No es por asustar, pero estoy viendo el último listado de subastas y veo con horror que hay un montón de subastas que finalizan bien entrado agosto.
Con el cabreo que tenían los procuradores porque les hacían pujar los sábados y festivos y ahora van y les hacen trabajar en agosto.
Y parecía que eso se había arreglado...
Qué diferencia con lo que ha venido sucediendo en verano con las subastas desde el principio de los tiempos, cuando sus señorías dejaban de señalar subastas desde el 20 de junio hasta el 1 de septiembre para tener un veranito descansado.
Y no solo eso, sino que tampoco señalaban subastas desde principios de diciembre hasta después de Reyes ni durante los diez días de Semana Santa.
Ahora que son otros los que tienen que destripar terrones hasta en agosto les meten subastas.
¡Que poca vergüenza, señorías!
En fin, que no son fechas para andar tocándole las narices al ciudadano de provecho que paga sus impuestos.
Un poco más de respeto, señorías
Y lo que me temo es que si se tiran todo este mes señalando subastas y enviándolas al B.O.E., y obviamente sin señalar ninguna durante el mes de agosto porque sus señorías estarán de vacaciones, lo que va a pasar es que habrá un montón de subastas que finalicen a lo largo de agosto y que luego septiembre será un mes de sequía subastera.
No se cómo lo veréis vosotros, pero yo me temo lo peor.
Ahora que yo, por mi parte, en cuanto entre en el paraíso asturiano voy a mandar a tomar por saco a cualquiera que me llame o escriba hablándome de trabajo.
Mi intención es seguir con mi costumbre de siempre de desconectar el teléfono y prescindir de internet desde finales de julio hasta principios de septiembre.
Y es que los subasteros no nos hacemos ricos pero vivir, vivimos muuuuuuy bien.
El premio al trabajo seguro que no nos lo conceden.
¿O no?