En el siguiente gráfico (obtenido vía Zero Hedge), se muestra la evolución de la deuda en EEUU.
Puede verse como, desde los años 80, la deuda fue subiendo a un ritmo cada vez más rápido, hasta que llegó la crisis, y se estancó. Desde ese momnto, la deuda pública ha seguido aumentando, pero la privada permanece estancada y la basada en intrumentos financieros ha comenzado a disminuir. Como resultado de todo eso, la deuda total lleva estancada desde 2008.
Ahora vamos a ver lo que está ocurriendo en España. En el siguiente gráfico se comparan deuda pública, privada y total con El PIB. Vemos también como la deuda ha venido subiendo a tasas bastante abultadas, especialmente a partir del 2002. Cuando comenzó la crisis, la deuda privada dejó de aumentar, pero la pública, que llevaba años estancada, tomó el relevo. Nuestra deuda total aún no ha dejado de crecer pero, con la reducción del déficit público que tendrá que realizar el gobierno (la imponen desde Europa, así que no tendrá otro remedio), probablemente se estancará a partir del año que viene. La deuda privada es tan abultada que no creo que vaya a subir más, y probablmente pronto comenzará a disminuir, porque se irán devolviendo créditos y se concederán pocos nuevos.
El crecimiento que vimos a partir del año 2000 estaba motivado por un incremento exagerado de la deuda. Sin ese endeudamiento, la economía de EEUU, la de España y la de otros países (por ejemplo UK, que muestra una evolución muy parecida) probablemente llevarían estancadas una década. Un crecimiento económico basado en el endeudamiento es insostenible a largo plazo.
¿Qué va a pasar ahora? Es difícil saberlo con exactitud, pero podemos tratar de adivinar lo que pasará a continuación mirando lo que ocurrió en Japón tras su burbuja de los años 90.
En el siguiente gráfico puede verse como evolucionó la deuda japonesa pública (en negro), privada (en azul) y total (en verde) antes y después de su burbuja.
Vemos como la deuda privada creció hasta superar el 250% del PIB. Luego, tras el estallido de la burbuja, creció un poco más, se estancó un par de años, para comenzar a disminuir año tras año. Aún continúa bajando.
Parece que a los ciudadanos y a las empresas japonesas se les quitaron las ganas de pedir dinero prestado y, aunque en aquel país los tipos de interés están próximos a cero y el crédito es abundante, pocos lo solicitan y todos han ido devolviendo las muchas deudas que tenían. Ese desapalancamiento provocó una larga recesión económica. Menos endeudamiento implica menos inversión y menos consumo. Y, si además hay que ahorrar, para devolver las deudas pendientes, la contracción económica es brutal. Para tratar de paliar esa falta de consumo e inversión privados, el sector público lleva 20 años gastando más de lo que recauda en impuestos y, para poder hacerlo, ha ido endeudándose año tras año. Por eso, la deuda pública japonesa es la mayor del mundo respecto a su PIB (en este post puse un gráfico). En Japón, el nivel de deuda total ha bajado desde el 350% que alcanzó en el punto máximo hasta el 280% que tiene actualmente.
Más o menos, con cierta diferencia según el país, los incrementos del endeudamiento japonés anteriores a la crisis son bastante parecidos a los que se han producido en EEUU, España, UK,... ¿Será similar el desapalancamiento que se produzca a partir de ahora? ¿Como devolveremos el dinero que debemos sin que la economía sufra una recesión de dos décadas? Va a ser complicado que salgan las cuentas.
¿Se repetirá la historia japonesa en los países occidentales?
Tenemos a nuestro favor que la burbuja japonesa fue mucho más exagerada que las nuestras (lo comentó aquí), con lo que la depreciación de activos que suframos no debería ser tan grande como la suya. Además, ellos han tenido que hacer frente a un estancamiento demográfico, ya que su natalidad está entre las más bajas del mundo y no han abierto sus puertas a la inmigración. En nuestra contra tenemos que su crisis fue local, y han podido benefiarse de la demanda del resto del mundo, que no sufría una crisis parecida. Además, la industria japonesa es bastante competitiva y se centra en sectores de alto valor añadido (nada que ver con España, por ejemplo).
A pesar de los muchos brotes verdes y de la tan proclamada recuperación económica, lo cierto es que, se mire como se mire, las cuentas no cuadran, y parece que no quedará más remedio que ahorrar durante muchos años, para devolver todo lo que debemos.
Aún así, yo no soy demasiado catastrofista, porque hay soluciones para todo. El mundo actual es diferente al de hace dos décadas y rara vez sirve mirar al pasado para predecir el futuro. Ahora la economía es global, y los problemas nacionales importan menos. En todo préstamo hay un acreedor y un deudor, así que, mucho del dinero que unos deben, otros lo poseen. Pase lo que pase, habrá beneficiados y perjudicados en cada uno de los países, aunque probablemente el ciudadano medio (especialmente el endeudado) probablemente sea el que más sufra las consecuencias.
Parece claro que que la próxima étapa de crecimiento no podrá basarse en el endeudamiento, porque ya se ha alcanzado un nivel de deuda insostenible. Por eso, lo que mejor podría sacarnos del pozo sería la aparición de nuevos sectores productivos que no requieran de grandes inversiones de capital.
Me da la sensación de que esto no ha terminado. La recuperación actual parece bastante ficticia y sin pilares sólidos, por eso creo que, hasta que comience una recuperación sostenible, veremos aún bastantes turbulencias, .