Este post viene a ser una suerte de agregado estadístico al post en el que trataba de explicar que el INE está utilizando varios datos para el dato de población. En dicho post exponía las diferencias entre la población del ejercicio 2013 (por ser el último en el que existen estadísticas completas de todos los datos) en varias encuestas. En este post simplemente colocaré los datos y extraeré ciertas conclusiones del período 2006-2013 que es lo suficientemente amplio como para extraer ciertas conclusiones.
En primer lugar, me gustaría exponer el cuadro de datos del período en el que aparece la siguiente información:
La primera fila se refiere a los datos de cifras de población a 1 de enero del año que corresponda. Este dato es el que se ha remitido a Eurostat y al resto de organismos internacionales y es el que se usa para todas las operaciones estadísticas según el INE.
En la segunda fila están los datos de cifras de población a 1 de julio del año que corresponda. Este es el dato que se usa para el cálculo del PIB.
Las filas tercera y cuarta son las correspondientes a la encuesta de condiciones de vida y a la encuesta de población activa que, como se puede comprobar, son casi idénticos. Debe tenerse en cuenta que la EPA considera 4 datos de población trimestral y en el cuadro se recogen los datos de la media de los cuatro trimestres de cada año.
Y, en último lugar, está la fila con los datos oficiales según el INE, elaborados a partir del Padrón.
Gráficamente los datos son los siguientes (eliminando el dato para la encuesta de población activa por ser similar al de la encuesta de condiciones de vida):
Pero la mejor forma de apreciar las diferencias entre los distintos datos de la población que nos ofrece el INE es simplemente recopilarlas en tres tablas donde se pueden contrastar tanto las diferencias como su evolución en estos años:
Otro aspecto importante radica en entender que el número de habitantes de España es un valor que va variando poco a lo largo del tiempo. Es interesante comprobar la información que el INE nos da sobre los movimientos de la población y contrastarla con las diferencias que nos encontramos con los datos usados. Los movimientos de la población están compuestos por tres grandes grupos; nacimientos, defunciones y saldo migratorio. Los datos que nos da el INE (para el período 2008-2013) son los siguientes:
Si consideramos la variación de población explicada mediante causas demográficas con las variaciones que nos encontraríamos en los distintos valores de la población tenemos lo siguiente:
Y al final todas estas incoherencias acaban afectando también a la estimación del número de hogares en España. El número de hogares que existen en España sale de los datos de la encuesta de presupuestos familiares (dividiendo el gasto total entre el número de hogares para cada uno de los períodos). El dato de la única encuesta de hogares disponible (del ejercicio 2013) coincide con el que nos da esta fórmula.
Los resultados son los siguientes:
Y estos resultados (todos ellos basados en los datos a efectos de la realización de la EPA y de la EPF) nos dicen que a lo largo de toda esta crisis se han creado más de 2.000.000 de hogares; que a su vez son más pequeños. No aparece en este caso ni un freno en la llegada de inmigrantes, ni los problemas de vivienda, ni los problemas de emancipación del colectivo más afectado por el desempleo (jóvenes), ni tan siquiera el freno en los divorcios y separaciones. De hecho, me gustaría destacar que incluso tenemos un dato de creación de nuevos hogares en el año 2013, mientras la población total cae según todos los datos disponibles.
En todo caso, supongo que quedará claro que la validez de esta serie quedará definida por la validez del dato del número de habitantes, ya que debe tenerse siempre en cuenta que este valor nos da el reparto de los habitantes de España en los distintos hogares.
Para que entendamos las implicaciones de todo esto, me gustaría proponer una pregunta que debería ser muy sencilla; ¿Qué ha ocurrido con la población Española en el período 2006-2013?. Tengamos en cuenta que es un período lo suficientemente amplio como para eliminar posibles efectos “pequeños” en metodologías y retrasos en las fuentes de información. Los resultados están en el siguiente cuadro:
Ahora pensemos en el proceso de análisis. Cualquier persona que analice la evolución demográfica buscará uno de los datos y obtendrá un resultado que variará entre un incremento de la población de 368.159 personas y 2.064.584 personas (tengase .en cuenta que este dato se refiere a 2012.
Para cualquiera de estas 5 respuestas hay argumentos que a priori quedan respaldados por datos sólidos y oficiales emitidos por el mismo instituto de estadística. Pero la mera existencia de estos 5 datos con semejante nivel de disparidad lo que provoca es que ninguna de las respuestas tenga la mínima consistencia y entonces tendremos que entrar en explicaciones muy peliagudas.
El número de habitantes en España es dato imprescindible para conocer sus rentas (PIB), la situación de empleo (¿Cómo cuantificamos los desempleados sin saber cuántos somos?) y el consumo entre otras cosas. Pues teniendo claro todo este esquema la mejor interpretación que se me ocurre de todos estos datos es la siguiente:
El INE conoce los datos de población por los censos pero no es capaz de determinar las causas de las variaciones, (probablemente por qué no logra cuantificar de forma fiable los movimientos migratorios). Sin embargo ha decidido usar varios datos para cuantificar la población.
Para el cálculo de la renta interesa un número más alto (más gente ganando dinero es más renta) por lo que entre el dato a 1 de enero y el dato a 1 de julio de cada año se escoge el de verano que hasta el 2012 siempre es mayor.
Un dato alto de población supondrá siempre un dato mayor de desempleados; (por razones obvias) por lo que para la EPA se confecciona un dato menor, entiendo que bajo la coartada de su uso trimestral.
Este dato se acaba usando para las estadísticas de consumo (reduciéndolo) de tal forma que hay que buscar una forma de “corregirlo” porque interesa que esta variable consumo crezca (síntoma de fortaleza). De aquí salen los datos sobre los distintos consumos que he publicado el otro día.
La reducción de bienes consumidos en realidad en función de una variable consumo corregida implica que las ponderaciones de los bienes sobre el consumo es menor (véase el caso del tabaco que explicaba), lo que acaba afectando al IPC y por tanto a la expresión del poder adquisitivo.
Finalmente, con las “correcciones” o “imputaciones de consumos” se acaba consiguiendo cuadrar un círculo en el que se crea una imagen totalmente distorsionada que rompe.
El problema lo encontramos en que para explicar la realidad primero hay que encontrar los hilos desde los que ir desmadejando el ovillo construido.