AVISO: SI ALGUIEN LEE ESTA ENTRADA SEPA QUE UN LECTOR HA DESCUBIERTO UNA DEBILIDAD EN SU ARGUMENTO CENTRAL QUE INVALIDA EN CIERTA O EN BUENA MEDIDA SUS CONCLUSIONES. LA ARGUMENTACIÓN DE ESTE LECTOR APARECE AL FINAL, EN UNO DE LOS COMENTARIOS AL POST
(continuación de los anteriores)
Aceptemos, y ya es mucho aceptar (como se ha recalcado en los dos posts anteriores), la necesidad de actuar contra el coronavirus con medidas del tipo "cueste lo que cueste". Vale. Aceptemos que hay que hacer lo necesario para "aplanar" la curva de la infección. Vale. Aceptemos la incongruencia de que, aunque en 2017-8 hubo una mortalidad estimada en España de 15.000 personas asociada por la gripe Y NO SE CONTROLÓ POLICIALMENTE A LA GENTE, hoy hay que hacerlo porque es posible que este nuevo virus puede quizás matar a más gente. Vale. Pero, al menos, hagámoslo de modo eficiente. ¿No?
Pues no. A lo que parece se ha decidido actuar de modo seguidista e ineficiente. Se ha decidido copiar lo que han hecho en regímenes totalitarios como China o, como mínimo, antiindividualistas, como Corea. Se ha decidido actuar "como lo haría" un estado policial. Y sí. Parece raro, pero es cierto. Son también los de "izquierdas", los del PSOE y PODEMOS los que, como si fueran de la más rancia derecha autoritaria, se apuntan sin dudar ni un instante a la Ley Mordaza como forma de hacer cumplir las normas.
Y es que, aquí lo económicamente correcto coincide -aunque sólo sea por una vez- con lo democráticamente correcto. O sea que lo propio e un estado autoritario: el control total de la vida de los ciudadanos NO es la política más eficiente para controlar la expansión de la epidemia. Empecemos el argumento: sería bueno que alguien, o sea, algún economista le cuente al Gobierno (menos a Nadia Calviño que ya lo sabe) que si el objetivo es evitar el colapso sanitario, o sea, y dicho en jerga económica, que haya un exceso de demanda de camas de las UCI, y eso es un problema económico cuya respuesta exige actuar políticamente en consecuencia. Y, dado que la escasez de camas de UCI en el corto y medio plazo no se puede obviamente regular por el mecanismo tradicional y habitual, o sea, usando el sistema de precios (es decir, haciendo pagar más por el uso de ese recurso escaso), la forma adecuada de proceder es conseguir que haya demandantes en exceso de esas camas, y para ello hay que dirigirse directamente a los "clientes" o consumidores de las mismas: hay, pues, que evitar que el virus afecte a la mayoría de los potenciales "clientes" de esas camas, o sea, a los mayores de más de 70 años.
Es decir, que el objetivo de las medidas no puede ser, de modo eficiente -como sabe cualquier analista de mercado-, la población en general, sino sólo la de una parte: la de sus viejos. ¿A qué viene, entonces, enclaustrar a los niños? ¿A qué viene encerrar a ciclistas y "runners"? ¿A qué viene meternos en una crisis económica? A nada.
¡Ojo! Que no digo que esa política de aislamiento social generalizado sea ineficaz. Como lo muestra el caso chino, ha sido muy eficaz. Sí, eficaz, pero, en mi opinión, no eficiente, al menos con criterios económicos, y políticos de tipo occidental. Eficacia y eficiencia no son la misma cosa. La eficacia es una cuestión técnica, la medida en que se consigue satisfacer un objetivo o el grado en que se consigue. La eficiencia es una cuestión económica y se cuestiona si una política eficaz merece la pena, si compensa los costes de conseguirlo. Una política puede ser muy eficaz técnicamente y ser, sin embargo, muy ineficiente económicamente en comparación con una política más ineficaz. Y, a la inversa, una política eficiente no tiene porqué ser la más eficaz.
Así que, si la población-"target" son los mayores, lo eficiente, hasta me atrevería a decir, lo que hasta los no-economistas verían como sensato, es que la política de confinamiento y protección se dirija a ellos exclusivamente. Son ellos los que han de ser aislados del resto, pues ese "resto" es peligroso para ellos. Lo cual, por cierto, tendría un coste económico bajísimo, pues es población que -como señala el INE- no está en edad de trabajar (de 16 a 64-66 años), por lo que la vida económica aislados ellos "seguiría igual". Es posible que la política de aislamiento social generalizada sea más eficaz que una política de aislamiento social de los mayores de 70 años. No lo sé. Es posible. Pero sí estoy convencido (no lo puedo saber científicamente con total seguridad) de que es menos eficiente.
Caso de que mi tesis fuera correcta, habría, pues, que aislar y proteger a la gente de más de 70 años. Habría que prohibir que la gente mayor salga a las calles, plazas, playas, iglesias, supermercados, bares, universidades y demás. Habría que prohibir que los jóvenes vayan a ver a sus mayores. Habría que evitar que los mayores se contagiasen entre ellos. Habría que enfocar los servicios de protección civil para que los mayores pudiesen vivir sin necesitar en nada la asistencia de familiares más jóvenes.
Pero no habría que evitar que la población trabajadora trabajase, viviese, consumiese como "siempre", y que la no trabajadora estudiase y disfrutase de la vida, pues para esta población, en su inmensa mayoría, el coronavirus no supone riesgo de nada más allá de mocos y toses y malestar general, o sea, cosa de paracetamol. Incluso puede defenderse que "pasar" el coronavirus puede ser un objetivo clínicamente aceptable en términos de su sistema inmune.
Pero no. A lo que parece, no sólo hemos decidido comprar todo lo material en Asia, la "fábrica" del mundo sino también el modo de producción y de vida despótico oriental quiere ser imitado.¡Dios!¡Qué delirio! No quiero abonarme a las tesis conspiranoicas que apuntan a que esto que estamos viviendo es un aprendizaje orquestado para que nos vayamos acostumbrando a vivir en un régimen orwelliano, pero no es por falta de ganas.Ya que nos quieren convertir a todos en "orientales" amantes de los liderazgos fuertes, no puedo sino desear que el individualismo anglosajón se resista.