Hacía tiempo que no encontraba publicidad en el parabrisas de mi coche; pero hoy me he encontrado un folleto de lo más oportuno: una oferta de Seat ofreciéndome un “Eco-algo” y con un slogan de lo más apropiado.
Antes de empezar este post necesito hacer dos aclaraciones previas referidas a las bonificaciones en los impuestos de matriculación y a las subvenciones para la compra de vehículos eficientes. Ambos conceptos están relacionados con los impuestos indirectos al consumo. La eliminación o bonificación del impuesto de matriculación es una reducción de un impuesto indirecto de compra de automóviles. La subvención a la compra se comporta, en síntesis, un impuesto indirecto negativo a la compra de dichos automóviles. Cómo estamos hablando de un bien elástico recomiendo la lectura del post donde explicaba cómo se comportaban los bienes elásticos ante variaciones de la imposición indirecta.
Resumiendo mucho diremos que los compradores de vehículos pueden o quieren llegar a determinado precio para cada uno de los coches. Pongamos que se pueden pagar 20.000 euros. Si el IVA sube, el consumidor pagará los 20.000 €, y el vendedor tendrá que asumir la subida. Si en cambio hay una subvención será percibida también por el vendedor (Aunque luego haya sorpresa al cabo de unos meses para el comprador). En definitiva, las subvenciones o bonificaciones a la compra de determinado producto (siempre que sea elástico) se plantean para beneficiar al vendedor. Esta es una de las razones por las que además defendía que los impuestos indirectos son todo menos neutrales.
Por lo tanto debemos tener claro antes de comenzar este post que las bonificaciones al impuesto de matriculación y la subvención de compra benefician a la marca Volkswagen. Pero aunque la marca sea la principal beneficiada, debemos recordar que el que debe pagar el impuesto y el perceptor de la subvención es el comprador. Por tanto, si hay alguien que ha pagado menos impuestos u obtenido una subvención indebida es el comprador.
La primera reacción del gobierno al escándalo de Volkswagen vino de Hacienda anunciando la reclamación del impuesto de matriculación que se dejó de pagar por los vehículos trucados. Incomprensiblemente dijeron que ya vería a quien se reclamaba. Está claro que no se contestó porque Hacienda ha de tener perfectamente claro que en ningún caso puede reclamar un impuesto a alguien que no ha de pagarlo. Cómo la otra opción era manifiestamente impopular, injusta y cabreante, pues deciden no contestar. Supongo y espero que no profundicen por esa vía, dado que además no podrían.
La segunda reacción viene del impresentable ministro Soria que afirma que la marca tendrá que devolver la subvención para vehículos eficientes en el caso de los vehículos trucados. Nos cuenta que está a la espera de que Volkswagen confirme los motores trucados y nos explica que la compañía está de acuerdo en devolver dicho importe. Nos explica que abogacía del estado está buscando el procedimiento para hacerlo, porque recordemos que el perceptor de la subvención fue cada uno de los compradores. Es decir están buscando la forma de que sea más o menos legal que una empresa devuelva algo que no le han dado.
Y esta es la garantía jurídica de este país; se decide el resultado y luego se busca la forma de que esto sea legal, cuando la realidad de un país serio es precisamente lo contrario.
En todo caso, debemos tener en cuenta que devolver la subvención sería el menor de los problemas de una persona que hubiese falseado de forma grave las condiciones para la obtención de la subvención (artículo 58 de la ley 38/2003) y lo que correspondería sería la devolución de la sanción, una multa por cada una de las subvenciones concedidas de acuerdo a lo establecido en el artículo 59 y la prohibición de contratar y obtener subvenciones por un período prolongado.
Pero esto no le va a caer a Volkswagen porque no ha pedido ni una sola subvención. Respecto a las personas que compraron coches está claro que no han hecho nada.
A lo anterior se une un pequeño detalle; resulta que nadie ha infringido nada. Tanto las bonificaciones como la subvención se refieren a vehículos que hayan homologado unas emisiones determinadas de dióxido de carbono. Pues resulta que a fecha de hoy los citados vehículos tienen una homologación con un certificado por estas emisiones. Por tanto no hay incumplimiento de ningún tipo.
Pero ya el colmo del asunto viene cuando entramos en el matiz de que la compañía ha trucado los vehículos para alterar las emisiones de óxidos de nitrógeno. Dado que los criterios se refieren a otro elemento, hemos de concluir que la falsificación no afecta ni al impuesto de matriculación ni a la subvención.
Voy a usar un símil: El gobierno, con su habitual criterio, llega a la conclusión de que va a subvencionar a los guapos. Y por tanto concede una subvención a aquellos que tengan los ojos azules. Pues si aparece uno del calendario de los bomberos con ojos oscuros no tendrá subvención; Un chico poco agraciado pero con ojos azules tendrá la subvención siempre.
El problema de los óxidos de nitrógeno es que hay dos opciones: o el coche podía circular o no. El problema no es que se le haya dado o no una subvención.
Pero claro, resulta que hemos elegido para el gobierno (tampoco es que tuviésemos demasiadas opciones) al único que, en el chat de sexo, se cree que Tiabuenasalida27 ha quedado prendada de nuestra prosa y que responde a su nombre. ¿Qué nos ha enviado una foto? Anda ya.
Pero después de tragar con todo, resulta que el gobierno está ¡negociando! con la entidad. ¿Qué es esto de que la empresa está de acuerdo en devolver las ayudas de los motores que les van a decir? ¿Cómo es posible que el gobierno no sepa cuantos vehículos afectados existen?
