El 24 de diciembre de 1914, alemanes y británicos abandonaron los fusiles y detuvieron la contienda más sangrienta de la Historia para celebrar la Navidad juntos. Pasaron de matarse unos a otros como bestias sanguinarias a intercambiar whisky, cigarrillos y dulces como los jóvenes europeos que eran.
Todo comenzó porque los soldados alemanes adornaron sus trincheras bajo el frío y la nieve, que no dejaba de caer. Los soldados y oficiales ingleses comenzaron a cantar el villancico "Noche de Paz" y los alemanes hicieron lo propio en su idioma.
Entonces los alemanes propusieron a gritos una tregua.
Así lo contaron un buen número de soldados británico en las cartas a sus familias:
"A última hora de la tarde los alemanes se volvieron divertidísimos, cantando y gritándonos. Dijeron en inglés que, si no disparábamos, ellos tampoco lo harían. Encendieron fuegos fuera de su trinchera, se sentaron alrededor y empezaron un concierto".
Entonces, a ambos lados de las trincheras comenzó un intercambio de felicitaciones navideñas y pronto empezaron las llamadas a tierra de nadie donde se intercambiaron regalos e incluso algunos se pusieron a jugar al fútbol.
En muchos sectores la tregua solo duró esa noche, pero en algunas áreas duró hasta el año nuevo, e incluso hasta el mes de febrero.
Estos hechos históricos se conocen como la Tregua de Navidad y hace un par de años, aprovechando el centenario, a alguien se le ocurrió realizar este extraordinario anuncio de una marca de chocolates:
La historia es vieja pero tan vigente hoy como entonces. Lo que no conoce casi nadie es que, para evitar que algo así pudiera volver a suceder, en los siguientes años el alto mando británico ordenó bombardear al enemigo la víspera de Navidad para evitar que las tropas volvieran a reblandecerse.
Mañana es Nochebuena y pasado mañana es Navidad.
La Navidad es un gran regalo que los europeos celebramos desde hace miles de años y la fecha más importante del año para los que somos cristianos.
Para mi y mi familia estas fechas son las mejores del año.
Ahora por partida doble, pues los que están lejos vuelven a casa y todos volvemos a reunirnos por unos días.
Os quiero dar las gracias a todos por seguir ahí, por leerme, por comentar y por animarme. Últimamente os tengo un poco abandonados porque el proyecto del curso de subastas es un agujero negro que absorve todo mi tiempo, pero prometo volver con fuerzas renovadas en cuanto haya finalizado el periodo de matrícula del curso.
Tampoco quiero olvidarme de aquellos cuyas viviendas he comprado este año. Si todavía no he llegado a un acuerdo digno con vosotros espero hacerlo muy pronto. Pero eso será ya después de la Navidad, porque yo soy de los que no escucha las consignas del alto mando y respeto la Tregua de la Navidad a rajatabla. A mis okupas también os incluyo en la tregua. Podéis estar tranquilos, que no os molestaré hasta después de Reyes.
Que la paz de estos días nos permita a todos reencontrarnos el año entrante con una nueva actitud y energías renovadas.
¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!