Cuando cayeron las subprime, las culpas de la situación se la llevaron los negritos de Alabama, lo que en España debemos agradecer a un tal Leopoldo Abadía que con evidente gracejo acuñó un término que se llama Ninja.
Como todo el problema era de unos irresponsables negritos de Alabama, todo siguió igual, nadie fue culpable, y los únicos que cambiaron (a la fuerza), fueron los ciudadanos de Estados Unidos. Más tarde, y tras unas cuantas inyecciones de liquidez en todo el mundo, resulta que la situación estalló también en Europa. Por supuesto, nos hemos encontrado otra vez con los irresponsables ciudadanos que no teníamos conocimientos financieros, que nos habíamos endeudado por encima de nuestras posibilidades y que además somos muy poco productivos.
Sin embargo, ya en diciembre de 2009, escribí un post en el que me preguntaba si el problema eran los conocimientos financieros de la gente de la calle. Más que nada porque pedirle al charcutero de la esquina que fuese capaz de anticipar unos años antes lo que ningún organismo internacional, banco o experto fue capaz de anticipar chirria un poco. Lamentablemente, lo peor no es eso, sino que a la luz de los datos, la sociedad si fue capaz de anticiparlo de alguna forma y ha demostrado mayores conocimientos económicos que los dirigentes; pero lo curioso del caso es que aunque podamos anticipar la situación, la realidad es que no podemos evitarla.
En medio de la crisis financiera cuando todo se vino abajo, los mensajes venían determinados por la necesidad de actuar sin pararse ni tan siquiera a considerar la posibilidad de que si el sistema financiero era demasiado grande para caer, es posible que fuese demasiado grande para ser salvado.
Pero en medio de la vorágine, y cuando los mercados financieros se derrumbaban, nadie se ha cuestionado ni el diagnóstico, ni tan siquiera si esto es una crisis económica que ha sido ocultada por una exuberancia financiera; y por supuesto, se ha obviado la búsqueda de responsables de esta situación. En un alarde de marketing impresionante ha surgido la teoría de los cisnes negros, que viene a decir algo así como que esta crisis viene de que se ha producido por un suceso que es muy poco probable. Teoría muy buena, sino fuese por la pequeña tontería de que el suceso improbable significaba que las sucesivas burbujas que se habían formado no hubiesen estallado. ¡Y es que a día de hoy aún ni tan siquiera se ha entendido que las burbujas siempre estallan.
Curiosamente, como todos y cada uno de los organismos fallaron estrepitosamente, ¡nadie tuvo que cambiar!; Si uno de los banqueros centrales, organismos o gobiernos de cualquier país occidental NO hubiese previsto la situación, resulta que sería un grave problema, y desde luego hubiese existido un cambio en dicho organismo y por supuesto en lo que ese organismo decía; pero como resulta que han sido todos, parece que tal cosa no ocurre.
En resumen, nadie ha puesto el menor interés en explicar en que se había fallado y mucho menos en buscar responsables de que el mundo entrase en la peor crisis de la historia. La coartada es que había que actuar y tirar hacia adelante, lo que se ha hecho cerrando los ojos, sin un plan y sin plantearse si lo que se estaba haciendo era lo adecuado o no. ¿Buscar culpables o determinar que había fallado?. En todos lados, quedaba pendiente para después, porque la clave era salir de la situación, (o más bien, que el sector financiero saliese de la situación en la que estaba).
El problema es que para salir de la situación, es clave saber porque se ha generado esta situación. Es importante saber que ha fallado para corregirlo y eso no ha pasado. Sin esta discusión, nos hemos encontrado con que en los primeros coletazos de una crisis, existieron dos modelos de actuación de países de pronunciación muy similar, (Islandia e Irlanda), que en síntesis tomaron las mismas medidas.
Sin embargo en Islandia, se llevaron los acuerdos de respaldar al sistema financiero a un referéndum, lo que no ocurrió en Irlanda, de tal forma que la sociedad Islandesa dijo que no claramente al rescate bancario. En el resto del mundo, las ayudas a la banca generaron un rechazo unánime entre las distintas sociedades, pero que se ha manifestado en encuestas, campañas, correos a congresistas y los instrumentos que la sociedad tiene.
Todos debemos recordar que se ha criticado hasta la saciedad la decisión que ha tomado el pueblo de Islandia, a la vez que se ha pasado de todas y cada una de las opiniones que las distintas sociedades a lo largo de todo el mundo hemos expresado como hemos podido, hasta el punto de que esto se parece más a unacolección de dictaduras que a la democracia.
En estos momentos, se ha comprobado que la decisión de Irlanda ha sido un desastre, (aunque se negaba hasta hace poco), mientras que en Islandia el mundo no se ha parado y se están recuperando y en España hemos conseguido llegar a una situación en la que el sector financiero no ha sufrido demasiado, (o por lo menos no ha sufrido demasiadas pérdidas hasta ahora), mientras la economía ha colapsado.
Por tanto, la conclusión no puede ser otra que todos los organismos, expertos y demás estaban equivocados, mientras la sociedad, allá donde la han tenido en cuenta, ha acertado. Por otra parte, como nadie ha reconocido la mínima responsabilidad y tampoco ningún error, el resultado es que se siguen tomando exactamente las mismas medidas que nos han traído hasta aquí.
El hecho de buscar culpables, responsables y lo que ha fallado es algo que tiene mucha importancia para salir de esta situación; pero sin embargo, estamos asistiendo a un cambio en el discurso que roza el absurdo y que nos muestra la inutilidad y la catadura moral de determinados personajes. A Miguel Angel Fernández Ordoñez, (gobernador del Banco de España), le han preguntado por un informe de sus inspectores que en 2006 advertían de la burbuja inmobiliaria y sus efectos. No es que se hubiese detectado esta burbuja en 2006; porque ya Cascos se había defendido de esta burbuja y el PSOE llevaba en su programa de 2004, solucionar el problema de la burbuja inmobiliaria; pero en 2006 se lo comunicaron oficialmente al gobernador del Banco de España.
Pues tras no hacer nada y decir que la burbuja inmobiliaria no iba a provocar efectos graves, (aterrizaje suave se decía….), ahora se le piden explicaciones y resulta que lo que ha dicho es que no tiene sentido buscar ahora culpables porque esto ya es cosa de historiadores.
Como podemos entender es un cambio esto de no buscar culpables porque hay que salvar a bancos, a pasar de no buscar culpables por que es cosa del pasado; pero no acabo de entender esto a que se aplica.
Porque juraría que si yo cojo un robo un banco, o por accidente atropello a una persona, seguro que no me servirá en un juicio esto de que ¡vengan los historiadores!. Más que nada porque las víctimas de las actuaciones que hayamos podido cometer merecen la justicia. Y en esta situación hay millones de víctimas, demasiadas como para la total impunidad de estos caraduras.
Pero más allá del tema de justicia, la realidad es que hay una frase que todo el mundo debería conocer: “Aquel que no conoce la historia está condenada a repetirla”, y en estas estamos; ¡repitiendola!; y como en toda segunda parte de película mala, incluso tenemos el mismo reparto, (en un ejercicio de nula vergüenza de los actores).