Otra de las discusiones en las que parece que se ha perdido el norte está en la discusión sobre como ajustar el mercado de trabajo; bien vía precio o bien vía sueldo. Lo primero que me gustaría señalar es que en este planteamiento estamos cayendo en una trampa clara; Parece que el ajuste es obligatorio, de tal forma que hay que elegir entre bajadas de sueldos o despidos.
Sin embargo, el problema de España nunca han sido los elevados sueldos y mucho menos la rigidez de un mercado de trabajo que era el que más puestos de trabajo creaba en unas épocas y más puestos de trabajo destruye en otras. Esto debería quedar claro. Es más, son los sueldos bajos y la extrema precariedad, (ya mucho antes de la crisis), lo que origina toda esta situación.
Pero olvidando esta prevención, deberíamos tener en cuenta que el ajuste vía empleo o vía sueldos depende de las empresas en función de un par de diferencias que son obvias; Vamos a imaginar (y supongo que algo quedará aun), que las empresas contratan personal cuando lo necesitan y su coste es inferior a los beneficios que pueden obtener de esta contratación. Lo mismo que con cualquier otro recurso.
Dado que los precios han subido a lo largo de la crisis y dado que los sueldos han bajado o se han mantenido, por el lado de la rentabilidad de cada trabajador, no debería haber problemas en la mayor parte de los casos. De hecho, la productividad del trabajo se ha incrementado y sobre todo ha sido por esto.
Pero es evidente que el número de trabajadores se ha reducido mucho, pero no por la evolución de los salarios y de los precios, (o por lo menos no por este hecho desde la óptica empresarial). Se ha reducido mucho por la sencilla razón de la pérdida de actividad económica.
Y ante esto, no cabe el ajuste vía sueldos. Es sencillo entender que si tenemos 1.000 trabajadores y no producimos, porque no vendemos, está claro que nos sobrarán trabajadores, cobren lo que cobren. Igual que si yo no cojo el coche; ¡no necesitaré gasoil, por mucho que baje de precio!.
La bajada de sueldos de los trabajadores que queden, será desde luego muy conveniente a los intereses empresariales, como la bajada de precio de cualquier cosa será conveniente a los intereses de quien sea que pague por esto, pero para una bajada de la actividad nunca será la solución, porque significará pagar más de lo se necesitaría.
Pero es más; no es difícil entender que la bajada de sueldos reales de los trabajadores a lo largo de estos años, (mucho antes que la crisis, ya que vengo insistiendo en ello desde hace años), es lo que está detrás de la caída de la actividad económica.
Es sencillo entenderlo; se desmorona el poder adquisitivo de los trabajadores, (suben precios y bajan rentas), de tal forma que se desmorona la sociedad, esto significa que los compradores de las empresas no pueden comprar, por tanto las empresas no venden, lo que nos lleva a que no son necesarios los trabajadores.
En estas llegan las sucesivas reformas, y resulta que a pesar de que todo el mundo niega que se busque el ajuste vía empleo, o a pesar de que todo el mundo reconozca que hay un problema de empleo, resulta que se abarata e incluso se llega a subvencionar el despido.
Por tanto; caída de la actividad más medidas para despedir más fácilmente, llevan a despidos y bajadas de sueldos por la nula capacidad negociadora, lo que lleva a la caída de la actividad….
Así de simple. En realidad no se trata de elegir entre ajuste vía sueldos o vía empleo. Se trata de que ambos son complementarios, en la situación actual, de la misma manera que no podemos elegir entre las dos partes de un círculo vicioso.