Con frecuencia, leo noticias, blogs y análisis informando sobre la evolución y sobre las cuentas de determinadas empresas. ¿Qué voy a decir a un usuario de rankia?. Veo bastantes análisis, y en general cada uno de los autores, suele poner ciertos acentos en unos u otros apartados de las cuentas. En parte es normal, al final siempre es más o menos lo mismo, pero luego cada maestrillo tiene su librillo, de tal forma que al final existen ciertas diferencias entre unos y otros.
Sin embargo, lo que veo de una forma generalizada es un gran olvido, que además creo que es muy importante. ¿Y la memoria?. Recordemos que la memoria es un documento de las cuentas anuales, que parece que se toma como algo legal o burocrático que hay que cubrir. En realidad debemos tener en cuenta que los balances, las cuentas de patrimonio, los estados de cash flow o el resto de documentos que podemos encontrar también lo son, pero en estos casos como son números, pues tienen otra sensación.
Sin embargo, la memoria es una parte fundamental para entender una empresa; por un lado, nos establece los criterios por los que se forman los números, y por otro lado nos da determinada información, muy importante, que si bien está contenida en los números no es posible apreciarla si no consta en la memoria.
Por lo tanto, nos guste o no, la realidad es que este documento es clave para entender el balance y los resultados, tanto que es imposible entender que se haga un análisis de una empresa sin haber mirado y contrastado la memoria.
¿Cuántos analistas, recomendadores, periodistas o formadores de opinión han leído tan siquiera una?. Pero es más; ante la importancia de dicho documento que explica cómo se formulan las cuentas sorprende mucho también que nadie se ocupe de verificar la información facilitada en la memoria. Recordemos el caso de CEMEX y su famosa historia con nuestra agencia tributaria; los análisis más críticos con la situación se referían a que se había realizado una provisión muy inferior al importe de la sanción que se había producido al final; pero absolutamente nadie dijo nada sobre el hecho de que en un documento que nos tiene que informar de hechos, acontecimientos o información relevante para la empresa que no venga recogida en las cuentas, o que sirvan para aclarar esto, no apareciese absolutamente ninguna referencia a dicho aspecto.
Si las empresas ponen lo que les da la gana, nadie les pide explicaciones y los encargados de analizar la información ni tan siquiera miran como se ha confeccionado y no reclaman informaciones que están fuera de las cuentas por definición, está claro que las memorias no son más que absurda burocracia que imponen un coste a las empresas.
Sin embargo esta absurda burocracia es necesaria para sacar una idea con un mínimo de criterio.