Hoy venía en Cinco Dias que la matriculación de coches había caído un 23,5% en enero. Cuando veo estos titulares, en variación porcentual y sin saber bien si se refieren a una caída anual o mensual, nunca sé si realmente es algo para preocuparse o son ganas de sacar una noticia de donde no la hay.
Por eso, he estado mirando estos gráficos, que actualizo periódicamente a partir de los datos del Banco de España, y que, junto con otros muchos, me van orientando sobre la situación de la economía española.
Aquí vemos la evolución de matriculaciones, producción y parque de vehículos, para España.
Tras la fuerte caída comenzada a principios de 2008 (los bancos cerraron el grifo, es normal que las ventas de coches se desplomaran), vino la recuperación, tanto en fabricación como en matriculaciones, pero, desde mediados de 2010, la caída continua. ¿Será que la tendencia bajista no ha terminado? La producción sigue una senda paralela, aunque no tan afectada, porque seguimos siendo exportadores netos de automóviles. En matriculaciones, nos hemos ido a niveles del año 95.
El parque de turismos, siempre en aumento desde que alcanza la memoria, lleva más de dos años estancado en los 22 millones, y amenaza con comenzar a disminuir.
Los coches, si bien necesarios para muchos, son un capricho para otros, del que se puede prescindir si cuesta llegar a fin de mes y siempre que se pueda ir a trabajar en transporte público (lo que depende de donde se viva y donde se trabaje). Por eso, el siguiente gráfico es bastante más representativo sobre la situación economíca española.
La situación aquí es bastante peor que en los turismos. En ningún momento las matriculaciones han hecho intento alguno de subir, y nos hemos ido a niveles del año 87. La producción sí que ha aumentado, porque también somos exportadores netos de vehículos industriales y parece que nuestros vecinos sí que están aumentando su demanda.
El parque total de vehículos industriales ha entrado en una senda descendente, y no hace intentos de frenar su caída. La construcción, que fue un gran impulso para la demanda, creó un parque sobredimensionado, y tardaremos unos años en digerirlo (o lo digerimos, o los vehículos se harán viejos, y habrá que retirarlos de todas formas). Cuesta imaginar cuando cambiará la tendencia en las matriculaciones porque con la que se avecina ahora, en cuanto comiencen los recortes serios de gastos en comunidades autónomas y ayuntamientos, muy probablemente veamos como muchos más vehículos dejan de utilizarse, engordando la oferta en el mercado de segunda mano y contrayendo aún más la demanda de vehículos nuevos.