Era obvio que acabaría sucediendo.
Esto de las subastas telemáticas durante 24 horas al día, 7 días a la semana, los 365 días del año (24x7x365) NO es sostenible, máxime cuando algunos juzgados (los más cabritos) se están pasando y señalan sus subastas para que finalicen los fines de semana.
Ahora los procuradores se han cabreado y con razón.
Su problema es que la Ley de Enjuiciamiento Civil les impide hacer sus pujas hasta que exista alguna otra oferta de otros postores y a veces los postores no enseñamos la patita hasta las diez u once de la noche. Por supuesto a esas horas hace mucho que terminó la jornada laboral de los procuradores y no les hace ninguna gracia ponerse a trabajar a esas horas.
Y lo de que la subasta se puede prorrogar de hora en hora hasta un máximo de 24 horas es un misil directo a su línea de flotación.
Porque las instrucciones que suelen recibir de sus mandantes suelen ser más o menos así.
Si no participa nadie, lo dejas estar y que la subasta quede desierta
Pero si hay aunque sea un solo postor, entonces ofreces hasta tal cifra.
Lo que significa que en el 98% de subastas que, según las estadísticas, están quedando desiertas los procuradores se están viendo obligados a estar atentos los últimos minutos del último día no vaya a ser que a algún graciosillo se le ocurra la genial idea de ofrecer alguna miseria de última hora.
No sería la primera vez que ocurre algo así.
Y si han empezado las ofertas, entonces tienen que quedarse despiertos hasta que la subasta deje de prorrogarse cada vez que alguien haga una oferta.
Y teniendo en cuenta que muchas de estas ofertas de madrugada son hasta de un céntimo...
Eso tampoco parece hacerles muy felices.
O sea, que hace un año no teníamos ninguno y ahora vamos a tener dos.
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