Este verano he visto cosas que nadie creería...
A sobaos gigantes absorber un vaso de Cola-Cao como si tal cosa.
También a las perseidas brillar en la oscuridad, más allá de Lagos de Covadonga.
He sudado la gota gorda allá arriba, en los reinos del rebeco.
Todos estos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia.
Todo aquello ya pasó. Lo que sucede en el paraíso asturiano se queda en el paraíso asturiano. Como en Las Vegas pero en plan bien.
Y ahora es tiempo de asumir los nuevos retos que dejamos perfilados en julio.
Lo que en mi caso significa ponerme manos a la obra en un nuevo proyecto que, aunque tiene mucho que ver con mi actividad subastera de toda la vida, a pesar de eso, no deja de ser algo absolutamente nuevo para mi.
Algo que lleva años dando vueltas por mi cabeza.
Algo que comencé a preparar tímidamente hace más o menos un año.
Y finalmente, algo que he estado diseñando estratégicamente durante los últimos meses y para lo que he estudiado y me he preparado concienzudamente.
Lo que no garantiza el éxito a menos que ahora deje todo lo demás y me focalice exclusivamente en este nuevo proyecto. Algo parecido a lo que hacen los felinos de la sabana cuando fijan su mirada en una única presa y se olvidan del resto del mundo.
Y cuando digo exclusivamente, quiero decir exclusivamente.
O sea, que ahí va mi anuncio:
Durante los próximos meses abandono toda la actividad subastera e inversora y me voy a dedicar exclusivamente a mi proyecto
Esto no incluye a los blogs, que voy a continuar publicando con toda la regularidad de que sea capaz, ni a las consultorías de Subastanomics "Hello, Tristán" o "Tristán el Detective", que me ayudarán a salir un poco de la rutina en la que voy a estar encerrado.
Esta espantada tampoco va a afectar a las inversiones que ya están en marcha ni a las que están proyectadas y ya estudiadas para las próximas semanas, como tampoco a las compras realizadas para clientes y que todavía estén pendientes de los trámites judiciales.
Para que todo lo ya iniciado tenga la continuidad necesaria dispongo de un equipo pequeño pero extraordinariamente eficaz. Que nadie tema por las inversiones pendientes.
Pero no voy a estudiar nuevas subastas.
Ni para mi ni para nadie.
Ni siquiera para los clientes que contactaron conmigo en los últimos meses y que esperan ilusionados la subasta de su vida.
Ni siquiera esos.
Me va a costar cierto esfuerzo de contención, porque echarle un ojo a los listados de subastas siempre es una tentación grande. Nunca se sabe si el último listado es el que nos va a traer la subasta definitiva, esa que nos va a permitir comprar por fin nuestra isla y retirarnos a ella con armas y bagajes a disfrutar del sol, las palmeras y las curvas.
El éxito es como un iceberg del que solo se ve la parte bonita, pero que deja oculto debajo del agua todo el esfuerzo que ha hecho posible el resultado.
Pero para que veáis que la cosa va en serio, este mes ni siquiera voy a recibir ningún listado de subastas.
Y las próximas horas las voy a dedicar a contactar uno a uno con todos mis clientes para comunicarles que no pueden contar conmigo al menos hasta febrero, que será cuando el proyecto se habrá convertido en una nueva empresa que habrá iniciado su andadura vital.
Así es que esa es la noticia, Tristán se va a sus cuarteles de invierno a concentrarse en su nueva aventura.
Porque cuando hay una tormenta lo pajaritos se esconden, pero las águilas volamos más alto.
Desde este momento mi correo electrónico y mi teléfono quedan secuestrados por mi mano derecha , de manera que todos los correos entrantes y todas las llamadas serán filtrados y no llegarán a mi a menos que su contenido sea considerado prioritario.
Por favor, absteneros de contactar conmigo a menos que sea para venderme un euro a cincuenta céntimos.
Y los que queráis contratar alguna de las consultorías de Subastanomics mencionadas más arriba también podéis contactar.
Pero NO voy a buscar casa para nadie hasta que este periodo de varios meses haya finalizado.
De verdad que lo lamento.
¿Y por qué no he contado nada acerca de este proyecto que tanto va a variar mis rutinas en los próximos meses?
Pues muy sencillo, por un lado porque soy de los que piensa que hablar de proyectos que aún están en el aire es un imán para la mala suerte y para que éstos se gafen.
Y por otro lado porque en este océano hay muchos tiburones y además lo sobrevuelan algunos buitres leonados, por lo que considero que será más provechoso hacer mutis y no alertar a la competencia antes de tiempo.
Os prometo que en noviembre "Garganta Profunda" os contará todo lo que haya que contar, que será mucho.