La cifra de negocios ha crecido un 10,2% y el beneficio neto ha crecido un 45% sobre el primer trimestre del año anterior.
Esta empresa ha destacado, en los últimos años, por la constancia en el crecimiento de sus beneficios. También parece poco expuesta a la influencia del ciclo económico, dada la naturaleza de su negocio (los trenes y metros son pagados normalmente por el sector público, así que sus ventas no están expuestas a los vaivenes del mercado de consumo). Viendo la evolución del precio de los combustibles y el nivel creciente de saturación del tráfico urbano, el uso del transporte público no parece que vaya a disminuir en el futuro, más bien al contrario.
Aprovechando la publicación de resultados, vamos a dar un repaso a la situación de esta empresa y ver si sigue siendo tan interesante como lo ha sido en los años anteriores.
Para hacerme una idea rápida de cómo va evolucionando la situación de cada empresa, aprovechando una base de datos que tengo preparada para las empresas del mercado continuo, convierto los datos absolutos en datos por acción, y los represento gráficamente. Así construyo un gráfico que me dice cosas mucho más importantes que el gráfico de cotizaciones.
Éste es el de CAF, con los datos publicados hoy ya actualizados.
Las ventas han venido creciendo año a año, a una tasa media del 13,4%, sin los altibajos que tan poco nos gustan a los que invertimos pensando en el largo plazo.
El beneficio neto ha crecido de forma más importante que la cifra de ventas (a una tasa media del 29%). Eso indica, por una parte, un aprovechamiento de las economías de escala y, por otra, una gestión eficiente de los procesos productivos. Muchas empresas con crecimientos de ventas importantes no consiguen hacer crecer su beneficio, ya sea porque no son capaces de organizar su producción para niveles de demanda cada vez mayores (muchas veces por falta de capacidad o experiencia de sus directivos) o bien porque, tratando de lograr ventas cada vez más grandes, bajan los precios o aceptan trabajos cada vez menos rentables, minando de esa forma sus márgenes. En CAF no ocurre ni una cosa ni otra.
El beneficio neto va, durante todos estos años, paralelo al ordinario. No ha sido incrementado ni disminuido por resultados extraordinarios en todo el periodo. Eso simplifica mucho el análisis. Las pérdidas extraordinarias reflejan decisiones mal tomadas en el pasado o un negocio sometido a un entorno con incertidumbres. Los beneficios extraordinarios no son malos pero, en determinadas ocasiones, suponen un intento de maquillar cuentas por parte del equipo directivo. Hay que investigar siempre su origen y procurar adivinar el acierto o desacierto del hecho o la decisión que los ha provocado. En este caso, como no hay ninguno, podemos estar tranquilos al respecto.
En definitiva, un vistazo a sus cuentas muestra un crecimiento espectacular y sostenido y una gestión de altísima calidad.
Tras los resultados publicados hoy, su PER se sitúa en 10,4 veces su beneficio, más propio de una empresa completamente estancada que de una con ese crecimiento. Según mis cálculos, para el promedio de las empresas cotizadas en la bolsa española, el PER está en unas 14,5 veces, así que, a pesar de las fuertes subidas de los últimos años, podemos decir que CAF está a un precio interesante.
Pero, el mercado no valora el pasado, ni tampoco el presente. Los único relevante es el futuro, así que nada de lo dicho sirve de mucho si las perspectivas de la empresa no son buenas.
Mirando el gráfico, vemos que el beneficio ha ido bastante paralelo a la cotización, así que podemos pensar que en el futuro será más o menos parecido. ¿Cuánto crecerá el beneficio de CAF en los próximos ejercicios? Vamos a tratar de predecirlo observando la cartera de pedidos de la compañía.
Esta ha sido su evolución:
Como aspectos positivos, podemos destacar dos:
- Las cifras reflejan una mejora en los márgenes, ya que cada año logran un mayor porcentaje de beneficio sobre las ventas. En los procesos productivos bien dirigidos, cuantas más unidades se van fabricando, más barata resulta su fabricación, debido al incremento de las destrezas dentro de la empresa. Este proceso de mejora, de momento, no se ha estancado y aunque probablemente no dará mucho más de sí, aún puede dar alguna alegría a los resultados futuros.
- Tener garantizados casi 4 años de trabajo al ritmo actual hace prever unos ejercicios futuros sin grandes disgustos.
No ha habido muchas noticias recientes que modifiquen las previsiones para la compañía. Cabe destacar, como noticia relevante, los cambios recientes en el accionariado.
El 4 de enero se anunció que BBK vendía un 5% de la empresa. El comprador fue Cartera Social, entidad cuyo objeto exclusivo es canalizar la participación de los trabajadores en la empresa y que actualmente posee un 29,56% del capital de CAF. Que un accionista representado en el consejo de administración venda su participación no suele ser una buena noticia. Pero, dada la falta de liquidez actual de los bancos y cajas de ahorros, que están como locos sacando dinero de donde pueden, no parece que esa venta signifique nada malo. Además, los compradores han sido los propios trabajadores de la empresa, que además son los principales accionistas, lo que demuestra su confianza en el futuro de su negocio.
En resumen, buena gestión, un PER muy atractivo, pero aparecen sombras en sus perspectivas de crecimiento. Dado su PER actual y la incertidumbre que planea en este momento sobre muchas de las empresas cotizadas, considero que CAF es un valor refugio, muy interesante para mantener en cartera en estos momentos. Probablemente le queda recorrido al alza. ¿Hasta cuando? Se deben vigilar de cerca dos aspectos. Por una parte, las noticias sobre nuevos pedidos, para ver si la cartera va aumentando o disminuyendo. Por otra, la evolución de los márgenes, para ver si siguen aumentando o se estancan. Cuando los márgenes se estanquen, si la cartera no aumenta, sería el momento de empezar a pensar en vender. Aún en ese punto, quedarían un par de años garantizados de buenos beneficios, y eso facilita una salida ordenada, aprovechando algún repunte de la cotización para vender a un buen precio.