He querido señalar esta frase que ha dado nuestro queridísimo presidente el domingo 23 de mayo de 2010, ante los alcaldes en Elche. Desde luego ha sido un discurso de 7 folios que puede dar para muchos titulares; la mayoría de ellos demagogia pura y dura, y otros argumentos simplemente errores garrafales. En puridad hay que reconocer que el gobierno, (bueno, ni la oposición, ni el FMI, ni el BCE, ni el BDE, ni los sindicatos, ni la CEOE…), han cambiado absolutamente nada de los discursos en los últimos años.
Como quiera que la realidad si ha cambiado sustancialmente, lo que podría tener algún sentido lo ha ido perdiendo hasta que las consignas de todos diciendo que todo es por los ciudadanos, que está todo controlado y todas esas cositas tan bonitas, ya parecen hasta amargas burlas.
Pero de todo el discurso, lo que más me fastidia, (no me preocupen porqué), es el “nadie lo pudo prever”; son muchas veces las que lo hemos oído y desde luego no es en absoluto cierto. Tal y como no lo fue las otras veces que “nadie lo podía prever”. Ya empieza a ser patético. ¡Ojalá se oyesen!; el ridículo sería graciosísimo, sino estuviésemos pagando todos las gracias.
Lo cierto es que en octubre de 2008, colgué un post acerca de los “cisnes negros”. Dije en su día (y hoy lo mantengo) que deberíamos distinguir entre acontecimientos inesperados e impredecibles; Una cosa es que nadie lo haya advertido y otra muy distinta que nadie lo pudiera advertir.
En ese post puse:
“La caída que viene en breve es completamente inesperada, y dentro de tres meses nos encontraremos con que nos estábamos recuperando pero la caída de algún gran grupo arrastrará a todo el mundo y logrará que esta incipiente recuperación quede en nada, (como ha pasado con Bearn, como ha pasado con Lehman).”.
Si nos damos cuenta la gran sorpresa es la capacidad de aguante. Lo que no se acaba de entender a veces es como se aguanta tanto. Lo de anticipar el desastre era desde luego muy sencillo. Bastaba hacerse unas pocas preguntas que hice en aquel post:
Se dice que creceremos a pesar de que el consumo, la inversión y el empleo sigan mal; ¿es coherente esto?. ¿Quién y qué va a comprar?.
¿Es razonable que los bancos sueñen con deshacerse del stock de pisos, cuando hay menos gente trabajando, con sueldos contenidos y pagando más impuestos?. ¿Creen en serio que en un país lleno de mileuristas con contrato temporal van a tener salida los pisos?.
¿Es viable analizar un sistema económico sin mirar la renta disponible y las condiciones de los consumidores?
Absolutamente nadie se hizo estas preguntas básicas y se ha ¿diseñado? Una política económica de espaldas a la realidad ¡otra vez!. Lamentablemente, nos hemos encontrado con la misma disculpa de siempre cuando al final somos los de siempre los que tenemos que pagar el pato: “Nadie lo podía prever”.
Pues me gustaría decirle a mi representante, que no era nada difícil preverlo; me gustaría decirle que lo extraordinariamente complicado era ver un final para la película distinto del que realmente ocurrió. Y era tan fácil preveer lo que iba a ocurrir, como es fácil prever lo que va a ocurrir en virtud de las medidas que están acordando. ¡y es una depresión!.
Claro que en el fondo, creo que lo saben, pero han optado por la demagogia, la mentira, la manipulación y el engaño. ¿Cómo se explica que cuando se anuncian las medidas nos cuentan que es para apuntalar la recuperación y ahora nos enteramos que es por una crisis muy fuerte inesperada?.
Entiendo por tanto que debo requerirle que cambie la redacción y donde dice “nadie pudo prever”, prefiero que diga “nadie quiere prever”. Si nos damos cuenta, cambia tanto el verbo, como el tiempo verbal, ya que ¡otra vez! nos cuentan que esto es una crisis financiera que ha degenerado en una crisis económica, y bla, bla, bla… Y otra vez están salvando a los especuladores, con cargo a los trabajadores, pensionistas, consumidores y ciudadanos. Es simplemente demencial que ante tal acumulación de “no se pudo prever”, sigan aún con la misma cantinela.
Han hecho un diagnóstico allá por el 2007, en base a dicho diagnóstico han tomado una serie de decisiones que han conseguido que los rescates sean cada vez mayores y ya estemos rescatando países. Por supuesto, siempre completamente inesperados y en el colmo del absurdo nos encontramos con que ¡no se cambia absolutamente nada!.
Nos cuenta que hubo que hacer un gasto extraordinario para salvar bancos, empresas automovilísticas, hacer obras en los ayuntamientos y mantener empresas en general. Y nos cuenta que se han tenido que endeudar para eso, porque no podían hacer más esfuerzos a los ciudadanos. Pero no nos cuenta cual era el plan. No acabo de ver en ningún lado como se podía pagar esto. Y por supuesto, no acabo de entender cómo es posible que ahora sí se pidan más esfuerzos a los ciudadanos, aunque en realidad aquí debería decir que se “exigen más esfuerzos a los ciudadanos”.
