Un argumento muy sutil al respecto de las ayudas a la banca, parte del argumento de que “no rescatarlo sería peor”. Para tal afirmación normalmente se usan principalmente dos casos; por un lado nos dicen que en la gran depresión de los años 30 del siglo pasado no se rescataron bancos, (y pasó lo que pasó); el segundo, mucho más cercano, fija el origen de todos los males en la decisión de no rescatar a Lehman Brothers en 2008.
Estos dos casos, sirven para construir una moraleja, en la que como todo cuento, se nos trata de adoctrinar sobre algo; en este particular la mencionada necesidad de rescatar a las entidades financieras porque el no hacerlo será peor. Y esto sirve para justificarlo absolutamente todo.
La pena es que estas dos cosas son directamente mentira. Y en particular me gustaría centrarme en la segunda, (principalmente porque es algo que todos hemos vivido y por tanto podremos entender mejor).
Si nos damos cuenta, el más puro y breve repaso, nos llevaría a 2007 en el que se desata la crisis subprime, que provoca las primeras intervenciones coordinadas de los bancos centrales inundando el mercado de liquidez. Esto no impide que en marzo de 2008 caiga Bear, lo cual al final impone nuevas medidas, hasta que en septiembre de 2008, Lehman Brothers cae. Es este momento el que se fija ahora como inicio de una crisis histórica, y es la decisión de no rescatar a Lehman la que marca los acontecimientos posteriores.
Sin embargo, lo que tenemos que tener claro es que en la segunda quincena de septiembre de 2008, la decisión que se tomó no fue dejar caer a Lehman. Este punto es importante, porque los efectos posteriores deberían ser explicados por la decisión tomada, que no fue otra que la de rescatar a la banca de inversión en pleno, que es un aspecto sobre el que no se habla en ningún lugar.
Evidentemente el argumentario de la necesidad de ayudas a la banca para evitar una determinada situación varía en función de la decisión que se haya tomado, y por supuesto, nadie del entorno de los mercados financieros nos va a contar que mientras caía Lehman, se estaba rescatando a todo el sector financiero con todo tipo de artimañas y artilugios.
De hecho, lo que ha ocurrido posteriormente es que todas las reglas sobre los riesgos morales, apoyar (o por lo menos guardar las formas) a los ciudadanos y los limites a los apoyos explícitos al sector financiero se fueron a tomar viento en esas fechas.
El cambio real no fue la caída de Lehman, sino que fue la caída de toda la economía que a partir de ese momento quedaba totalmente subordinada a las necesidades del sistema financiero. A partir de ese momento, nos encontramos de vez en cuando con entidades que tienen unas pérdidas brutales, (Bankia entre otras en España, Dexia…), lo cual no significa absolutamente nada para los mercados financieros. Repito, lo que ocurrió en esa época no es que se comprobase que podían caer las entidades financieras, (lo que provocaría reiteradas caídas tras malos datos), sino que a partir de ese momento caen países cada vez que un banco de ese país tiene problemas.
Por tanto, es lógico y razonable entender que si algo está provocando una situación es lo que realmente ocurrió, y tenemos que entender que en esa fecha tenía que caer un banco, (en realidad no importaba demasiado cual fuese), para lograr la coartada necesaria para implantar todo este tipo de medidas que son las que nos han llevado al desastre y nos llevarán a un desastre mayor, hasta el momento en que cambien otra vez las cosas y las perspectivas.
En definitiva, lo que debería quedar claro es que evidentemente es muy mala noticia que caiga el sistema financiero, pero lo que no tiene sentido es cargarse la economía, (y cargarse los ciudadanos es precisamente esto), para salvar a bancos, que a su vez dependen de la economía. Lo peor no es que sea injusto; lo peor es que es una tontería, absurda que no lleva a ningún sitio porque ni tan siquiera los bancos lograran mejoras estables.
Por cierto, en la década de los años 30 se tomaron muchas medidas, y absolutamente todas para apoyar a los mercados financieros buscando una recuperación desde el crash del 29. La situación económica, sin embargo se fue deteriorando cada vez más, lo que a su vez provocaba los problemas en los bancos. ¿Cuándo se empezó a solucionar?. Pues curiosamente cuando se dejó de rescatar bancos y se afrontó el problema de la economía.
Es así de simple, escuchamos análisis de mercados financieros, banqueros centrales y ministros de economía, además de toda la pandilla de organismos internacionales. Todos absolutamente dicen lo mismo y dibujan un escenario absurdo, por la sencilla razón de que se olvidan de que empobreciendo a todo el mundo, al final tenemos pobres, y de que el problema no es que en septiembre de 2008 haya caído un banco; el problema es que en septiembre de 2008 cayeron las sociedades enteras.