Comienza la campaña electoral en España en medio de una situación mundial totalmente descontrolada. Si bien es cierto que hace tiempo que vengo defendiendo que la democracia se ha ido a tomar viento, es en semanas como estas en las que oficialmente nos encontramos con la certificación de tal conclusión.
En España tenemos unas elecciones generales en las que se espera una abultada derrota de Alfredo Pepunto Rubalcaba, que no hace otra cosa que ir proponiendo toda una serie de medidas que suenan hasta ridículas pronunciadas en su boca. La mayor parte de ellas tienen bastante sentido, pero lamentablemente lo que está claro es que está en un partido político y ha estado hasta hace muy poco en un gobierno que ha hecho exactamente lo contrario a lo que propone y que de hecho sigue haciendo lo mismo. Es sintomático que nos hable de regeneración democrática, oir a la gente, pensar en la sociedad y todas estas cosas que dice, pero que luego desde el partido en el que está consideren un gran error los referéndums, que además según nos cuentan solo tienen sentido en las reformas constitucionales, (en una frase que solo puede considerarse como vacile).
Si miramos al probable vencedor, la cosa no varía demasiado. El Partido Popular nos está haciendo unas propuestas que no son en absoluto distintas a lo que ha realizado el Partido Socialista. En este sentido tenemos el apoyo a los bancos, para reactivar el crédito, (no está claro si mediante la creación de un banco malo, reducción de impuestos a las entidades bancarias u otro apoyo cualquiera que se les ocurra), o medidas como las del modelo austriaco para el despido que es algo que el PSOE aprobó, (si bien no entró en funcionamiento por el coste de ir dotando el fondo de despidos). En tal caso y dado que era un inmenso error cuando lo propuso el PSOE, lo mismo va para el PP. Por supuesto en lo de los referéndums y en las entregas de los países a los mercados están totalmente de acuerdo.
El caso es que los ciudadanos en estos momentos, sabemos que ninguno de los partidos representan nuestros intereses y que tan sólo podemos aspirar entre creernos los cuentos del nuevo PSOE, (mientras sigue tomando toda suerte de medidas para salvar a bancos), y un programa en el que los ciudadanos directamente no cuentan.
Los ciudadanos nos encontramos con una situación en la que los sindicatos no funcionan, los representantes acaban de perder el norte de una forma desastrosa y desde luego las instituciones hace tiempo que han dejado de ejercer como los garantes de los ciudadanos. En este aspecto, tan sólo podemos elegir quien nos va a destrozar, pero no las medidas.
Pero la máxima expresión de la situación, nos la encontramos desde Europa. Hace tiempo que ya todo el mundo ha perdido incluso el interés por disimular, (aunque sea un poco), que esto ni es una democracia ni se le parece. Llevamos una buena temporada en la que Merkel y Sarkozy, no paran de tomar una serie de medidas demenciales tan sólo porque es lo que interesa directamente a la banca alemana y francesa, (ni tan siquiera sus ciudadanos).
El resto de los gobiernos de los distintos países ni tan siquiera llegan a este nivel y no tienen otra cosa mejor que ofrecer que la sumisión total a los bancos. Este proceso era muy evidente hasta esta semana pero ahora se ha oficializado mediante toda la situación generada por el referéndum que planteaba convocar Grecia. Esta semana nos hemos encontrado con un presidente del gobierno español, (que otrora hizo gala de talante y que prometió no fallar a sus votantes), afirmando a Merkel y Sarkozy, que apoyaba las presiones para que el gobierno griego desconvocase un referéndum ¡por que se podía perder!.
Al final parece que la solución parece ser un gobierno de concentración, un gran pacto o cosas similares. No puedo dejar de recordar que esto es lo que en su día avancé, a cuenta de las propuestas del Pacto contra la Crisis que se proponía, (propone), en España. Se trata de la forma de tratar de tomar unas decisiones que van en contra de los intereses de los ciudadanos, (y por tanto de la economía), y que estos no podamos decir absolutamente nada. Se trata en definitiva de lograr desactivar el impacto electoral mediante la táctica de que “todos sean responsables”.
