La gran polémica que tenemos en España actualmente es la conveniencia o no de la próxima subida del IVA. En el parlamento, nos encontramos con que la rechazan los partidos de la derecha, la rechazan los partidos de la izquierda, y en la última votación ha salido aprobada con los votos de PSOE, PNV, (partido de derechas de un gobierno que por cierto tiene un régimen fiscal propio), y Coalición Canaria, que representa un territorio en el que no existe el IVA.
En esta refriega, nos estamos encontrando una colección de burradas y demagogias de todos lados, que me reafirma en la completa inutilidad de las personas que se han designado para dirigirnos. Todo mentiras, verdades incompletas y desde luego campañas que generan ideas en la sociedad, que poco o nada tienen que ver con la realidad.
Por el lado de los efectos es fácil comprobar quien va a pagar la subida del IVA. Es algo suficientemente estudiado a lo largo de la historia, (y remito a los post que ya he puesto cuando se propuso la medida). Tras alguna que otra explicación más técnica, existe un truco fácil para entender los efectos de esta subida:
Hay empresas que tienen el poder suficiente para trasladar subidas de precios a sus productos, y que los clientes no nos retiremos, (electricidad, gasolinas,…), que subirán sus precios en la proporción del IVA e incluso un poco más, (supongo que propina). Habrá otras que tengan el poder suficiente para trasladar una parte del IVA, de tal forma que subirá el precio menos que la subida del IVA.
Si tenemos en cuenta que por tanto, la subida del IVA provoca incrementos de precios en unos productos y esos incrementos provocarán una caída de la renta disponible para la compra de otros, a la que hay que sumar los efectos de la subida de los impuestos directos. En consecuencia, los que estaban bajando precios, tendrán que bajarlos más. Es así de sencillo. Todo depende del poder de consumidores y oferta, y esto es la estructura del mercado y las necesidades del bien.
En fin, pero más allá de cómo nos va a afectar, me gustaría llamar la atención sobre algunas tonterías que se están soltando en los análisis y estudios y por supuesto, en los despachos de los gobiernos.
Yo creo que la gran tontería la ha soltado Miguel Sebastian, cuando afirma, hablando del IVA que España tiene uno de los tipos más bajos a la exportación. En fin, lo que parece que no se ha enterado el ministro es que el IVA es un impuesto al consumo que pagamos los consumidores, de tal forma que las exportaciones efectivamente tienen un tipo bastante bajo, (aquí y en todo el mundo), que es concretamente el cero.
Pero desde luego el gran despropósito, está en la propia estructura de tipos del IVA. Como seguro que todos sabemos, nos encontramos con que el IVA tiene 3 tipos que son el 16, el 7 y el 4; que van a pasar a ser el 18, el 8 y el 4. Se nos cuenta que el hecho de que un bien tenga un tipo u otro depende de la necesidad del bien. De tal forma que se suelta por ahí que los bienes de primerísima necesidad no van a subir, (son los que tienen el tipo del 4), cuando en realidad esto es absurdo y completamente falso.
Si echamos un vistazo a los distintos artículos nos encontramoscon absurdos como que la electricidad tiene un IVA del 16%, (pasará al 18), la carne un tipo del 7%, (pasará a ser el 8), y los periódicos tendrán un IVA del 4%. Desde luego es difícil defender que la carne o la electricidad sean menos necesarios que los periódicos. Y es que la lista de productos en cada tipo de IVA no tienen absolutamente nada que ver con la necesidad, (salvo honrosas excepciones), sino que son un auténtico coladero para favorecer a sectores determinados.
A pesar de que nos vendan que los tipos del IVA se determinan en función de las necesidades de los consumidores, lo cierto es que en las negociaciones, lo que se habla es de las condiciones de los mercados y desde luego la posición de cada lobby. Por supuesto, esto entronca con los efectos de los impuestos indirectos en los precios de los productos. Cuando pagamos un bien, nos encontramos con que en el precio de los bienes y servicios una parte va para el estado y otra para la empresa. Por tanto, cada sector tratará de que el impuesto sea lo más bajo posible, para detraer del precio el mínimo importe posible para el estado.
Cuando se negocia el IVA del sector hostelero, (lo que está ocurriendo ahora), para pasarlo del tipo reducido actualmente al tipo superreducido, no es que a alguien se le haya ocurrido que es más necesario cenar fuera que usar compresas, (pasarán al 18%). Es simplemente que en la hostelería estamos ante un entorno de demanda elástica y lobby organizado, lo cual lleva a que el impuesto del IVA será menor por el poder de la oferta sobre el gobierno, y de la demanda sobre la oferta. Exactamente el mismo argumento que usa la prensa, el futbol, y las eléctricas, para pedir rebajas del IVA.
El caso es que desde luego tiene razón el que dice que el IVA va a afectar a las empresas, (aunque se olvide que no a todos), y entonces debemos entender que el PP tiene razón en su argumentación, aunque por supuesto olvide algunos detalles.
Por supuesto, debemos entender que si a las empresas les afecta de forma desigual, lo mismo ocurre con los consumidores, de forma que unos consumidores serán muy perjudicados y otros no tanto. Para tratar de entender esto, debemos tener en cuenta nuestro presupuesto o en que destina cada uno sus ingresos.
