Pues eso, que llevo años rechazando categóricamente "casi" todos los compromisos que impliquen investigar subastas para terceros a más de cien kilómetros de mi casa, pero que eso va a cambiar desde ya.
¿Que lleve años sin aceptar encargos de otras regiones españolas significa que no he asistido a subastas fuera de Madrid y sus provincias limítrofes? No, nada de eso. Llevo mucho tiempo estudiando y asistiendo a subastas lejanas, pero en general la investigación siempre la hemos hecho desde Madrid y evidentemente el resultado no es el mismo cuando investigas in situ que cuando lo haces a distancia.
Para mis inversiones me vale este sistema porque llego a la subasta con todo lo que hay que saber acerca de la misma y siempre lo hago con tiempo de sobra para estudiar bien el expediente antes de su celebración. Si ahí veo algo raro me retiro de la subasta y me vuelvo a casa, cabizbajo y con el rabo entre las piernas.
Pero parece evidente que con los clientes tengo que ser más exigente y hasta ahora siempre les he dado un amable y diplomático corte de mangas cuando me han requerido para sus inversiones en otras ciudades. Lo lamento pero ha sido así.
Pero eso va a cambiar.
¿Va a cambiar ahora porque voy a rebajar mis exigencias de calidad?
No, va a cambiar porque voy a crear una red de colaboradores que van a ser mis ojos y mis oídos.
Allí donde no llega la estatura de un caballero español llega la punta de su espada
Es habitual entre subasteros y agentes inmobiliarios compartir clientes y repartirse los honorarios. Sin embargo en este caso no se trata de que yo ponga en contacto al cliente y al subastero local y mi actuación se limite a presentarles y a poner la mano para recibir la comisión. Nunca he aceptado trabajar así. No me gusta.
Al contrario, siempre he sido generoso y cuando no he visto la forma de darle yo mismo un buen servicio al cliente y que otro sí se lo podría dar con la misma honestidad, siempre les he puesto en contacto sin pedir nunca nada a cambio.
Y, por otro lado, cuando me han traído un cliente pidiéndome al oído compartir la comisión, nunca lo he aceptado.
Cada cual debe cobrar por su trabajo.
Mi propuesta ahora es la siguiente:
Un cliente que me contacta desde la otra punta del país lo hace porque cree en mi profesionalidad y confía en mi honestidad. No puedo, honradamente, traspasarlo a otro como si fuera un paquete. Pero sí puedo, en cambio, hacerle al subastero local el mismo encargo que el cliente me haya hecho a mí, estudiar la subasta juntos y luego compartir los honorarios.
El subastero local se encarga de localizar la subasta idónea que mejor encaja con los requerimientos del cliente y la investiga con mis propios requerimientos. De manera que soy yo, Tristán el Subastero, quien actúa como cliente frente al subastero local y quien aporta el nivel de exigencia por el que mis clientes confían en mí.
Cuando todo está investigado y hemos decidido que la subasta es una buena oportunidad de negocio para el cliente entonces se le ofrece y tras su visto bueno se asiste a la subasta con él y, si la suerte y el buen hacer de cada día nos acompañan una vez más, coronamos con éxito la adjudicación.
Las condiciones para el cliente son las mismas que explico en mi consultoría de Subastanomics. La comisión innegociable es la misma que vengo cobrando los últimos cinco años, el 6% con un mínimo de 6.000 euros, que el subastero local y yo nos repartiremos como buenos amigos. Al subastero que le parezca poco, simplemente que no nos ofrezca subastas. Al cliente inversor al que le parezca demasiado, simplemente que compre a través de inmobiliarias y que no moleste.
Lo digo en serio, no solo nunca negocio los honorarios sino que me tomo como un insulto los intentos de regatear conmigo.
Esto no es Asia, esto es Esparta.
Me da cierto apuro anunciar esta propuesta en Rankia, quizá debería haberlo hecho en la web Subastanomics, pero como le dije en su momento a W. Petersen en relación al estreno de nuestras dos nuevas webs, si no aprovechamos esta estupenda atalaya que es Rankia es que somos tontos. Por cierto, recomiendo muy encarecidamente su web http://www.yoreklamo.com, ¿quién no tiene que reclamar de vez en cuando para defender sus derechos?
Volviendo a mi libro y desarrollando un poco más la idea.
He pensado que no deseo que este sea el único nivel de colaboración con otros subasteros ni que todo tenga que pasar necesariamente por mi. Quiero que los potenciales inversores en subastas judiciales tengan libertad para decidir si me contratan a mí o si prefieren trabajar directamente con el subastero local.
Los subasteros que deseen que los potenciales inversores les contraten directamente tienen que escribir un comentario en este post dando solo la información de sí mismos que deseen dar pero explicando detalladamente la localidad o zona geográfica para la que ofrecen sus servicios.
Así, los clientes podrán optar entre escribirme a mi o contactar directamente con ellos simplemente pulsando sobre su nombre.
Y aún mejor, aquellos subasteros que quieran dar un paso más y que deseen que sus nombres formen parte de un próximo post sobre subasteros profesionales de toda España, estos tienen que enviarme info sobre ellos, fotografías, años de experiencia en el sector inmobiliario y en las subastas judiciales, sus éxitos, sus fracasos (si los han tenido), en qué tipo de subastas se han especializado, etc. Tranquilos que tampoco es un tercer grado de la CIA, que cuenten sobre sí mismos los que quieran contar y santas pascuas.
Y los que no desean aparecer en el blog ni en los comentarios pero quieren que cuente con ellos para atender la demanda, estos solo tienen que contactar conmigo desde mi página de contacto y prometo no publicar nada sobre ellos. Ni siquiera les mencionaré.
¿Que os parece, puedo contar con vosotros?