Nos cuenta en el discurso que han apoyado de forma decidida a los bancos para que reactivasen el crédito. ¿Tan difícil era ver que no se iba a reactivar el crédito?. Y con las medidas adoptadas ahora; ¿Qué cree que va a pasar?.
Nos cuenta en un ejercicio increíble de negación de la realidad que no ha habido ni cambio ni bandazos. Cuando el mismo nos cuenta que no contaban con la inesperada crisis que sobrevino a principios de mayo. ¿Cómo va a poder predecir algo?.
Nos cuenta que se reduce el gasto social un 1.5% del gasto de los ayuntamientos. Lo que no nos cuenta es que está considerando la mayor parte de la reducción como ¿Qué?. Sabe Dios que pirueta está haciendo para que salga esa cifra.
Dice que el esfuerzo que pide a los funcionarios es para proteger al 80% de los desempleados, pero olvida lo que ha dicho en otra parte del discurso. ¡la deuda fue para salvar bancos, empresas…!.
Nos habla del esfuerzo de la guardia civil, jugándose el tipo contra ETA y no nos cuenta que aprueba al día siguiente que los agentes de la guardia civil, la policía y los ejércitos van a cobrar del 1 de enero al 1 de mayo de 2010, la misma retribución que en 2008; y a partir del 1 de junio se les reducirá un 8, 9 o 10%, (según el grupo) su sueldo anual lo que significará que cobrarán entre un 14% y un 17% menos al mes. No nos cuenta ni si ese es el premio por jugarse la vida, ni desde luego como van a hacer las familias que pierdan un 17% de su sueldo de una tacada. No nos cuenta que los servicios no se pagan con una nomina inferior en un 17% a la del 2008, mientras aprueba subidas espectaculares de la electricidad, da vía libre a los bancos y demás.
Pero lo más grave no es lo que nos cuenta, sino lo que no nos cuenta. No cuenta que va a hacer con las personas que no han sido capaces de prever esto. ¿Cuántas veces van a tener que fallar todos los gurus, incluido el presidente, para que alguien se plantee el despido?. Tantas peticiones de flexibilizar el mercado laboral y resulta que curiosamente tenemos 4.500.000 de parados, (que parece que no llegan), y resulta que entre los gurús no hay ni una sola baja. Lo ya dicho; ¡El problema no es los que se han ido al paro; Son los que mantienen su empleo!.
¿No es tarea fundamental de todos los organismos nacionales e internacionales prever?. Es así de sencillo. No fue capaz de preverlo, ha fallado. No es la primera vez y no ha cambiado ni una coma, ¡no podrá prever las siguientes!.
¿Nos cuenta cómo va a servir este sacrificio para que mejoremos?. No, dice que es útil y que es por el país.
Nos dice que vamos a luchar contra el déficit, pero no dice de donde va a sacar la gente el dinero para pagar los impuestos necesarios para pagar esta deuda. Yo quiero pagar mi deuda, pero va a tener que explicarme muy bien, como vamos a hacer para pagar ingentes cantidades de dinero con sueldos congelados o recortados, mientras pagamos más por los bienes básicos.
Nos dicen que esto es un problema de deuda individual, pero no nos cuentan como cada familia podrá reducir el endeudamiento con unos ingresos menores. ¿Se sorprenderán de que llevando la ruina a todo el mundo se consiga la ruina?.
Nos dice que no va a ir a hablar de otros, y luego nos dice que no va a aceptar las lecciones de los otros, (¿Quién lo entiende?). Y puedo estar completamente de acuerdo en que los otros harían en síntesis las mismas tonterías. Pero lo que no nos dice es cómo podemos eliminar la desesperación al no ver soluciones por ningún lado. Eso se lo digo yo. Las medidas que ha aprobado son un completo absurdo que nos lleva a la más absoluta de las miserias. Debemos señalar que el hecho de que las medidas sean un absurdo no es porque las lance alguien que se define como socialista o alguien definido como popular o simplemente un marciano. Son absurdas porque nos van a hundir en la miseria, y es el presidente, como responsable de aprobarlas, el incompetente por no ser capaz de ver hacía donde nos dirigimos.
¿El bendito partido de la oposición tampoco se entera de nada?. ¡Pues muy bien!. Eso nos lleva a otra cosa que no nos contó: ¿Qué esperanza nos queda?.
Ahora hablan de solucionar el problema de deuda privada, de reactivar el consumo, y de crear empleo. Y el plan parece ser que hay que bajar los sueldos de todo el mundo, reducir las pensiones para el futuro, subir el IVA, no tocar a los ricos, meter otros miles de millones en CajaSur y abaratar el despido. Esto de que mañana se sorprendan que así nadie soluciona las deudas, nadie consume y se despida más gente; ¡será el mal chiste de mañana!.