Al mismo tiempo que yo publicaba un post acerca de los dogmas y de cómo vamos cambiando el nombre a las mismas medidas, aparecía un post de McCoy en Cotizalia, que curiosamente hablaba de lo mismo; En realidad habla del desliz de Reinhart y Rogoff en su Excel, y acaba concluyendo que todo el mundo tiene razón. Por resumir, parece que acaba concluyendo que como la austeridad no lleva a ningún lado, y como no hay otra opción que la austeridad en un entorno en el que el 65% del PIB es consumo, pues que no queda más opción que una guerra que haga desaparecer gran parte de los “factores productivos”. Afirma, eso sí que eso es terrible, y a cambio ofrece una alternativa que es la de flexibilizar “la austeridad”. En todo caso, ya diré que esto de “flexibilizar la austeridad” no va a funcionar, porque es lo que tienen las patadas para adelante. Se necesita sangrar a la gente para salvar a los mercados financieros y esto deja la economía real cada vez peor, por lo que se vuelve a necesitar sangrar a la gente para volver a salvar los mercados financieros y como a cada vuelta de tuerca la situación y los efectos son peores, no es solución lo de frenar este camino, sino que se necesita acelerar cada vez más.
Pues entendamos que este camino no nos lleva a ningún sitio, y pasemos al punto en el que nos encontraremos cuando entienda que realmente, según el paradigma en el que estamos, no queda más solución que la guerra para que millones de personas mueran, (aunque supongo que también valdrá gasear a unos cuantos o similares). Menos mal que se aclara que es terrible, pero lo increíble es que pensemos que eso es solución, sobre todo por el pequeño detalle de que es muy posible que el que escribe, el que lee o cualquiera sea uno de los sacrificados en tal solución; y comprenderá que no me hace ninguna gracia.
Pero lo peor de todo, es que aún siendo cierta que tal atrocidad puede ocurrir, está en la constatación empírica que no es la única solución, sino que sería el producto de una estupidez absoluta y un fracaso completamente absurdo del mínimo sentido común. No estamos en una situación en la que no hay solución; es más, estamos en una situación en la que la solución la puede dar cualquier estudiante de primero de económicas. Es una pena que los que opinan en los medios y los que tienen la posibilidad real de difundir o hayan tirado de escuela de negocios, (no es lo mismo negocios que economía), o simplemente no recuerden, (bien porque no quieran, bien porque no recuerden simplemente) lo básico de todo.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que es completamente absurdo pensar que no va a haber consumo. Economía es la disciplina, (no voy a usar la palabra ciencia), que se ocupa de cómo convertir recursos escasos en bienes para su consumo. Es así de sencillo; ¡usar los factores de producción para producir unos bienes que consumirán los que ponen los factores de producción!. Si no hay consumo, lo que se hace es producir para llenar almacenes, o para enriquecer a tres, pero esto no es economía. Y lo vuelvo a repetir: el problema no está en si es injusto, si es deseable, si eres de izquierdas o derechas, keynesiano, liberal, neo-algo o del Real Madrid o del Barcelona. Producimos para consumir, y si no consumimos, no se produce y no se invierte y absolutamente todo lo que nos podamos encontrar es completamente virtual y burbujas no sostenibles. Por supuesto que si no consumimos, ¡sobra todo!.
Tan sencillo como esto. Si además entendemos que existen unas carencias básicas en la sociedad, mientras resulta que mantenemos sin usar los recursos de la sociedad, está claro que el sistema completamente está fallando. Y por tanto tan sólo hay que arreglarlo, aunque esto suponga acabar con unos cuantos cortijos de gente que se está forrando con la situación actual. Es tan sencillo, con hacer lo que sea necesario para actuar sobre la distribución de la renta. Para esto, hay que cambiar muchas cosas. La distribución de la renta sale de la ecuación precios- salarios- rendimientos financieros, y de la participación en los gastos del estado y en los presupuestos del estado de cada una de las partes. Los precios son ingresos de las personas que viven de actividades empresariales y costes de las economías domésticas, (estas que no están en ninguna ecuación). Los salarios al revés y así con todas las variables, para llegar a la sencilla conclusión de que cuando actúas en los mercados, (mediante el BOE o las inyecciones monetarias o las restricciones presupuestarias), actúas en la distribución de la renta.
Todos conocemos la frase de julio de Draghi: “haremos lo que sea necesario para salvar el euro y será suficiente”. Todos conocemos que los países se han comprometido a garantizar, como sea, que los bancos no caerán. Cuando hablamos de las constructoras públicas, todos entendemos que “se hará lo que sea, así sea cargarse el país y dejar que la gente muera en carreteras sin cuidar para evitar que sus acreedores tengan pérdidas”…
Pues es tan sencillo como cambiar los parámetros. ¿Qué tal un creíble: “haremos lo que sea necesario para que la sanidad siga siendo gratuita y con las prestaciones actuales”?. ¿Qué tal un creible: “haremos lo que sea necesario para que ninguna persona pase hambre, aunque esto suponga que pierdan los bancos”?. ¿No son posibilidades?. Pues claro que sí.
