El 12 de marzo de 2004, los españoles nos encontrábamos en shock por culpa del salvaje atentado que se había producido. Mientras los políticos se enzarzaban en sus disputas particulares, la sociedad ofreció toda una lección de firmeza, de repulsa de unos actos execrables y de unas personas, que han perdido tal calificativo usando el terror.
Por las tonterías de los políticos, al final el lema de la mayor manifestación de la historia de España fue “Con las víctimas, con las Constitución, por la derrota del terrorismo”. Hoy todos aquellos que se escondían detrás de la constitución española están intentando acabar con lo poco que queda de un documento que no ha sido otra cosa que un panfleto en manos de patriotas de salón vendidos a los mercados financieros.
Hoy los españoles estamos en shock; Es cierto que el problema es distinto. Las personas que en su día nos intentaron doblegar usaban el terror y las armas, la sangre y el ruido. Hoy nos intentan doblegar usando la mentira, la manipulación, la discreción y la demagogia. Pero siendo distinto el problema es la misma la solución.
Hoy lo que tenemos que hacer es también es estar con las víctimas, que hoy somos todos literalmente. En particular debemos acordarnos de aquellas que hayan sido especialmente perjudicadas. Y tenemos que entender que con unas políticas que consisten en recetar miseria para todo el mundo, no se puede generar riqueza. ¡Sólo se genera comida para los buitres!.
Hoy tenemos que defender la constitución. No llega con exigir que no se malvenda a unos mercaderes; sino que debemos exigir que deje de ser un panfleto que los políticos se saltan siempre que les interese. Tenemos que defender que la constitución sea el marco fundamental de las normas de la sociedad, y no un contrato bancario.
En el punto 3 del artículo 135 se reconoce específicamente la prioridad absoluta de pago para los tenedores de deuda. Tenemos que evitar que de forma impuesta, con nocturnidad, engaño, mentira y ocultaciones, se incluya en la constitución la prioridad de los intereses de ningún colectivo en particular. ¡y mucho menos aquel que ha atacado el estado en busca de beneficios particulares traspasando las pérdidas a la sociedad!.
En el artículo 135 se reconoce la supeditación de la soberanía nacional a los intereses de otros, Todos sabemos que además son los intereses de políticos que ni tan siquiera representan a los ciudadanos de sus países.
No se puede admitir bajo ningún caso semejante atentado.
Y tenemos que manifestar nuestra repulsa a todas aquellas personas que se esconden bajo la máscara de los mercados. Los mercados no deciden, no piensan, no piden y por supuesto tampoco ofrecen. Los mercados no mienten, no engañan, no arruinan a muchos para enriquecer a otros. Son las personas que se esconden detrás de estos mercados sobre las que debemos manifestar nuestras repulsas.
Debemos repudiar a todas las personas que bajo ideas como la creación de valor, generan negocios particulares a costa de todo el mundo. Debemos repudiar a las personas que nos venden patriotismo, mientras aprovechan las normas para desmantelar el país. Debemos repudiar aquellas personas que nos hablan de sacrificios negándose legalmente e ilegalmente a contribuir a ese sacrificio que venden. Debemos repudiar en definitiva a todas las personas que continuamente nos cuentan unas recetas que suponen un coste para los ciudadanos y unos beneficios propios, que nunca llegan porque siempre pasa algo inesperado.
Debemos repudiar a todas las personas que nos engañan, que nos saquean y que nos roban, y a todos aquellos políticos y poderes que han olvidado que ¡ESTA ES LA CAUSA DE LA CRISIS!. ¿Cómo va a estar un pueblo permanentemente saqueado?. Debemos repudiar a todos aquellos políticos que en definitiva contribuyan a entregar el estado a los mercaderes.
En particular debemos repudiar a cada uno de los congresistas y senadores que voten por una reforma que venden como democrática pero que hacen con nocturnidad, alevosía y sin consultar. Lo hacen porque los robos siempre se hacen así.
Por esto es importante que se acudan a las concentraciones concentradas, cada cual en su lugar. En Coruña será el domingo 28 de agosto de 2011 en la plaza de Orense a las 20.00 horas.