Expansión se hace eco de un informe del Banco de España, en el que al final se llega a una conclusión que no puede ser calificada de otra forma como expresiva de un gran drama de la economía.
El citado diario nos propone un viaje por nuestro barrio y que pensemos; ¡Pues para que no se diga vamos a pensar!.
Resulta que lo que el periódico define como funcionarios, en realidad se refiere a todo el personal al servicio de las administraciones públicas y en torno a 500.000 más que saca de una aproximación curiosa que hace el banco de España. En su día ya hice un post acerca de la curiosa forma que tiene el Banco de España de contar, (algo que también le pasa con los bancos).
En fin, lo primero es que los empleados públicos son 2.680.219, (y funcionarios 1.626.533) a julio de 2010, en lugar de los 3.186.000, que nos cuentan a través de un proceso de estimación que está muy bien si no fuese porque estimar un dato es útil cuando no conocemos el dato exacto, (como en este caso, que disponemos del registro de personal de las administraciones públicas que nos da número exacto de empleados por tipos, administraciones y unos cuantos folios de datos que supongo que el Banco de España puede comprobar siempre que tenga conexión a internet).
Lo segundo es que debemos pensar que el número de empleados públicos en España incluye a todos los médicos, profesores, enfermeras, policías, guardias civiles y demás fuerzas de seguridad del estado, incluye a los jueces y a todo el personal de justicia, incluye al banco de España, hacienda, incluye un ejército… En fin, una lista de actividades que no es precisamente reducida.
Pues teniendo en cuenta este pequeño dato; vamos a tratar de entender la siguiente afirmación: A los del Banco de Expansión, y (extrañamente sin critica del redactor de la noticia de Expansión), le alarma el hecho de que haya ¡más funcionarios que bares!.
¿Pero en qué país vivimos en que haya más gente trabajando en educación, sanidad, defensa, seguridad (y unos cuantos más que no voy a enumerar por largo y porque seguro que se ha pillado la idea) que en bares, en comercio o en ¡talleres de reparación de vehículos!?
En fin, lo bueno es que gracias a los sabios consejos de los bancos centrales, que están dando toda una lección de saber hacer, de democracia, inteligencia y conocimientos económicos, nos encontramos con que se está enfocando bien hacia el modelo económico que tan desastrosos resultados nos está dando. ¡Y menos mal!; porque la gran mayoría de las casas de análisis ya han puesto el grito en el cielo. Y es que es lógico. A la vista de los informes y las conclusiones, lo que está claro es que lo que necesitan algunos son ¡bares!, porque sólo con una gran intoxicación etílica se explican ciertas recomendaciones. Más que nada, porque tenía entendido que teníamos pocos médicos, faltan jueces y en general tenemos ciertas carencias que hacen que en las estadísticas de determinadas profesiones por habitantes estemos a la cola de Europa. ¡Y curiosamente en bares arrasamos!. Por lo que creo sinceramente que pedir más bares que funcionarios es un poco curioso. (sobre todo si luego lo completamos con la frase de lo de “cambiar el modelo”).
Pero ya que estamos nos encontramos con otro lamento curioso; se nos cuenta que el sector privado ha tenido el “ajuste lógico de empleo”; (lo que suena un poco extraño tras todos los dogmas que nos cuentan que el empleo privado es muy rígido); y se quejan de que el sector público no ha seguido el mismo proceso.
Pues a ver si alguien es capaz de explicarles a estos insignes señores del Banco de España y los formadores de opinión, que despidiendo gente no se crea empleo. Y que ya puestos a deprimirse, lo que toca es deprimirse porque se despida gente en el sector privado; (en lugar de verlo lógico), en lugar de asumir esto como un dato y pedir que se despida en el público.
Más que nada, porque en esta extraña matemática de desempleo, producción y consumo, que nos proponen las cosas son muy sencillas; si propone que se despida a todo el mundo, resulta que los bares (estos que tanto le preocupan), tienen un problema que viene derivado de que tienen la inoportuna manía de pretender cobrar por sus servicios; y como quiera que necesitan cobrar, suele ser interesante que sus clientes tengan capacidad para ir a tomarse unas cañitas, lo cual nos lleva a la necesidad de tener renta disponible, (para lo que suele ser un punto a favor tener empleo, un sueldo decente y cierto control en toda la cantidad de oligopolios de los que ni el Banco de España ni Expansión, (con todo lo defensores del libre mercado que son), aún no se han quejado.
O sea que a ver si les entra en la cabeza a algunos que para que los bares funcionen, o el comercio funcione, o el mercado de automóviles funcione, o cualquiera de las empresas auxiliares de esta, lo que se necesita es que existan clientes, y para esto lo que se necesita es seguridad en el empleo y sueldos decentes, aunque supongan menos beneficios momentáneamente.
Y a ver si le entra en la cabeza a algunos que para crear empleo, lo que nos tiene que escandalizar es todo el empleo perdido, y dejar de calificarlo como lógico porque este desbarre y la manía de seguir abaratando el despido y disparando contra la renta disponible en esta situación es completamente disparatada.
Pd. Al que quiera montar un bar, no le recomiendo que lo monte cerca de sitios de trabajo; que lo monte cerca de estos analistas, periodistas y organismos económicos, (que creo que incluso hay más que bares). Empiezo a pensar que son grandes clientes de los bares, (aunque no tengo claro que sean clientes ejemplares, porque si estas tonterías las sueltan en frio, no quiero pensar como son las conversaciones de bar).