Sin embargo, lo que alarma y mucho es la actuación de todos los creadores de opinión. No he parado de leer opiniones y artículos de personas que se definen en todo momento y lugar como demócratas, seguidos de un pero. Es decir: “soy demócrata pero creo que en estos momentos….”. Me da igual que unos digan que tienen que ser los mercados los que manden o que personas como Niño Becerra propongan que han de ser técnicos. Lo primero que debemos aclararnos es que si pensamos en que en este caso lo mejor es saber lo que los ciudadanos quieren y hacer exactamente lo contrario, porque defendemos que los ciudadanos no saben, no conocen o no deben decidir sobre cosas importantes; estaríamos ante un caso en el que esta persona NO ES DEMÓCRATA.
Todo lo que aparezca después de la frase “soy demócrata, pero…”, no son más que las razones por las que una persona trata de demostrar que no lo es. Y una vez aclarado esto, debemos tener en cuenta que solo nos queda saber si es algo inteligente o no.
Y la realidad es que debemos enfocar el tema desde este punto de vista. ¿Es la democracia un estorbo actualmente?. Se trata de saber si la democracia es solución o un problema. O dicho de otra forma, podemos defender que las dictaduras sean apropiadas desde el punto de vista económico. Lo que ocurre es que ni tan siquiera desde este punto estos argumentos son defendibles.
Por un lado, no hemos llegado a esta situación por un exceso de democracia, sino que más bien hemos llegado por un deterioro de los intereses de la ciudadanía en el pensamiento de los políticos, (nuestros teóricos representantes), continuado en el tiempo. ¿Cómo vamos a salir de esto buscando nuevas formas de evitar los intereses de los ciudadanos?.
Por otro lado, las propuestas de los “expertos vende humos” que se leen todos los puñeteros días, (antes y después de la crisis oficial), son lo que nos ha traído hasta aquí, y las que oímos ahora no son más que exageraciones de lo pasado.
¿nos acordamos de las razones por las que nadie podría tomar las decisiones que ha tomado Islandia?. Islandia era un país pequeño y por tanto el efecto sobre el resto del mundo ha sido limitado, pero resulta que muchos análisis han dicho que si otros países mayores tomaban estas decisiones, el problema para el resto sería brutal. ¿no es que estamos intentando que los países no decidan por los demás?. Claro que Islandia ha hecho lo que le interesaba a Islandia, pero ¿no están Grecia, España y otros haciendo lo que le interesa a Alemania?. ¿Sorprende tanto que al final los países que toman decisiones pensando en los intereses de la banca de otros países acaben arruinados?.
En definitiva, con este post me gustaría dejar claras dos ideas básicas: La primera es que todo aquel que defienda que los ciudadanos no decidan no es demócrata, y la segunda es que además esto es un grave error que está en el origen, en el desarrollo y en el fin de esta situación. ¿Cómo van a quedar los ciudadanos cuando se toman unas decisiones continuas en contra de los intereses de los ciudadanos, y a favor de otros grupos?. Pues estos quedarán en una situación que será cada vez peor. Por esto necesitamos la democracia y no pactos por el euro, ni pactos anticrisis, ni cuentos chinos para justificar que siendo democrátas se toman decisiones contra lo que piden los ciudadanos.
O dicho de otra forma, estamos ante lo de siempre; cuando tratamos de analizar las alternativas, resulta que vemos los efectos más inmediatos pero olvidamos los efectos secundarios. Es evidente que en un contexto de una dictadura o un sistema de despotismo ilustrado, no ilustrado o similares, las decisiones son mucho más ágiles. Pero parece que olvidamos los efectos secundarios que han sido totalmente desastrosos en todos y cada uno de los casos de la historia donde se ha probado.
Y ya que estamos tirando de historias, el discurso de una tiranía siempre es el mismo; es por el bien de la sociedad, la gente a veces no sabe, etc… No conozco ningún caso de dictador que diga que va a tomar una serie de decisiones contra lo que quieren o les interesa a sus ciudadanos porque es lo que al dictador o a determinado grupo le interese. ¡aunque siempre es así!.