Hay días que me siento ya un poco pesado con tanta recopilación; pero en mi descargo tendré que decir que si los que nos dirigen se empeñan constantemente en repetir las mismas tonterías, tendré que decir una y otra vez lo mismo.
Una vez que Trichet ha hecho en síntesis lo mismo que ha hecho en julio de 2008, (eso sí en un acto de fé incomprensible confiando en que va a ser distinto); y ha subido los tipos de interés para luchar contra la subida del petróleo y el resto de las commodities, (sin que se plantee retirar la liquidez, lo que sería como en 2008 mucho más efectivo), aunque hace un par de meses, (cuando el petróleo ya estaba disparado y por tanto la inflación), nos contaba que el BCE no estaba condicionado por el precio del petróleo, sino que buscaba la inflación en el medio plazo.
La sorpresa ha sido desde luego limitada ya que desde hace mucho tiempo, estamos asistiendo a un proceso en el que se nos anuncian las subidas de tipos; (ya en 2009, me despaché a gusto con un post de respuesta al anuncio de los tipos de interés por parte de Páramo). Sin embargo el problema que tiene el BCE es muy simple, y tiene que entenderse desde el punto de vista que los tipos de interés no son un fin, sino que son un medio. Si el euro baja, se fastidia el sistema del carry trade y adiós a las entidades financieras; si el euro sube, adiós a los países. Es lo que tiene empeñarse en no ver una crisis económica y tratar de salvar las entidades financieras a costa de la economía; ¡Cuánto te das cuenta tienes montada una burbuja!.
Y en medio tenemos el tercer rescate de un país de la eurozona, lo cual en principio puede ser un poco indicativo de que aquellos que entre sus funciones está la estabilidad financiera de la eurozona, (véanse bancos centrales), algo no habrán hecho bien. Puede ser que el hecho de que no se planteen cambiar ni tan siquiera una coma de su estrategia, sea un acto planificado, (aunque esta explicación tiene la pequeña desventaja de que los bancos están salvándose solo a costa de las mayores salvajadas imaginables, lo cual es indicativo de que su situación tampoco es muy cómoda); puede que sea arrogancia, o puede ser lo de siempre; ¡pensar es un lujo que no se pueden permitir porque en el momento en que no huyan hacía adelante esto se cae!.
En definitiva, lo que se trata es de conseguir que esto tire hacia adelante como sea, y desde luego sin más plan que llegar a mañana. Pero ahora hemos de recordar un poco lo que ha pasado para entender a donde nos lleva esta carrera loca: Cuando la situación colapsó en 2008, (ojo, no confundir con el momento en que empezó la crisis, por que el colapso viene de algún lado), el país que primero adoptó una serie de medidas ha sido Irlanda. Todo el mundo entonces ha aplaudido las medidas tomadas por Irlanda que en teoría iban a permitir que Irlanda iba a salir de la crisis mucho antes y mucho mejor que el resto de los denominados PIGS. De hecho, existía cierta polémica por la I que en un alarde de análisis, lo mismo se asignaba a Italia que a Irlanda.
Pues en junio de 2010;he tenido que hacer un post en el que recordaba la situación de Irlanda, porque en este momento el consenso es que Irlanda lo había hecho todo perfecto; y la realidad es que ya con los datos en la mano teníamos un desenlace para Irlanda que no podía ser otro que el que ha ocurrido. En este post quedaba pendiente tratar de explicar las razones porque en ese momento no se hablaba de la situación real de Irlanda y tan sólo se hablaba de las previsiones, (a todas luces incomprensibles), que en ese momento estimaban un crecimiento del 3% para este año. Todo el enfoque de todos los análisis sobre Irlanda en esa época estaban basados en dos premisas básicas, Irlanda había tomado las medidas necesarias para el crecimiento, y a falta de datos en los que agarrarse a algo positivo, se descartaban todas las alarmas que indicaban la situación de Irlanda y nos enfocábamos en previsiones y análisis.
¿Nos suena este proceso?. Si ahora tratamos de enterarnos de la situación de España, comprobaremos que el enfoque se ha trasladado de forma casi mágica al maravilloso mundo de las previsiones. ¡Que si el paro va a bajar!, ¡que si vamos a crecer!, ¡que si el próximo semestre va a ser mejor!, ¡que si las reformas van a funcionar a medio plazo!. Sin embargo todos estos análisis no dejan de ser una forma más de intentar mantener el sistema financiero que depende de unas previsiones que solamente se puede creer quien tenga un especial interés en creérselas, y sobre todo en tratar de que nadie dude que las reformas que se piden sean las “necesarias para el crecimiento y el empleo”. Hablamos de términos de confianza, previsiones y slogans repetidos hasta la saciedad para tratar de justificar una realidad que no tiene ni la mínima base teórica, ni desde luego la mínima base empírica.
