A estas alturas ya deberíamos estar todos de vuelta con las burradas del FMI; Llevan unas cuantas autocríticas en lo que va de crisis, pero sin embargo, lo curioso del caso es que después de cada autocrítica en la que reconocen que no se han enterado de nada, vuelven a sacar las mismas recomendaciones una y otra vez. En este sentido, casi son preferibles los bancos centrales, que si bien han hecho en todo momento y lugar lo contrario a lo que se supone que deberían hacer, en todo momento han mantenido que son unos genios que han salvado el mundo, a pesar de que este está como está y algo tendrán que ver en una crisis financiera de la que no saben salir. Parece que están menos de vacile.
La última del FMI es la tasa sobre el patrimonio de una sola vez, que parece que proponen para España y que resulta muy parecida a la famosa tasa sobre los depósitos bancarios que se aplicó de sorpresa en Chipre, (que por cierto ha desaparecido completamente del mapa).
Recordemos que en aquellos momentos, cuando la troika impuso la tasa de los depósitos a Chipre, todo el mundo dijo que había sido un error impresionante ya que destrozaba la confianza, entre otras cosas.
Pues resulta que entre el grupo de todo el mundo, nos encontrábamos precisamente a estos inteligentes, que después de la jugada, se estuvieron reuniendo unas cuantas veces para llegar a la conclusión de que había que garantizar los depósitos en todos los países de la unión europea para restaurar la confianza. Claro que ya explicaba en abril que el problema era más grave que todo esto. En abril de 2013 se llegó a un acuerdo para la prevalencia de las deudas, para determinar quien asumía los costes y para garantizar absolutamente los depósitos, olvidando que todo ello estaba escrito en normas claras que se las habían pasado por el forro.
Ese en realidad es el mayor problema; con todo lo que supone que las medidas y los escenarios que diseñan sean un absoluto desastre, tenemos la inutilidad de que ni tan siquiera sabemos a qué atenernos.
En febrero de 2013, los depósitos eran seguros, en marzo, resulta que se hace la animalada de Chipre y resulta que todo el mundo entra en modo pánico, hasta el punto de que en abril resulta que garantizan que nunca jamás, para llegar a octubre y volver a proponer lo mismo, después de volver a escribir las mismas normas.
Y a todo esto, la población queda en una posición totalmente vulnerable, porque no hay forma alguna de protegerse contra unos representantes que en lugar de buscar el bien común, lo que hacen es tratar de maniobrar para destrozar a los representados con una impunidad pasmosa y sin que parezca que podamos hacer absolutamente nada.
Y por cierto, aunque nos hablen de la quita a “los ricos”, recordemos que también la hay para “los pobres” en materia de imposición indirecta y desde luego con todas las reformas que provocan que las rentas bajas sean más bajas, (desde las reformas laborales a las normativas para reducir los intereses de los depósitos), cuando todo es más sencillo que eso ya que si se quisiese introducir progresividad fiscal, lo que se haría es exactamente lo contrario, es decir, reducir impuestos indirectos, establecer impuestos de patrimonio muy reducidos e introducir la progresividad en los impuestos directos a la renta, (en lugar de a los patrimonios).
