Una de las ventajas de ser subastero es que no trabajamos los días en que los jueces no han señalado subastas y estos, que tampoco son tontos, no señalan ninguna subasta en las cercanías de vacaciones escolares o de posibles puentes. De esta manera, los subasteros disfrutamos de tantas vacaciones como los colegiales, o como sus profesores, que tampoco son mancos.
Así que al final va a ser una suerte que nuestro trabajo dependa de funcionarios, pues ya se sabe que a estos no se les escapa un puente y como esto también lo saben los secretarios judiciales, que son quienes señalan las fechas de las subastas, el resultado es que para evitar tener trabajo extra precisamente en los periodos en que la mitad del personal está disfrutando de sus merecidos días de descanso, pues eligen otra fecha para la subasta y sanseacabó. Nadie sale herido.
O sea, que precisamente hoy es mi primer día de trabajo tras dos semanas de reuniones familiares, comilonas y turrón y, como no me apetece mucho empezar fuerte, he decidido quedarme en el despacho escribiendo estas líneas.
Espero que esta buena vida no se nos acabe ahora con la chorrada esta, que se les ha ocurrido a los nuevos gobernantes, de acabar con los puentes. Rajoy no lo quiera.