Me cayó fatal desde el minuto uno de nuestro encuentro. Si no hubiera sido el empleado de un pariente esa reunión jamás hubiera tenido lugar, pero me lo pidió como un favor personal y no supe decir que no. Esa una de las debilidades de mi personalidad, que no se decir que no a amigos y parientes. Si hubiera sido chica me habrían follado todos los amigos de la pandilla.
El caso es que Bankia estaba a punto de subastar su vivienda habitual junto a un chalet en la sierra madrileña y el tipo me pidió que le diera una idea general de cómo iban a ocurrir los acontecimientos y que le asesorara sobre la mejor manera de proceder. Inmediatamente vimos que era imposible salvar la situación porque la deuda era enorme y apenas podría pagarse con la recaudación de ambas subastas.
Aquí quiero comentar que ni él ni su mujer estaban parados y que no había habido ningún cambio sustancial en sus ingresos familiares. Simplemente habían dejado de pagar la hipoteca en cuanto vieron que el precio de las propiedades se había desmoronado. También es importante señalar que el crédito hipotecario lo habían utilizado para construir el chalet.
Le comenté que las subastas iban a quedar desiertas por lo elevado de los tipos de subasta y que Bankia pediría la adjudicación a cambio de la deuda, en el caso del chalet y por el sesenta por ciento del tipo (esto sucedió hace un año) en el caso de la vivienda familiar. Entonces el tipo me pidió, con toda la cara del mundo, que participara en las subastas para impedir que quedaran desiertas y así él ganaría varios meses hasta que las adjudicaciones quedaran firmes y además así obligaba al banco a pujar más alto por el chalet. Me prometió que en el hipotético caso de que yo me adjudicara alguno de los lotes, él se iría inmediatamente y me daría las llaves.
Naturalmente le dije que no. Curiosamente, en cuestiones de dinero se me da estupendamente decir que no y consideré que la palabra de este tipo valía menos que la de un mercader fenicio. No volví a saber de él hasta hace unos meses, cuando mi pariente me comentó que el jeta se había unido a los de la P.A.H. y andaba muy involucrado en sus actividades, gracias a lo cual estaba pudiendo negociar con Bankia un alquiler social en el piso de Madrid. Increíble, ya que como he comentado ni loco se le podría encuadrar entre los colectivos en riesgo de exclusión social.
La última noticia es de este fin de semana pasado, cuando en una cena familiar me cuentan que, cuando el tipo estaba a punto de firmar lo del alquiler social en la vivienda familiar, que había sido suya y que ahora era del banco pues ya se había subastado, va el gobierno y publica en el BOE la Ley 1/2013, de 14 de mayo, de medidas para reforzar la protección a los deudores hipotecarios, ley en la que se les da a los demandados la posibilidad de paralizar el procedimiento presentando un recurso contra las cláusulas abusivas. Dicho y hecho, el espabilado había presentado el dichoso recurso y como resultado de la paralización, había forzado a Bankia a seguir negociando, pero ahora sobre otras bases. Ya no negocian sobre la petición de un alquiler social sino que ahora la cosa va de que el banco se quede con el chalet y él retenga la propiedad del piso (o viceversa). De lo que no cabe ninguna duda es que este tipejo sabe moverse.
Un poco más de instrucción y ahí tendríamos a un Bárcenas en potencia.