Guauuu, por fin me han dado la Posesión de cierto piso que compré hace unos meses que me han parecido años.
Me lo pensé mucho antes de asistir a esa subasta porque las notificaciones que le habían hecho al demandado eran penosas, más bien inexistentes, y hasta el último minuto he estado temiendo que el tipo se personara en el procedimiento con abogado y procurador y tumbara todas las actuaciones desde el principio.
Es increíble el tiempo que algunos juzgados gastan en notificarle a toda costa a los demandados, tomándose todo tipo de molestias y a veces bajando hasta el infierno si es necesario, demorando innecesariamente años y años la buena marcha del procedimiento judicial y, sin embargo, en contraste con estos, la negligencia con que otros juzgados lleva a cabo las diligencias mínimas.
Este juzgado era del segundo grupo.
Había intentado notificarle al demandado solo una vez y el juez de paz había devuelto el exhorto diciendo que habían visitado una vez la vivienda sin encontrar al demandado y que devolvía la diligencia sin haberla llevado a cabo por falta de personal y de tiempo.
Cuando leí eso aluciné y aún aluciné más cuando el juzgado decidió que a partir de entonces todas las notificaciones se harían por edictos, incluso la última notificación de que el piso sale a subasta en veinte días.
Comprar en estas condiciones es muy arriesgado pues al mínimo intento del demandado por suspender la subasta lo consigue sin problemas. Tarde o temprano al juzgado no le queda más remedio que reconocer la burrada cometida o, aún peor para el adjudicatario, no la reconoce y entonces tiene que ser la Audiencia Provincial quien resuelva suspender la subasta varios años más tarde.
Naturalmente yo sabía que el demandado era perfectamente conocedor de su situación y sabía que su vivienda salía en subasta. Pero lo importante no es que lo supiera o no lo supiera, lo importante es que el juzgado no se lo había notificado más que por un edicto colgado de un tablón que no lee nadie, de manera que el riesgo de comprar y de que luego suspendieran la subasta era muy alto.
Menos mal que no todos los demandados están suficientemente informados acerca de los procedimientos obligatorios y algunos lo intentan todo sin ningún resultado y los que podrían conseguirlo sin problemas no lo intentan por falta de conocimiento.
Finalmente los meses han transcurrido y ya tengo el título inscrito en el Registro y las llaves en el bolsillo.
Ahora bien, el dinero que voy a ganar, que tampoco es tanto, no me va a compensar del sin vivir de estos meses.
¿Creéis que merecen la pena tantos desvelos?