El problema es que estas reformas necesarias para el crecimiento y el empleo, en realidad son las reformas que tratan de salvar el sistema financiero a costa de la clase media, de tal forma que poco a poco deterioran la economía, hasta llegar a una situación en la que ni tan siquiera con un volumen de fondos brutal se puede esconder la realidad. El problema no es que la crisis esté cargándose la clase media, sino que el hecho de intentar salvar al sector financiero a costa de la clase media, se está cargando a la clase media., y sin clase media todo el sistema se desmorona. En definitiva, lo que desde todos lugares se está repitiendo de forma machacona es que hay que tomar unas medidas que afectan a todo aquello que se ha venido a llamar el “estado del bienestar”; en base a los argumentos de que en realidad son insostenibles, cuando en realidad se está destruyendo en base a unos intereses muy claros y todo el mundo, (bien sea deliberadamente o bien sea por equivocación), ha olvidado que las medidas que están dinamitando poco a poco, ¡fueron la solución a un problema muy similar!.
Los rescates no han funcionado, porque en síntesis empeoran la situación de desequilibrio; porque realmente no estamos rescatando países, sino que estamos rescatando a las entidades financieras a costa de los distintos países. Cuando se aprobó el primer rescate en Grecia, puse dos series de post; en la serie de “Europa entra a saco a rescatar a los de siempre”; trataba de explicar cómo en realidad los rescates no son rescates a países, sino que son rescates a bancos por los países; (como se puede comprobar en la serie de Rescate en Grecia). Lamentablemente no existe la mínima posibilidad de que los rescates de los bancos, (por favor dejemos de hablar de rescates de países), funcionen porque sus efectos son devastadores, (explicado de forma simple en la serie de “mandan los idiotas”).
De la misma forma, el mantra de “se ha evitado el contagio” es un cuento chino que se nos cuenta mil veces, que no tiene el menor sentido porque realmente no estamos hablando de una situación que se esté contagiando de país en país, sino que estaríamos hablando de una situación en la que en todos los países se están tomando una serie de medidas similares, que van provocando los efectos lógicos aunque a distinto ritmo. Dicho de otra forma, no es que estemos contagiándonos, sino que realmente todos los países están infectados por la misma enfermedad y van cayendo según la posición, (de la misma forma que en la sociedad primero caen las clases más bajas, luego las medias…).
Para corregir esta situación, hay que actuar sobre todo este sistema de dogmas que nos están llevando a un desastre, y esto pasa por recuperar la demanda y lograr que el sistema financiero sea el menor problema posible. En mayo de 2009, defendía que la solución era la salida del euro, e instaurar políticas de demanda; pero sin embargo a fecha de hoy, quizás ya sea tarde y la única solución pasa por comenzar a considerar muy seriamente los defaults.
Sin embargo, el problema es que estamos en todos estos dogmas que no tienen ni base, ni fundamento y bajo el poder de un sistema financiero; Por descontado un default, o una salida del euro, no serán soluciones milagrosas, y van a generar problemas, (no hay forma fácil de salir de esta situación), pero sin embargo el poder llega hasta el punto que desde los mercados financieros se fuerzan y piden estos rescates, mientras el presunto rescatado se resiste lo máximo posible. Esto normalmente se explica en base al coste político de aceptar el rescate, pero en realidad los gobiernos se resisten a los rescates porque todos saben lo que supone y es demasiado grave hasta para ellos. Por esto al final cuando el gobierno pide el rescate nos encontramos con la expresión, (pocas veces se ha usado de forma más afortunada), “el gobierno claudica”.
Y para el futuro inmediato me gustaría llamar la atención sobre dos aspectos que creo que vamos a encontrar próximamente:
El primero es la idea de “La culpa ha sido de los políticos portugueses que no han aceptado un recorte hace unos días y ahora se van a encontrar con uno superior”. Cada vez que un Español, o un ciudadano de cualquier otro país, escuche este mensaje, ha de saber que no es una explicación del pasado, sino que es un análisis para nuestro próximo ajuste.
El segundo ha sido algo que no hemos oído. Hoy los mercados financieros no han explosionado, sino se reparten entre moderadas subidas y pérdidas. La explicación es evidente, por un lado Trichet ha subido los tipos y por otro lado tenemos la noticia del rescate de Portugal, por lo que parece lógico que los mercados bajen; pero si tenemos en cuenta que en todos y cada uno de los rescates, nos hemos encontrado con que los mercados se disparan hasta el punto de que generan las mayores históricas de la bolsa.
En definitiva, lo normal y lo lógico no hubiese sido esperar una bajada de la bolsa; sino que la situación es grave cuando el rescate no ha provocado un subidón.