Seguimos a vueltas con las dudas sobre si nos estamos recuperando o que es lo que va a pasar. Y la cosa sigue alcanzando niveles surrealistas. Mi opinión ya la he dado en repetidas ocasiones, como por ejemplo en el post “Aceleraciones, deceleraciones, recuperaciones en W…¡Basta ya!”, que puse en julio de 2010, o incluso en el “¿nos estamos recuperando?” de octubre de 2009.
La realidad es que el futuro en lo que se refiere a la economía está clarísimo. No hay ni una sola duda, tanto por las razones y los funcionamientos del sistema económico, (como he puesto en la serie de post de “Mandan los idiotas”. Aunque por otro lado podemos analizar lo que ha pasado en los países donde se han tomado las medidas que acabamos de tomar nosotros. En el post de “Bajada de sueldos y precios, (¡para variar!)” trataba de explicar lo que se hizo en Inglaterra en la segunda mitad de la década de los años 20 del siglo pasado. Como en las malas películas nos encontramos con un final que desde luego era más que previsible. Para no estropear el argumento, el titulo fue “la gran depresión”. Por supuesto, no hace falta ir demasiado lejos, porque en definitiva las medidas que se han tomado en España son las que se tomaron antes en Irlanda y el resultado es el que todos (o casi todos), deberíamos conocer.
Se mire como se mire, es sencillísimo saber lo que va a ocurrir, tan sencillo, como siempre que se han tomado las decisiones que se han tomado últimamente, (bajadas de sueldos, de pensiones, liberalizaciones de trabajadores, tropelías al por mayor a consumidores y demás perlas), el desenlace siempre ha sido exactamente el mismo. Por supuesto ni un solo caso se conoce en la historia de una economía que se haya desarrollado llevando a cabo cualquiera de estas medidas y por supuesto tampoco la combinación diabólica que nos encontramos ahora mismo.
El problema es que la economía, no importa ya que en algún momento resulta que hemos tenido primero una escisión de una parte de tal forma que el sistema económico pasó a dividirse en dos partes: Economía real y economía financiera, para que al final resulta que la economía financiera es la que importa.
¿Qué va a pasar con la economía financiera?. ¿Con los mercados financieros?. Pues realmente es sencillo también saberlo. Basta con volver a recordar el post de economía y sector financiero, donde en síntesis traté de justificar que el sistema financiero es aquella parte de la economía cuya función es financiar la actividad del resto. Si el resto se derrumba, el sector financiero se va a derrumbar.
Aquí las dudas, no son el que va a pasar, sino cuando, como y cuanto. ¿Cuándo va a caer, como y cuanto?. Estas son las principales dudas y desde luego nadie puede contestarlas, porque necesitaremos saber que decisiones van a tomar nuestros dirigentes. Sin embargo es fácil entender que por el lado de la economía la pregunta de “cuando” es ahora mismo. La economía se deteriora cuando alguien se va al paro, cuando una empresa cierra la persiana, cuando alguien pierde su piso, no puede pagar el crédito, no puede comprar comida o cuando sencillamente se descerraja un tiro en la sien. Es un deterioro que no se ve, que está completamente oculto y que ocurre con una velocidad pasmosa, ya que cada día nuevas personas entran en problemas.
Estamos en una situación en la que realmente estamos cerrando los ojos de una forma increíble con tal de no ver el deterioro que estamos sufriendo en un proceso implacable, pero que se va a acelerar con las medidas tomadas. En cambio las caídas de los mercados financieros son mucho más claras, mucho más rápidas y llamativas. De hecho no hace falta más que recordar lo acontecido en los años 20 del siglo pasado, en el que si nos damos cuenta, se tomaron unas medidas en torno a 1925 que llevaron al 29 de octubre de 1929, que es la fecha conocida de “la gran depresión”.
El caso es que a medida que la economía va cayendo, todos los esfuerzos son por mantener el sistema financiero. Y eso se hace con intervenciones masivas y con un absurdo cerrar los ojos. Nadie mira lo que está pasando y resulta que todos los males se achacan a la confianza. Voy a saltar un poco sobre el tema de la confianza debido a que tengo un post pendiente para hablar de este tema; pero sin embargo me gustaría dejar caer que la confianza no tiene nada que ver en esta situación, sino que realmente es un proceso que va en paralelo. La caída de los ingresos, la caída del empleo, las tropelías a los consumidores, y demás historias están ocasionando una crisis económica que nadie quiere ver. Y todas estas razones a su vez, están ocasionando la caída de la confianza. Ambas cosas son consecuencias. Cada vez somos más pobres lo que a su vez implica que cada vez tenemos menos confianza. Por supuesto, todos entendemos que nuestro papel es salvar al sector financiero, lo cual no ayuda precisamente. Si en la sociedad hubiese caído la cantidad de dinero y apoyos que han caído en el sistema financiero, la confianza de las personas hubiese sufrido el mismo proceso que la confianza de los inversores. (esta que les ha llevado a duplicar los precios de los activos financieros en un año).
Por supuesto, como nadie parece querer reconocer los problemas de las medidas que imponen los mercados, (que en realidad son gestores, directivos de entidades, analistas y demás fauna), la confianza se convierte en la explicación más plausible.
Es en este punto donde se encajan toda la serie de declaraciones, artículos, informes y post de diversos expertos, analistas, blogueros y demás en el que se trata de infundir optimismo a manos llenas. Y es este el punto donde se comienzan a discutir sobre la existencia de burbujas, (prueba irrefutable de que estamos en ellas). Y es donde nos encontramos con la curiosa sensación de que “decir ahora que esto es una burbuja, es como ir a una orgia de sexo, alcohol y rock and roll, a avisar de los riesgos de SIDA, venéreas, cirrosis, conducir borracho y problemas de oídos.”
Por supuesto, lo que espera al sector financiero es muy obvio, si recordamos que la lección más grave que nos queda por aprender sobre las burbujas es que siempre estallan. Otra vez la duda es cuando.