Después de comentar la apertura de la investigación por parte de las autoridades de competencia a las patronales del transporte por remitir en 2006, una circular en la que se recomendaba repercutir el precio de la subida del gasoil, me gustaría recopilar algunos de los post acerca de distintos casos muy flagrantes en los que la comisión nacional de competencia no ha hecho absolutamente nada, (por defender la competencia, claro).
Debemos recordar que el artículo 1 de la ley 15/2007; dice textualmente:
“. Se prohíbe todo acuerdo, decisión o recomendación colectiva, o práctica concertada o conscientemente paralela, que tenga por objeto, produzca o pueda producir el efecto de impedir, restringir o falsear la competencia en todo o parte del mercado nacional y, en particular, los que consistan en:
La fijación, de forma directa o indirecta, de precios o de otras condiciones comerciales o de servicio.”
Quizás puede ser que tengamos que esperar unos cinco años, pero desde luego a lo largo de este blog van unos cuantos ejemplos acerca de la impunidad con la que determinadas empresas e incluso instituciones se saltan a la torera todas las normas de la competencia.
Uno de los primeros casos que traté fueron unas declaraciones que en su momento me escandalizaron; pero que hoy la verdad, ya suenan incluso como normales; hablaba de “El Corte Inglés”, que reclamaba un gran pacto sectorial para salir de la crisis; en particular, reclamaba colaboración de verdad, (no con la boca pequeña) para acabar con la guerra de precios.
Parece un poco curioso que se sancione a los transportistas por recomendar la repercusión en las tarifas de la subida de gasoil, mientras desde El Corte Inglés, en público y con luz y taquígrafos, se nos cuenta la necesidad de llegar a acuerdos de precios, y que a ser posible esta vez sea distinto y que se cumpla.
Desde luego el hecho de que un directivo de una gran empresa española proponga estas cosas en público queda superado cuando unos meses más tarde son las empresas tabacaleras las que le piden al gobierno un cambio en la estructura impositiva, (no una subida de impuestos), para acabar con la guerra de precios en el sector. Dicho de otra forma, se pasa de proponer un acuerdo en el sector, (en público), a pedir al gobierno que adopte una posición activa para impedir la competencia en precios en el sector. Como ya anunciaba en el post, me temía que en lugar de iniciar actuaciones legales, el gobierno no ha hecho otra cosa más que aprobar exactamente lo que las compañías pedían, de tal forma que antes de la entrada en vigor de la norma, nos hemos encontrado con la subida de precios espectacular, que ha permitido a las tabacaleras soportar la caída de ventas en torno al 30% en tabaco, manteniendo la facturación, a la vez que no se incrementa la recaudación del estado.
De nota es lo de las compañías de tabaco que ahora buscan mejoras fiscales, y para esto no dudan en recriminar al gobierno la aprobación de la norma que ellas pedían.
Pero con todo, al final el proceso lo superan los que siempre parece que no tienen límites y es el sector financiero; porque resulta que en este caso, no es que sean las entidades las que propongan cambios estructurales a los gobiernos o reguladores para evitar la guerra de precios. En este sector, resulta que son los Bancos Centrales, los gobiernos, (y por supuesto, los bancos), los que se implican directamente en ¡que las entidades no compitan!, porque nos cuentan que en una guerra de precios no gana nadie. Y en estas estamos en este mundo, en el que primero se toman una serie de medidas, un poco sutiles para eliminar competencia, pero que van degenerando según va transcurriendo el tiempo, en un proceso en el que he pasado del post “El Banco de España prohibiendo la competencia” en diciembre de 2010, a otro que tuve que llamar “Tras las sutilezas, ¡otro golpe a la competencia!” porque ya ni se me ocurre un nombre apropiado para tal situación.
Y en medio de esta evolución, lo que queda meridianamente claro es que lo de libre mercado y competencia no es más que palabras bonitas, que se aparcan inmediatamente cuando interesa a algún grupo con poder; y lo absurdo de este momento es que a estos mismos grupos les interesaba ahora la competencia en el sector del transporte, (que no en el de las gasolinas), y por esto llegamos al absurdo de que toda esta tendencia al desmoronamiento de todas las normas de la competencia, se ve interrumpida por la decisión de iniciar un expediente a cuenta de una circular muchísimo más light que cualquiera de los hechos mencionados, y emitida por unas empresas que desde luego no tienen el poder que tienen los mencionados.
Desde luego no es difícil sospechar que estos hechos son algo que destrozan cualquier sistema económico.
En fin, espero que este post sea publicado porque me pillará fuera del mundo on-line; pero en todo caso me gustaría recordar que el domingo hay manifestación convocada por “democracia real ya”, y por supuesto seguir evitando Repsol, Campsa y Petronor en Mayo, dentro de la iniciativa de “la lotería de las gasolinas”; (por qué es más que evidente que los de competencia, parece que no los pagamos nosotros, o lo que es peor; sí que los pagamos nosotros pero representan a “los otros”