Hoy es mi último (o eso espero) post del año. Quiero aprovechar un poco las vacaciones para desconectar y rellenar un poco la nevera, (proceso de ir acumulando post para luego poder generando el proceso de publicación diaria).
En todo caso, me gustaría aprovechar para dejar un par de ideas para acabar el enésimo año de una crisis que según bancos centrales varios no supondrá una década perdida. En fin. Ambas ideas son referidas a la realidad de esto; lo que vulgarmente se llama la sociedad, y que en realidad son los ciudadanos.
El otro día me preguntaban si los ciudadanos volverían a cometer los mismos errores que siempre, y yo contestaba en el sentido de que esto no es una explicación generalizada de la situación. Más allá de que todos cometamos errores en algún momento, el problema es que los errores y las patadas para adelante han provocado que los ciudadanos estén pagando las consecuencias, antes y después de que la crisis sea oficial. Manipulaciones, engaños y errores de otros provocan que nos encontremos en unas situaciones en las que todos hemos tenido, tenemos y tendremos que tomar decisiones en un entorno absurdo y en las que en realidad al final se busca el mal menor.
Me dicen que la gente se alegraba de hipotecarse mucho; más allá de casos puntuales no conozco a nadie que prefiera deber 200.000 a deber 100.000; tampoco conozco a ningún caso de que gente prefiera pagar 200.000 a pagar 100.000; como tampoco conozco a ninguna persona que le alegre aceptar una bajada de sueldo a la mitad, aspecto generalmente aceptado porque las perspectivas de la opción de no aceptarlo son peores.
Aunque los errores hubiesen sido generalmente de las personas, sería muy absurdo criticarlo por una sencilla razón; ¿De verdad le pedimos al empleado de la charcutería que anticipase lo que no han anticipado todos los analistas, economistas e instituciones?; ¿Ni tan siquiera tenemos en cuenta que estos últimos además tienen la capacidad de influir?. Es totalmente absurdo; sobre todo cuando nos encontramos en una situación como la del bitcoin hoy. ¿Quién está repitiendo errores?.
Pero es que incluso no ha sido el caso, y las personas simplemente estamos pagando los errores de los demás. De hecho, ¿A qué se creen que se debe este blog?. Cada una de las entradas tiene una crítica (a veces implícita y a veces explícita), y la razón fundamental es que muchas de las decisiones están generando muchas víctimas y daños. De muchas formas se toman medidas que destrozan la clase media para salvar los mercados financieros, (lo cual en el colmo del absurdo no va a funcionar), por lo que normal es que acabe todo el mundo destrozado. Y no me atrevo a calificar a aquellos que proponiendo todo lo que nos ha traído hasta aquí, cargan las culpas sobre las víctimas en base a unos supuestos errores de unas decisiones que la gente no ha tomado.
Y lo último que me gustaría señalar, también en relación a esto, es que deberíamos acordarnos también de muchas personas anónimas que, haciendo la guerra por su cuenta y sin recursos de ningún tipo están haciendo muchas cosas para salir de esta situación. La anónima inspectora de la agencia tributaria que ha resistido con su cargo las presiones, las personas que se han manifestado espontáneamente ante el ayuntamiento de la familia fallecida recientemente, las personas que colaboran de alguna forma en muchas asociaciones, para dar comida, asesoramiento o lo que sea…Muchos ejemplos; es cierto que existen muchos ventajistas que se aprovechan de esta situación suplantando a las personas de bien y nos queda a todos más de lo mismo, es decir: encontrar quien es parte de la solución y quien es parte del problema. Normalmente las penalidades y las heroicidades quedan ocultas; pero existen y son crecientes.
De hecho, debemos recordar esto, para que las personas que consideran que lo de hacer la guerra por su cuenta en sentido literal se lo replanteen. Soy ahora optimista pero me preocupa y mucho encontrarme en muchas ocasiones con las guillotinas, las escopetas y el fuego como parte de una propuesta de solución. Hasta ahora, en general, la sociedad no ha cometido errores significativos y espero que siga así porque este tipo de soluciones, por mucho que el cabreo diario nos lo haga olvidar, son un error monumental que nos puede llevar a una situación completamente insostenible.
Dicho esto, pues me queda lo de desear felices fiestas y un mejor año 2014, para el que nos tocará otra vez sufrir y luchar.