Todas las navidades mucha gente asume un determinado ritual que es decorar el árbol y construir el belén. Normalmente se tira de lo que tenemos almacenado y a lo mejor alguna tontería que vayamos comprando. El proceso es simple; se empieza con un esquema más o menos pensado y se va colocando lo obvio. El caso es que al final resulta que siempre sobran piezas y llegamos al punto de “¿Y dónde coloco esto?”. Al final resulta que tenemos la estrellita en el árbol y el niño Jesús en el belén y alrededor de esto colocamos lo que tengamos.
Redactar una normativa determinada no es lo mismo que decorar un árbol de Navidad, porque siempre que se pone cualquier frase es por un motivo en particular. En la redacción de las normas a veces existen olvidos, en el sentido de que una determinada situación puede no ser contemplada, (las famosas lagunas legales). Sin embargo todo lo que está es por algo.
Por lo tanto la prioridad absoluta de pago a los títulos de deuda pública y operaciones financieras están por algo y esto es para dar una prioridad a unos agentes determinados en una situación determinada. Por lo tanto, el mero hecho de que esta cláusula exista significa que la posibilidad de esta situación se dé, ha sido contemplada y discutida.
Los legisladores, los grupos de presión, o sí se quiere ver, los mercados han considerado esta posibilidad y han adoptado determinadas medidas, en consecuencia. Estas medidas, pasan directamente por la solución del problema inmediato del sector financiero. Es así de sencillo. Los bancos y fondos son los tenedores principales de toda la deuda de los distintos países, y en consecuencia lo que se busca es toda forma posible de que no pierdan, aunque se carguen el resto del mundo. Hemos tenido el ejemplo de todos los países rescatados donde en uno y otro caso hemos tenido esta situación; los bancos logran traspasar las pérdidas, y los países quedan completamente destrozados, (tanto los rescatados como los rescatadores).
Nuestros políticos, (los que defienden nuestros intereses), han votado todas y cada una de las medidas de los últimos años, (y esto no es una excepción), bajo la premisa de dar tiempo a las entidades financieras a escapar de las pérdidas, a costa de los ciudadanos. Es lo que se han olvidado de contar desde el principio. Las pérdidas se han traspasado a los ciudadanos.
En esta ocasión, y una vez planteada la situación de suspensión de pagos en distintos países, (aunque todos queramos pensar como Ruiz Mateos y el “no nos dejes caer”, la realidad es muy cruda), han decidido que esto supone que en esta situación no se pagan nóminas de funcionarios, pensiones, ni las facturas de autónomos, ni de concesionarias, ni las prestaciones de desempleo, ni absolutamente nada. No hace falta entender que esto será la ruina generalizada del país y una situación que se sostendría sólo días.
Los ciudadanos no hemos podido ni tan siquiera discutir sobre esta posibilidad, (que recordemos es la que genera este párrafo del artículo 135.3), porque ni los políticos nos han preguntado. Además los medios de comunicación, bien sea porque no se han enterado, bien porque no han querido enterarse, no han informado en absoluto de esta medida, que me gustaría dejar claro es un punto concreto para una situación concreta.
Recurrentemente, se culpa a la ciudadanía de la situación en la que estamos, bajo la socorrida frase de que somos todos responsables. Si bien es cierto que puede existir cierta responsabilidad en todo este engaño masivo que nos deja en una situación muy difícil, (y que de aprobarse esta medida solo puede ser extrema), hoy se comprueba perfectamente la dinámica que nos ha traído hasta aquí.
Lo realmente grave es que al final somos nosotros, (y en este caso en particular el “todos” es literal), los que tendremos que ponernos las pilas. Los políticos no han cumplido su papel de representar nuestros intereses y nos entregan en medio de unas discusiones y unos mercadeos que son una auténtica vergüenza; y los medios de comunicación han fallado por que su obligación no es servir de canal publicitario a todo lobby que pase por ahí, sino que han de informar sobre los aspectos que nos afectan a todos.
La aprobación de este punto 135.3 en la constitución española será un desastre, y yo me siento en parte culpable, porque a pesar de que desde el mismo momento en que lo he leído, he convertido este blog en un aspecto monotema, (o casi). Sin embargo, está claro que no es suficiente.
Necesitamos que un 10% de diputados y senadores pidan el referéndum, para tratar de frenar este desastre. Para esto necesitamos que estas personas entiendan que esto es un desastre y además que tengan la responsabilidad necesaria para pensar en el país, en una situación en la que estoy completamente seguro que estarán bajo una presión y un chantaje indescriptible.
En definitiva, tenemos que conseguir equilibrar la decisión y que estas personas, (son eso), que nos representan entiendan que nos llevan al desastre y que esto es algo más que un dato macroeconómico. Tenemos que conseguir que cuando circulen por la calle o cuando están en una cena o donde sea, que miren a los ciudadanos e imaginen la situación que se puede generar. Soy perfectamente consciente de que se tiende a deshumanizar, pero ahora mismo necesitamos que entiendan que todas las personas que se cruzan van a pasar por una situación que nadie sabe cómo puede acabar, porque lo que trata de evitar esta reforma es que las suspensiones de pagos afecten en el punto que afectan siempre. Lo malo es que esto es por una razón; ¡una suspensión de pagos no es buena, pero se trata de minimizar daños!.
Y yo no sé que más hacer. He intensificado la cadencia de post, he dormido pocas horas, he dado ya una charla y mañana doy otra para tratar de explicar esto, he explicado esto a quien me escuchase, (tanto en web como en la vida real), y estoy colaborando con otras personas, (tan piltrafillas como yo, pero con mucho más merito), para tratar de llevar a cabo todas las acciones posibles que se nos ocurran para tratar de parar esto.
Hemos hecho (bueno, yo la verdad apenas he colaborado por ser un inútil tecnológico), que se llama www.reformazo.com . Esta web tendrá menos vida que un yogurt, y no es más que un instrumento improvisado, (nadie espere un portal), para darle más difusión a esto.
No se trata de otra cosa que otro espacio más en el que varios trataremos de ir poniendo post durante estas dos semanas, o información, o ideas o lo que se ocurra. Donde se pueden sacar carteles para quien quiera ponerlos en la calle. Y donde se puedan dejar sugerencias o respuestas a una pregunta que debemos hacernos:
¿Qué debo hacer?.
Esta es la gran pregunta que muchos nos hacemos. Tenemos que lograr la mayor difusión y tenemos que lograr que por lo menos se discuta esto. Tenemos tan sólo dos semanas y todas las ideas serán bienvenidas. ¡Vengan de quien vengan!, y se dejen donde se dejen; todo el mundo las puede dejar en mi blog, me las pueden enviar a mi correo, las pueden dejar en esta página, las pueden enviar al correo que allí está. ¡lo que quieran!.
Si las envían allí quedarán automáticamente y cualquiera que pueda hacer algo podrá ir cogiéndolas y haciendo lo que pueda. Si las dejan en mi blog, yo las trasladaré.
Unos cuantos no queremos encontrarnos mañana en el desastre y menos aún con la sensación de que podíamos haber hecho más. Los que me conocen saben que no es fácil para mí pedir, pero hoy pido difusión a esta página o a este post, o a la medida o lo que sea. Pido que se cuente a todo el mundo este punto en particular de la reforma y pido sobre todo ¡IDEAS!.
Todo porque estamos en un momento clave. Gracias y perdón por el rollo otra vez.