Hace quince años yo tenía varias tiendas en Madrid en las que vendíamos muebles y decoración que importaba desde Asia.
Aquello era un gran negocio y yo disfrutaba un montón viajando y comprando al por mayor contenedores de muebles y handicraft.
Finalmente me vi obligado a cerrar ese gran negocio porque una multinacional se interesó por mi fantástico local del centro de Madrid y me hizo una oferta que no pude rechazar . Y sin ese local y lo mucho que en él vendíamos, el resto del negocio se venía abajo porque ya no sería posible dar salida a toda la mercancía que importaba.
No tuve que pensarlo mucho.
Al final yo soy lo que soy, un inversor inmobiliario, y por mucho dinero que ganara importando y vendiendo productos del Lejano Oriente, siempre me ha ido mejor comprando y vendiendo bienes inmobiliarios.
Zapatero a tus zapatos.
Con aquella operación gané más que en cinco años de importador y comerciante.
Ahora bien, durante aquellos años aprendí el valor de la decoración, el marketing y el merchandising.
Cada una de las tiendas era renovada completamente cada mes por un decorador que en uno o dos días le daba la vuelta a la tienda como a un calcetín, dejándola como nueva e increíblemente atractiva. El resultado inmediato es que durante la siguiente semana las ventas de esa tienda se duplicaban.
Ya está Tristán con sus batallitas, ¿a dónde quieres llegar con tanta cháchara?
A lo siguiente...
Los que además de aguantar mis rollos aquí en Rankia también me seguís en Subastanomics habréis notado los cambios molones que ahí tuvieron lugar la semana pasada.
Realmente la web solo tenía veinte meses de antigüedad, pero desde el principio supe que tal como estaba no acababa de gustarme visualmente, de manera que en cuanto pude dedicarle mi atención decidí poner el rediseño web en manos de Susana Morin, de Love Visual Marketing. Su especialidad es conseguir webs visuales y que conviertan.
Susana es una profesional increíble, especialista en marketing visual y que, además, tiene el hemisferio derecho del cerebro híper desarrollado, de manera que está muy dotada para las artes visuales.
Cuando comienza un proyecto no lo abandona hasta que todo está exactamente como ella se lo imaginaba en su cabeza.
Su paciencia es infinita y no conozco a nadie con tal amor por los pequeños detalles.
Además en este caso ha contado con la ayuda técnica de Luis Briso de Montiano, de LBM Diseño Web, que es a quien le ha tocado dirigir el desarrollo web y picar código y que también ha mostrado su estupenda disposición para acometer todos los desafíos a los que ella le sometía.
A ambos les estoy muy agradecido por aguantar a este zopenco, analfabeto digital donde los haya.
Y, finalmente, reconozco que actualmente ya no son mías todas las frases que podéis leer en Subastanomics pues me he visto obligado a capitular ante la evidencia demostrada de que el buen copywriting de Rosa Morel es mucho mejor que todas las patochadas que a mi se me pudieran ocurrir.
Sin olvidar tampoco a los de SIC Consulting, que me están asesorando fantásticamente para adaptar la empresa a la temida (y con razón) Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD). Gracias, chicos.
Al fotógrafo no le menciono porque no ha sabido reflejar mi natural belleza y varonil gallardía.
Y para terminar, solo añadir que junto a los cambios estéticos, también he eliminado varias secciones que he visto que eran innecesarias e igualmente he reducido a la mitad el número de consultorías que ofrezco. Lo lamento pero es que no podía abarcar tanto. Creo que con las que ofrezco ahora todos tendremos más que suficiente.
De manera, amigos, que ahora os invito a visitar Subastanomics y os pido que luego me deis vuestra apreciada opinión.
¿Os gusta el resultado?