Tras cuatro días alejado de los ordenadores, resulta que echo un vistazo a la prensa y me he encontrado con unas cuantas sorpresas. Está claro que últimamente si pretendemos seguir la actualidad, podemos pasar de leer los periódicos de lunes a viernes, pero lo que no podemos es perdernos los fines de semana.
Por supuesto, de democracia, política o economía no aparece absolutamente nada, porque todo es mentira, engaño y juegos de manos con discursos simplones que esconden el intento de mantener un engaño masivo que ya es cada vez más difícil de esconder.
Lo primero es que sorprende y mucho la nueva moda de los “errores” que van apareciendo. En principio hemos pasado de un punto en el que nadie se creía las cuentas de nadie, ya que parece que aquí estaba todo manipulado, y que los bancos y los gobiernos contabilizan la deuda pública, los inmuebles y en general todo tipo de derivados a un importe que ni de casualidad se pueden vender. Sin embargo ahora mismo parece que el problema empieza a ser otro.
En USA hemos tenido la avanzadilla en las cuentas de Bank of America, que ha pasado de banco desahuciado en Agosto a dar beneficios “derivados de reclasificaciones contables”; y parece que ha seguido con Alemania (que ha encontrado un error de 50.000 millones) e Irlanda que ha encontrado un error de 3.600 millones. Ya es casualidad que en los dos casos estemos ante noticias de que se descubre que la deuda pública de los países se reduce en algo más de un 2% de los PIB. En ambos casos, parece además que contabilizaban el doble de las pérdidas de los bancos.
Tengo que reconocer que no he tenido demasiado tiempo para tratar de entender de donde vienen semejantes errores, pero sin mirar demasiado sólo hay dos posibilidades para entender lo que ha pasado; la primera es que debemos entender que todo el mundo que se encarga de hacer y supervisar las cuentas de los bancos y países tiene un cociente intelectual de un solo dígito; (¡aunque lo contabilicemos al doble!), y además que parece que han estado buscando formas de buscar reflejar la situación peor de lo que estaba realmente.
La segunda opción es que estamos ante una escalada en la mentira y el fraude, y que resulta que el error es mostrar las cuentas reales. Es decir, si ahora todo el mundo está diciendo que tiene beneficios derivados de ajustes contables o que la deuda de los países es menor por problemas en contabilidad, podemos entender que lo que se está haciendo es directamente manipular la información para ofrecer una imagen mejor de la real. Es decir, estamos mintiendo directamente.
Sin que pueda poner la mano en el fuego por la inteligencia de nadie, tengo que decir que lo más plausible es que esta moda de los errores o ajustes contables, tiene mucho que ver con el deterioro de la situación y la necesidad de engañar. En este sentido no hay mejor forma que hacer desaparecer momentáneamente las pérdidas que el comunicar que los problemas son menores, y la única explicación, (por llamarlo de alguna forma), que se puede dar a que de repente todas las fotografías sean mejores es que existe un error.
La conclusión más inmediata es que se ha renunciado a solucionar esta situación y tan sólo se busca, cada vez con mayor desesperación, el engaño masivo para tratar de mantener un sistema que no se sostiene.
La semana pasada nos hemos encontrado con un acuerdo de la Unión Europea, que iba a ser el enésimo acuerdo definitivo de la crisis de deuda. Ese mismo acuerdo fue el enésimo acuerdo muy favorable para Grecia, y que significaba sacrificios para los países del centro de europa, (creo que tendremos que empezar a ponerla en minúsculas). Como siempre significaba un sacrificio de los bancos. Y como en el resto de los acuerdos, hemos tenido presiones y chantajes de los supuestos perdedores a los supuestos beneficiados del acuerdo.
Pues vendiendo un acuerdo definitivo, que no dura un fin de semana, en el que no se soluciona absolutamente nada a nadie, es difícil entender que existan errores. Añadamos en el contexto la quiebra de la gestora MF Global, (que supongo que no se habrá debido también a un error en las cuentas de las empresas). Para entendernos que esto no es otra cosa que un juego que se desmorona.
Como estamos acostumbrados el fuego de las noticias se centra en una Grecia, que convoca un referéndum entre los ciudadanos, acerca del plan de rescate. No deja de ser irónico también que todos los que cuando tienen un micrófono en las manos se califican como demócratas se hayan alarmado completamente por preguntarle al pueblo.
Todo el mundo dirá que es una irresponsabilidad, y que no sirve para nada. Todo el mundo dirá que el pueblo es tonto y que no sabe lo que quiere y de repente nos encontraremos justificando dictaduras, (aunque sin dictadores), mientras se repite machaconamente que “somos demócratas”. Pero curiosamente, resulta que o son ellos los tontos, o directamente nos están engañando.
El miedo al referéndum está en que cada intervención de los gobiernos supone unos beneficios impresionantes, (o una reducción de pérdidas impresionantes), para los mercaderes financieros. A su vez supone un empeoramiento de la situación del conjunto de ciudadanos. ¿Sí fuese beneficioso para los ciudadanos y perjudicial para los bancos, porque se ha de temer el referéndum?. La respuesta es sencilla. Nadie quiere los rescates porque no lo son. Son expolios vendidos como rescates, ¡y cada vez cuela menos!.
Hace poco algunos hemos intentado buscar un referéndum en España, a cuenta de una reforma de la constitución que nos ha puesto en una situación que es dramática a cambio de ganar cuatro o cinco meses en este juego. ¿esto es lo que se busca?. ¿Quién ha ganado?. En el caso de que exista referéndum y el pueblo manifieste la disconformidad con lo que han acordado los políticos, ¿Quién sería el poco inteligente?. Es fácil entender.
No hay errores contables, no hay errores de valoración y desde luego no hay razonamientos inteligentes y ni tan siquiera económicos. Lo que he visto tras un rápido repaso a los acontecimientos de este puente es más de lo mismo, pero desde luego con una escalada que ya incluye noticias muy preocupantes, como la de que Grecia ha relevado a su cúpula militar o como las declaraciones de distintos países que no dejan demasiadas opciones, (como Alemania).