Está perfectamente claro que el gobierno puede conocer en 15 minutos el número exacto de vehículos que equipan los motores de las series que se conocen trucadas. Es decir, asumiendo que no vamos a revisar absolutamente ningún coche y que nos vamos a creer que el resto de motores que no hemos mirado cumplen todo lo que dicen, saben exactamente cuántos coches se han matriculado. Desde luego Volkswagen también. Por lo tanto todo este retraso en facilitar estos datos sólo tiene una explicación: se está negociando y se está esperando por si salen otros motores.
Ahora tenemos al gobierno que supuestamente no sabe cuántos son los coches afectados y que espera que la marca se lo diga antes del 7 de octubre. Pero en realidad los límites de óxidos de nitrógeno no afectan a las subvenciones o impuestos; determinan si el coche se pudo vender o no. Y están pactando una cifra de vehículos para pactar la devolución de la ayuda y pagar el impuesto de circulación de aquellos vehículos que no debieron ser matriculados y que se supone que van a ocasionar un perjuicio (porque si no hay perjuicio… ¿para que se prohíben?).
Curiosamente hoy me he encontrado, frente al concesionario Audi, un par de guardias civiles dentro de un coche, haciendo fotografías a los conductores que superaban los límites de velocidad. En febrero de este año la DGT comunicaba que los radares serían siempre visibles y en todos los medios de comunicación aparecieron los reportajes en los que aparecían con una señalización clara de que existía un radar. Sin embargo en Galicia (y parece que en otros sitios, según esta denuncia de la asociación unificada de guardias civiles) la realidad es que se encuentran totalmente ocultos. Si consideran que es lo suficiente visible, díganme cual es:
Y digo yo: ¿no podían preguntarnos a nosotros a qué velocidad íbamos y entrar en el concesionario que estaba a menos de cinco metros para investigar?
Pero claro, resulta que aquí sí que se trata de recaudar. Pensemos que el mínimo descuido de una persona en este sitio le saldrá casi tan caro como a Audi vender un coche que multiplica por 40 las emisiones de un gas cancerígeno que había declarado.
Está claro que las personas y las empresas tendrán obligaciones y tendrán que cumplir unas reglas y asumir la responsabilidad cuando les toquen. Pero los gobiernos deberán perseguir a todos aquellos que van en contra de los ciudadanos, y no sólo de los ciudadanos. Pero claro, el importe de las multas va destinado a “medidas que mejoren la seguridad vial”. Es decir, a estudios increíblemente estúpidos disponibles en su web (ya lo explicaré) y a los patrocinadores de la Asociación Europea de la Carretera. Esta asociación, que presume de que su primera medalla de honor corresponde a un tal Sr. D. Francisco Franco Bahamonde y que este año se la ha dado a un tal Sr. D. Florentino Pérez Rodríguez, hoy pide dinero para obras de carreteras. Todo ello en base al argumento incontestable de que están destrozadas, y olvidando tonterías cómo lo de la N-550 entre A Coruña y Tui (que seguro que no es un caso aislado). Si quieren ver el estado de esta carretera en enero de 2014 pueden acceder a este ilustrativo álbum de “La Voz de Galicia”. En febrero de ese año se reparó dicha carretera con una capa de asfaltado del tamaño de una loncha de jamón york, facturada a precio de oro, que sólo fue más munición para que las piedras destrocen las lunas de los vehículos. Hoy, otra vez destrozada, están otra vez asfaltando con otra capa que no durará más.
En todo caso, siguiendo el hilo que comenzaba con un todo cambia para no cambiar en base a la ecología, deberíamos recordar el reciente caso de otro bypass, en este caso del premiado Florentino Pérez. Hace unos días comentaba que la estación depuradora de Ferrol, explotada por ACS, no depuraba. Simplemente echaba los residuos al mar cómo le entraban sin que ello fuese un problema para que los ciudadanos de Ferrol estuviesen pagando el mejor de los servicios. Supongo que el gobierno, también en este caso estará esperando que ACS le comunique que no está depurando y que sólo está cobrando.
En todo caso y ya que estamos con la ecología, con informes y premios a sistemas medioambientales y demás discursos, me gustaría recordar que en mi caso (área metropolitana de A Coruña) también teníamos cierto cachondeito con el tema. Pues el asunto ha cambiado tanto que en A Coruña ha ganado la alcaldía un candidato de La Marea. Pues resulta que por la herencia recibida tiene unos ciertos problemas de tesorería y en consecuencia ha decidido que Emalcsa (la que gestiona la depuradora) se endeude, obviando que no está nada claro que esté funcionando (y en todo caso los costes no lo están) de tal forma que todos los vecinos del área metropolitana vamos a tener que seguir pagando, aunque esta vez en concepto de pelotazo.
En resumen, hoy nos dicen que los coches son menos contaminantes, pero la mayor parte es porque se permite que se mienta. Las aguas no tienen contaminación, pero sólo por los informes; las reparaciones en las carreteras se pagan pero las carreteras no se arreglan y resulta que al único que se vigila es al conductor, con el agravante de que se supone que al conductor se le iba a avisar. Todo ello con unas normas de chicle, unas tragaderas increíbles, unas negociaciones vomitivas entre toda esta pandilla de portadores de medallitas de honor varias y mentiras, mentiras y más mentiras.
Y aún tienen el morro de presumir de la “eco-lo que sea” mientras la ITV nos cobra a precio de oro, para comprobar si el humo es clarito u oscuro; y no controlar que ninguno de los coches vendidos en España se ajuste a la regulación; eso sí; cómo a alguien se le ocurra poner un alerón al coche sin ingeniero y sin tasas que se prepare; que tenemos que decir que tenemos los controles más rigurosos del mundo mundial (aunque nos hayan colado millones de vehículos trucados y que parece que ni aunque nos digan cuales son podemos encontrarlos)
¡País!.