De nuestros ingresos, el dinero que no gastemos, no está sujeto a IVA por razones obvias, por lo que cuanto mayor sea nuestro ahorro, menos será lo que representa la subida, en este sentido está claro que el IVA es un impuesto regresivo.
Por supuesto, los gastos de préstamos, evidentemente no variarán por este motivo, de tal forma que en principio, las hipotecas no suben.
Los precios que van a subir en mayor proporción serán aquellos en los que la demanda no se puede retirar, (bienes necesarios), y sobre todo en los que exista un mayor poder de la oferta, (situaciones de monopolio u oligopolio), mientras que los precios de los bienes que dispongan de alternativas, que supongan procesos largos de decisión o que sean fácilmente prescindibles, resulta que es de esperar que bajen. En función de la cantidad de nuestra renta que destinemos a unos u otros, el impacto variará. Pero está claro que para una familia cuyos gastos se vayan íntegramente a bienes necesarios, el impacto será mucho mayor para una familia en la que estos representen una proporción inferior. Dicho de otra forma, en el caso de que alguien destine toda su renta a pagar la electricidad, (imaginemos un caso exagerado), la subida de sus gastos supondrá una subida del precio del 1,7%, (una factura de base imponible 100 pasaría de costarnos 116 a 118; lo cual supone una subida del precio del 1,7%).
Para una persona que gastase el 100% de su renta en bienes que tengan que reducir su precio, (por ejemplo agencias de viajes, que tendrán que luchar en un entorno en el que los clientes, tienen que subir sus gastos para afrontar las subidas anteriores), la realidad es que no sólo no tendría un impacto positivo, sino que incluso puede ser negativo y generar ahorros.
Y esto es desde luego, lo que al final explica que el IVA sea un impuesto regresivo y que basar la subida fiscal en el IVA es desde luego bajar la progresividad del sistema, ya que no es difícil comprobar que las rentas bajas tendrán nula capacidad de reacción, lo que supone que la recaudación se incrementará fundamentalmente vía las capas bajas de la sociedad. Y esto desde luego en un entorno que viene de la caída de poder adquisitivo, no es más que la mayor burrada que se puede realizar.
Respecto al efecto sobre las cuentas fiscales, está claro que va a ser anecdótica, debido a que los incrementos de recaudación en bienes básicos, van a ser compensados con el descenso en los otros bienes, de tal forma, que al final hasta es posible que la recaudación incluso baje, en todo caso tenemos por un lado fuerzas para que suba y por el otro fuerzas para que baje. ¿El resultado final?. Pues particularmente creo que va a ser negativo, (o sea que se va a recaudar menos), porque considero que va a caer por el traspase de unos artículos a otros, (recaudará más en electricidad pero menos en vehículos), y desde luego el ajuste tendrá que considerar la subida de los impuestos directos y la caída adicional de la actividad, (al caer la demanda de los bienes elásticos). Dicho de otra forma, el ajuste va a ser focalizado hacia sectores como comercio, textil, ocio, hostelería, viajes, automóvil,… de tal forma que las dificultades suben y volvemos a iniciar bajada en ciclo de consumo, por la necesidad de ajuste.
Otro efecto que claramente hará deteriorar la situación y en consecuencia afectar muy negativamente al consumo, es la propia regresividad del impuesto. En este sentido a las rentas altas no afectará, (no van a consumir más por la medida), pero a las rentas medias y bajas, (muy castigadas ya), les obligará a un ajuste mayor, (por la pérdida de regresividad del sistema fiscal, que lleva a que no sea difícil concluir que no es lo mismo intentar recaudar 5.000 millones entre todos los agentes, que cargando sobre clases medias y bajas).
Toda esta pérdida de regresividad se acumula al hecho de que el gobierno, haya eliminado el impuesto de patrimonio, haya bajado el impuesto de sociedades y haya incrementado los impuestos indirectos, (hidrocarburos, IVA, Tabaco), y por supuesto el I.R.P.F., (en el que en un ejercicio increíble nos vende que no ha subido, cuando lo han subido tres veces en tres años), lo cual en definitiva, significa que el sistema ha perdido una gran carga de progresividad, debido a que las rentas altas pagan ahora menos porcentaje de su renta, mientras las rentas medias y bajas pagan ahora más porcentaje de su renta.
Y para eso no tenemos más que escuchar a los únicos que no están protestando ahora por la subida del IVA, y que afirman que es la medida correcta. Pero eso lo he puesto en su día en un post que se llamó: “las recomendaciones de funcas”. Como todos y cada uno de los sectores, simplemente piden que se bajen los impuestos a los productos que venden, a la vez que a sus clientes. El hecho de que el sector financiero no lleva IVA y desde luego tratan de defender los intereses de las personas de rentas altas, que les generan mucho negocio, implica que a las entidades financieras les interesa un sistema fiscal con Sicavs, sin Patrimonio, con impuestos sobre sociedades reducido e i.r.p.f poco progresivo. ¿Qué hay que subir el IVA y los impuestos al trabajo?. Púes dado que no interesa el déficit porque les fastidia el tema, (Recordemos como a Botín le fastidiaron el día los de Standard & Poors).
O sea que ya pueden ponerse en el parlamento, en los periódicos o ya puede ser una burrada increíble este cambio fiscal, sin embargo, lo que tenemos que tener claro es que esto es lo que pedían las entidades financieras y contra eso, no hay debates que valgan.