El otro día hablaba de si estamos rescatando a Grecia o a los bancos. Y la respuesta, lo miremos por donde lo miremos, no tiene demasiada discusión.
Más allá de que lo único que no es recorte en Grecia es la constitución de un fondo de capitalización que supone la puesta a disposición de los bancos griegos de 10.000 millones de euros, (que se han de ampliar en lo que estos necesiten); y más allá de que se van a generar unos beneficios privados a costa del expolio o la malventa de todo el patrimonio con algún valor del país, podemos tratar de analizar el plan de rescate “voluntario” de los bancos.
Por un lado, la banca ha estado comprando deuda pública Griega que les ha proporcionado unos rendimientos espectaculares. Como ya he dicho en más de una ocasión, parece increíble que estemos en esta situación y que los inversores, estén pidiendo garantías cuando lo que tienen es títulos que ofrecen rentabilidades incluso cercanas al 30%, calificadas como basura, de un país cuyos problemas no eran precisamente desconocidos.
El hecho de que se ofrezcan estas rentabilidades debemos tener en cuenta que es porque se compran los títulos con un gran descuento sobre el valor nominal. Por ejemplo si tenemos un bono de 100 al 5%, que nos da una rentabilidad del 20%, lo que significa es que hemos comprado ese bono de 100 al 5% por un importe de 25. Esto es muy importante entenderlo porque tenemos que entender que el nominal es lo que Grecia se obliga a pagar, y sobre lo que se calcula los intereses a pagar por grecia, (que es lo que cobra quien tenga el bono), y la rentabilidad lo que nos da es mediante una simple regla de tres el precio de compra del bono por parte del acreedor.
Ya sé que cuando hablamos de bancos toda perspectiva se pierde, pero esto es como si un inversor en pagarés de Nueva Rumasa, (que recordemos pagaba unos intereses mucho menores) se le ocurre pedir ¡algo!. Todo el mundo reaccionará inmediatamente con el ¿no sabías donde te metías?.
Pues el caso es que una gran parte de estos títulos, (que han generado grandes rentabilidades a los inversores), ya han sido trasladados al Banco Central Europeo, que a partir de mayo de 2010, se puso a aliviar los balances de estas entidades, (a costa de comerse los títulos). Esto significa que directamente el BCE pagó un sobreprecio de los bonos espectacular, después de que los acreedores disfrutasen de unas rentabilidades tremendas.
Pero aún quedan en el balance de las entidades financieras una buena cantidad de estos títulos, que evidentemente apenas tienen ningún valor (y por eso se compraron). Y en estas estamos. Si Grecia entra en suspensión de pagos, ocurrirá lo mismo que cuando Nueva Rumasa entró en suspensión de pagos. Los pagarés valen casi nada. Incluso si no es una suspensión de pagos, y se opta por alguna forma que implique suspender los pagos, sin suspensión de pagos, (se me ocurre un ejemplo claro, en el caso de Banif), las entidades financieras tendrían que reconocer lo evidente.
Pues con el plan de Europa, lo que se consigue es en primer lugar, que Grecia pague, y por lo tanto, que los bancos, (principalmente el BCE, y la banca francesa y Alemana cobre). Por lo tanto tenemos el primer beneficiado. Ahora se nos cuelan los acuerdos que se han alcanzado con la banca, (acuerdos que fueron negociados por París y Berlín con sus entidades financieras, pero que debemos pagar y cumplir todos en un raro ejemplo de democracia).
El acuerdo implica que los bancos tendrán que refinanciar una parte, o sea que no pueden salir completamente de Grecia, Por supuesto presenta ciertos riesgos para las entidades, que sin esta obligación saldrían obteniendo (gracias a todo tipo de apoyos públicos) el 100% del nominal, (importe muy superior a lo invertido en títulos que más que de alto riesgo, deberíamos llamar kamikace).
En conjunto se generan unos efectos cuando menos curiosos. La realidad es que las entidades financieras se comprometen a comprar títulos a largo plazo, (30 años), por el 70% de los vencimientos que vayan teniendo.
Esto quiere decir, que a cambio de los títulos que ahora tienen, consiguen inmediatamente el 30% del importe nominal; el 70%del nominal restante se convertirá en deuda de Grecia, con un tipo entre el 5,5 % y el 8%. Por lo tanto, tenían el titulo que no vale apenas nada, y ahora tienen el 30% en dinero y otro título.
