Una de las noticias que ha pasado muy desapercibida en el follón griego es la sustitución de la cúpula militar el 3 de noviembre en medio de la crisis desatada por Grecia. Está claro que todo el mundo le ha dado cierto carácter de normalidad pero lo curioso es que lo primero que se ha desmentido es la existencia de un golpe de estado.
Curiosamente, nos hemos encontrado con una situación en la que el viceprimer ministro y ministro de economía, Evangelos Venizelos, ha tomado un papel muy activo en la crisis y claramente contrario a lo manifestado por el primer ministro.
Venizelos fue el primero en manifestar su disconformidad con la convocatoria del referéndum propuesto por Papandreu, mediante una carta que se ha hecho pública en la que encabeza la rebelión. En primer lugar sorprende un poco que sea el propio segundo del gobierno el que encabeza la rebelión.
Pero es que además si repasamos un poco la biografía de este señor, encontramos algunos detalles que nos pueden llevar a dos conclusiones; o estamos ante una serie de coincidencias inocentes o bien estamos ante un personaje muy siniestro y una situación un poco más peligrosa de lo que pueda parecer en un primer momento.
Por un lado, debemos tener en cuenta que Venizelos se ha enfrentado con Papandreu para presentarse a primer ministro de Grecia en el 2007, perdiendo en su partido. De esta forma, ha sido Papandreu el que ha sido elegido.
Al igual que Zapatero ha elegido a Bono, (su adversario en la lucha por el liderazgo del partido socialista español), para la cartera de defensa, Papandreu elige a Venizelos para la cartera de defensa. Entendiendo esto, podemos entender varios sucesos de esta semana de una forma separada o conjunta dándole cierta coherencia:
Venizelos ha sido hospitalizado esta semana; por lo que en principio, por lo menos durante algún tiempo, esta persona ha estado lejos del poder; se ha relevado a la cúpula militar del ejército sin que exista golpe de estado ni ninguna circunstancia que lo justifique en un momento en el que la tranquilidad es clave; debemos entender que dado que hasta junio esta persona era el ministro de defensa existe la posibilidad de que alguien haya decidido que tenía cierto poder sobre los militares. Por tanto, podemos entender que no existen relaciones entre estos hechos, o bien que el relevo de la cúpula militar responde a una táctica para reducir el posible poder de Venicelos.
En estos días se ha filtrado la noticia de que Papandreu no comunicó a Venizelos sus intenciones de convocar un referéndum. Esta noticia contradice de forma palmaria la realidad ya que como he explicado en el post acerca de la supuesta sorpresa del referéndum, el referéndum y las intenciones de la convocatoria no son de ahora, sino que por lo menos en el último mes, las intenciones de convocatoria del referéndum estaban claras y publicadas en numerosos medios de comunicación.
Sin embargo, las filtraciones de que Venizelos no conocía los planes del referéndum, (aunque increíbles), enlazan directamente contra uno de los argumentos por los que se ha desacreditado la convocatoria del referéndum. De la misma forma que es imposible pensar que los dirigentes europeos no conocían las intenciones de un referéndum, (aunque estaban publicadas en prensa y habían supuesto cambios normativos), es más difícil pensar que el viceprimer ministro griego era ajeno a esta propuesta.
La sintonía de las declaraciones de Venizelos con las tesis y lo comunicado a través de todos “los mercados”, que en esta ocasión hablaban a través de Merkel, Shauble y cia, nos hace recordar que Venizelos pasó a ser ministro de finanzas, (que no de economía), en junio de 2011, en el marco de uno de los planes de rescate y ajuste. Como podemos ver, es público y notorio que Venizelos fue nombrado ministro de finanzas y viceprimer ministro en el marco de negociar el segundo plan de ajuste, por lo que no será difícil deducir que su nombramiento es parte del precio a pagar; Está claro que la troika puede exigir todo lo que estime oportuno, llegando incluso a que pensemos que puede pedir una persona que va a defender sus intereses. Tampoco creo que sea demasiado difícil imaginar que una persona que buscaba llegar a ser primer ministro, está dispuesta a hacer bastante por llegar al poder.
En consecuencia, no es muy difícil imaginar que existen puntos en común para que desde la troika y Venizelos se establezca una relación mutuamente provechosa.
Si tenemos en cuenta lo acaecido con posterioridad, comprobamos que Papandreu no ha sido el que ha dicho que se renunciaba al referéndum, sino que al final ha sido también Venizelos el que ha comunicado oficialmente la renuncia a la consulta popular. Comprobamos que es Venizelos el que viaja por su cuenta a Cannes para reunirse con el G-20; con carácter previo a la llamada a Papandreu para la cena del día anterior al inicio de la cumbre, donde se inicia la presión para que ceda a los intereses de Merkel y Sarko, (presión reconocida implícitamente por nuestro presidente cuando afirma estar de acuerdo con la presión a Grecia).
En definitiva, y a pesar de que evidentemente hay una gran confusión en lo que ha pasado realmente esta semana, podemos tener claro que aparte de lo evidente es plausible que exista una guerra por el poder en Grecia.
Pero es que además resulta que otra casualidad se conoce hoy mismo, y no es otra que las declaraciones del ministro de finanzas italiano, (Tremonti), que usando una táctica similar, acaba de instar a Berlusconi a renunciar este fin de semana.
¿Por qué los ministros de finanzas están decidiendo sobre los presidentes con un descaro que asusta?. Puede ser casualidad o puede ser que estemos ante el procedimiento normal de transmisión del poder.
Todas estas cosas aisladas, (e incluso juntas), pueden responder al azar o una especie de casualidad o bien pueden ser parte de una estrategia contra la que Papandreu parece que intentaba luchar esta semana.
Cono no suelo creer en las coincidencias, creo que debemos concluir, que como mínimos existe la posibilidad de que Venizelos será un personaje bastante siniestro, lo cual nos llevaría inmediatamente a que la situación se está comlicando hasta niveles que no podemos imaginar.