Lo que no tiene sentido es decir que todo está mal y que no hay opción alguna, (al estilo de Niño Becerra); lo repito, es que juro que no lo entiendo. ¿Qué demonios hace alguien escribiendo que no hay posibilidad ninguna?. Lo dije en más de una ocasión; yo a veces tengo dudas y tengo miedos. Esos días simplemente no escribo, porque si no hubiese solución, resulta que no tendría ningún sentido, (aunque cierto es que yo no como de esto). Cuando me pasa esto, trato de sobreponerme pensando que por supuesto que hay solución y por supuesto que la encontraremos.
Pero la encontraremos cuando salgamos de este corsé de tonterías de twitter, de análisis financieros, de los olvidos de que la economía es una ciencia o disciplina, (que cada cual lo llame como estime oportuno), de la rama de humanística, que tiene un objetivo y que no es otro que buscar la mejor forma para la sociedad.
No la encontraremos siempre y cuando entremos en una dinámica curiosa; Tenemos una burbuja inmobiliaria, pero si se plantea un cambio resulta que no se puede porque le interesa a no se quién; tenemos el euro y si se plantea un cambio resulta que no se puede; tenemos precariedad por un tubo y tampoco se puede cambiar; tenemos toda una economía virtual basadas en burbujas y resulta que no se puede cambiar. Seamos serios, claro que se puede cambiar, pero esto significa acabar con el cachondeo de unos cuantos.
Nos dicen que tendremos que sacrificarnos y asumir dificultades. Pues oiga, esto se lo pueden decir a los de telefónica, a las concesionarias y a los de los bancos. ¿Qué no podemos sobrevivir sin los bancos?. Pues está claro que no; pero puestos a elegir no podemos sobrevivir sin las personas, y cualquiera sabe que reponer un banco o una empresa que se derrumba es mucho más sencillo que reponer una sociedad que se derrumba.
¿no hay solución?. La hay, la hubo y la habrá; el New Deal, (y los estabilizadores automáticos, las normas contra la especulación, los sistemas de protección social, los esquemas de sanidad, los derechos de los consumidores, los salarios mínimos, las regulaciones laborales…). Todo esto fue la solución a una situación muy parecida. Claro que sólo falta derrumbar el mito, (absurdo por otra parte) de que eso es un lujo que los mercados no se pueden permitir cuando son una necesidad. Sólo falta entender que de todas las medidas que se nos puedan ocurrir tan sólo se coge la de incrementar el gasto público para hacer tonterías y de esta forma inyectar beneficios en las empresas a cambio de nada y gastos para todos. Sólo falta entender que las medidas no se toman si benefician a la sociedad, sino tan sólo si benefician a una parte de la sociedad, lo cual me lleva otra vez al problema de la distribución de la renta.
Y así nos encontramos en jueves, a la espera de que mañana se anuncien nuevas medidas de “ajuste”. Y lo curioso es que hoy ya puedo decir que mañana viernes, tras el anuncio de las medidas, unos cuantos millones de personas diremos: “no ha sido para tanto el golpe”, mientras que unas cuantas personas y el 90% de los opinadores y expertos dirán: “se ha quedado corto”. ¿Alguna prueba más de que las medidas siempre van en la misma dirección y afectan al reparto de la renta en un camino?.
Pasado mañana, comenzaremos a ver la letra pequeña de las medidas, y resulta que nos encontraremos con que los que decimos “no ha sido para tanto”, diremos: “en este puntito no había pensado y es peor de lo que parecía”, lo que nos llevará a la conclusión de que una vez más nos han engañado y destrozaran aún más nuestra confianza y circunstancias. Los que dirán: “se han quedado corto”, seguirán diciéndolo, preparando la siguiente en un proceso que no puede parar hasta que pare, por el sencillo motivo, que por mucha campaña de imagen que se haga, este camino no lleva a ningún lado.
¿Al final será guerra?. Pues espero que no, por muchas razones. Y soy sincero cuando lo digo porque si de verdad creyese que iba a existir una guerra y que esto no se puede parar no estaría escribiendo estas líneas. Es tan sencillo como entender que CIUDADANOS es un concepto económico mucho más potente que “recursos productivos” y es tan sencillo como entender que se trata de proteger a lo que se viene a llamar “clase media” en lugar de machacarla viernes tras viernes. Tan potentes son que en realidad hay que recordar que euro, sistemas financieros, bancos, empresas, normas... son los instrumentos al servicio de la sociedad, y no al revés.