Pero Grecia, (aunque pague el 8% por este 70%), no puede disponer de este importe, sino que obligatoriamente tiene que prestar este dinero a una nueva institución, (que no pagará intereses hasta el final de los 30 años). Aunque sean los mismos intereses los que cobra Grecia del vehículo de inversión, que los que paga, la realidad es que pagará antes, y cobrará después, por lo que perderá muchísimo dinero derivado de inflación y posibilidades de reinversión. En la práctica, la realidad es que Grecia, no pagará el 8% del dinero que consiga (aunque sea para cancelar deuda), sino que pagará en torno al 11%, si tenemos en cuenta que sólo puede disponer del 70% de lo concedido. (si tengo que pagar 8 por cada 100 euros que pueda conseguir, pero solo puedo disponer de 70; en realidad estoy pagando 8 por 70 euros que consigo).
Este dinero que Grecia presta a esta entidad, la entidad lo invierte en deuda de países con una Triple AAA, (Francia y Alemanía); lo cual tiene unos efectos curiosos; por un lado, resulta que los acreedores tienen ya el 30% del valor NOMINAL (que no de compra) de los títulos (cuyo valor es muy dudoso), y ahora tienen el 21% del NOMINAL en títulos de gran calidad. Pero es que además resulta que se va a incrementar la demanda de deuda de Francia y Alemania, lo cual implica que el precio de la deuda de estos países se incrementa, y por tanto estos países van a tener que pagar menos por la deuda.
Si nos damos cuenta, esto implica una mejoría en las condiciones de financiación de estos dos países, y de rebote en las cuentas de los bancos de estos dos países, que obtienen otro gran beneficio.
Esto tiene un pequeño inconveniente, y no es otro que la prima de riesgo. Si la rentabilidad de la deuda alemana cae, (pagan menos porque inventamos demanda de estos títulos), la prima de riesgo de los demás países, (que es la rentabilidad del país menos la alemana sube), de tal forma que las situaciones de los países periféricos empeora.
Y haciendo un resumen, hemos partido de una situación en la que determinadas entidades financieras tienen en sus balances unos activos que no valen nada, un país destrozado económicamente y endeudado, y la periferia amenazada por las primas de riesgo. ¿A dónde llegamos?.
Las entidades de crédito acreedores, cambian unos títulos sin valor real, pero en base a su valor nominal, de tal forma que obtienen el 30% en efectivo, el 21% en títulos de máxima garantía, (además avalados por el mecanismo de estabilidad financiera), y el 51% en títulos que tienen unas condiciones nominales mejores.
Poniendo el ejemplo, es como si comprásemos por 25.000 euros unos pagares de Nueva Rumasa por los que la empresa se obliga a devolver 50.000 euros al 9%; (en teoría nos saldría una rentabilidad del 18%) y cuando la empresa tiene problemas, aceptamos un sacrificio que consiste en que nos dan 15.000 euros (el 30% del nominal), pagarés de Coca Cola por importe de 10.500 al 8-9% y un pagaré por 24.500 euros de Nueva Rumasa al 15%). Y todo ello ante la quiebra inminente de la empresa.
Alemanía y Francia, ponen una parte del coste, salvan a sus bancos y logran rebajar el coste de la deuda, lo que hará su parte más asumible.
Y el resto de países lo que hacemos es poner el resto, comernos los ajustes, aguantar los insultos de la Merkel, y pagar un poco más por nuestros tipos de interés porque la subida de prima de riesgo, (derivada de la bajada del bund alemán), implica que suben nuestros CDS, y en consecuencia suben los tipos, en una escalada que todos sabemos dónde acaba.
Y en definitiva, lo que tenemos aquí es un gran pelotazo, en el que los bancos ganan una pasta, y los contribuyentes de toda Europa, lo pagamos de tal forma, que los contribuyentes alemanes y franceses ganarán un poco, mientras los Periféricos simplemente nos arruinamos tanto por el coste, como por las medidas.
Y Grecia como país, queda con una deuda aún mayor, (por lo tanto no se reduce el problema de endeudamiento), con la economía aún peor, (por lo tanto se reducen las posibilidades de pagar), endeudada en moneda extranjera, (porque estos instrumentos se acogen al derecho inglés en lugar de los bonos iniciales, lo cual no les deja escapatoria), sin patrimonio y con una cantidad de monopolios en manos privadas que pone los pelos de punta.
Pues ya diremos quien gana, y quien pierde. A quien se rescata y quien rescata y sobre todo quien tiene motivos para estar indignado y quien tiene motivos para callarse. Pero lo que tenemos que tener claro es que toca un poco los huevos esto de que hayamos pasado del “no ayudamos a los bancos”, (mentira acojonante), a “los bancos se sacrifican”, mientras la estafa crece.