Hace unas semanas os relataba como me había adjudicado un trastero en Tarancón cuando lo que yo realmente quería comprar era el piso, nuevo a estrenar, que subastaban a la vez. Pues bien, ahora he hablado con la inmobiliaria de referencia de la localidad para ver que hacemos con el maldito trastero, si lo alquilamos, si lo vendemos, si nos olvidamos de él, etc. En fin, que yo en estas lides me dejo aconsejar por los que están en el terreno.
La propietaria de esta inmobiliaria fue la que en su momento me ayudó a valorar la vivienda que se subastaba en la AEAT, llegando a la conclusión de que ese piso no se podría vender por más de 42-45.000 euros.
En su momento aluciné cuando los de la AEAT me dijeron que el adjudicatario había ofrecido 37.500 euros y pensé que seguramente se trataría de un particular al que le bastaba con ahorrarse unos eurillos para sentirse satisfecho. Allá él si cree que merece la pena el riesgo y la incertidumbre de comprar en subastas a cambio de tan poca chicha.
Pero es que resulta que hoy me he enterado de que no se trataba de un particular, sino de un inversor despistado, por lo visto de Álava, al que se le ha caído el alma a los pies cuando la agente inmobiliaria le ha dicho el precio máximo que podría pedirse por el piso. Por lo visto no acababa de creérselo.
Por cierto, que le han pillado descerrajando el piso, algo que a ser posible hay que hacer con nocturnidad y alevosía, sin que te vea nadie. Menos mal que estamos entre amigos.
En fin, que no me canso de repetir que tan importante como estudiar las cargas o el estado de ocupación de las viviendas subastadas es hacer una correcta valoración económica porque son ya muchos los profesionales con muchos años de mili en las subastas que se han quedado sin liquidez por despistarse precisamente en esto.
Y vosotros... ¿que tal valoráis?
POSTDATA (4 junio): Por cierto, que se me ocurre que si el adjudicatario del piso de Tarancón está interesado en comprar mi trastero, no tiene más que contactar, que yo se lo vendo muuuuuuy barato. Es de sobra sabido que para vender bien un piso tiene que ir acompañado de trastero. De lo contrario la oferta se queda coja.