que se repiten una y otra vez para imponer a los medios de comunicación una serie de condicionantes en la información. De hecho, curiosamente he encontrado un cierto parámetro en todos los datos referidos. Vamos por partes.
Parece que toda esta normativa introducida en los libros de estilo de los periódicos viene derivada de unos sucesos en Viena, ciudad en la que supuestamente entre 1983 y 1986 se informó de un incremento, (es importante entender que no se dan cifras en ningún lado), de suicidios en el metro de Viena. A partir de las supuestas recomendaciones de la asociación austriaca de prevención del suicidio, parece ser que cesaron los suicidios por este método. Lo curioso es que, aunque tuviésemos algún dato, podríamos concluir que la publicidad puede influir en el método de suicidio. Parece muy desventurado sacar conclusiones respecto a la relación entre suicidios y prensa basado en los suicidios en el metro de Viena. Sobre todo porque resulta que los suicidios en el metro se hubiesen reducido por distintas razones, incluida una mayor vigilancia que llevase a escoger otro método.
Pero por si acaso lo que podemos es recopilar los suicidios en Viena, en esta época, que son datos de los que disponemos gracias a su oficina estadística:
Y si nos vamos acerca del período 1983-1986, lo que podemos hacer es mirar la estadística entre 1978-1991, que surge de considerar los cinco años anteriores y los cinco posteriores:
Otro de los argumentos usados normalmente para apoyar la existencia de este efecto es que en Agosto de 1962, coincidiendo con el suicidio de Marilyn Monroe, se incrementaron los suicidios un 12%. No he logrado encontrar los datos de suicidios en Estados Unidos, pero lo primero que tenemos que entender es que una variación mensual de una variable como esta no es desde luego indicativa de absolutamente nada. Por ejemplo, me gustaría llamar la atención sobre la evolución mensual de los suicidios en España entre los años 1980 y 1999.
Pues echando unas cuentas rápidas, tenemos 277 variaciones mensuales; en 44 ocasiones hemos encontrado subidas mensuales superiores al 12% y en 39 hemos obtenido caídas superiores al 12%; Dicho de otra forma, en uno de cada 3 meses tenemos una variación superior al 12%. Por tanto, el incremento del 12% del mes de agosto de 1962, se puede explicar en función de numerosas causas, antes que atribuirlo a un suicidio que curiosamente nunca se ha confirmado como tal. Por cierto, no hace falta ser un experto en estadística para entender que las variaciones mensuales no son representativas en ningún caso, pero mucho menos en casos de valores pequeños, (muy sujetos a variabilidad).
Otro ejemplo normalmente mencionado está en el resultado de la publicación del libro Final Exit, y la conclusión de que el número de suicidios por asfixia, (que era el método de suicidio más recomendado en el libro), se incrementó un 313% en New York, (curiosamente ahora miramos un año en lugar de un mes, y en un sitio concreto) , que es un dato espectacular, sino fuese por el hecho de que pasaron de 8 a 33. Se hace constar que un 27% de los casos (entiendo que en total 9), tenían el libro referido. Más allá de la representatividad, parece lógico otra vez que el libro ha influido sobre el método, entendiendo que es posible que una persona que busque una forma determinada de suicidio, buscará información sobre las distintas formas, pero esto es muy distinto a concluir que la publicación de un libro que informa sobre los métodos de suicidios, produce suicidios.
No soy psicólogo, ni lo pretendo, pero tengo conocimientos suficientes de estadística para entender que todos y cada uno de los datos que nos dan son absolutamente irrelevantes para formar una opinión mínimamente seria, o que sea capaz de competir con una ciencia de la numerología que busca coincidencias con todo tipo de números para acabar explicando una hipótesis.
Pero incluso, aunque el efecto existiese e incluso aunque los datos fuesen concluyentes, lo que no tiene sentido es que por el hecho de que un año 25 neoyorkinos se axfisiasen, olvidemos todos los suicidios del mundo.
Por supuesto, lo de los 200 estudios, o los 50 estudios o lo que se quiera que demuestren algo, valdrá algo, si alguien de repente me dice donde se pueden encontrar conclusiones algo mejores que estas, con un mínimo de rigor. Y un mínimo de rigor es escapar de “se ha comprobado que existe un importante repunte de los suicidios en no sé que pueblo porque resulta que el famoso de turno se ha suicidado”.
Pero lo que está claro es que los medios de comunicación deberían pensar si esto es motivo suficiente para autocensurarse, para evitar dar una información que interesa, y sobre todo para que ninguno de nosotros, (o muy pocos), seamos conscientes de un problema de suicidios, ni de indicios para detectar conductas de este estilo en nuestros allegados, ni que hacer en el caso de que eso ocurra. Es decir, nadie tiene lo que tiene en cualquier otra causa de muerte; unas recomendaciones para evitarlas y ayudarlas a evitar.
Hoy por ejemplo, nos encontramos con otro suicidio en Bilbao de otra persona que iba a ser desahuciada, y la cobertura ha sido nula o casi. La pregunta es si el silencio va a evitar situaciones como estas o va a conseguir que se produzcan en silencio, como hasta ahora.