- Tristán, ¿No creés que ya sería hora de ponerse a laburar? Son las nueve y aún estás en piyama.
- ¿Ponerme a trabajar con lo a gusto que estoy aquí leyendo a George R. R. Martin? Ni loco. Ayer me conecté por primera vez desde el 28 de julio y me encontré más de cien consultas en el correo. Contesté unas cuantas y me fuí a la playa. Pero dime ¿Tú quien eres?
- ¿Quien voy a ser?, Pepito Grillo, la voz de tu conciencia. ¿A vos os parecé bonito cerrar el chiringuito y tumbarse a la bartola más de un mes? vas a perder lectores, la gente se irá a leer otros blogs. Tenés una responsabilidad con los lectores y con Rankia ¿Os parece a vos que sos único?
- Pues claro que no. Lo que pasa es que yo me inspiro en el día a día en los juzgados. Critico cosas que veo o que me cuentan y ahora solo podría hablar de sol, de playa, de montañas y de las noticias de la prensa, que por cierto viene más raquítica que Kate Moss.
- Pues hacé como ellos, escribí serpientes de verano, rellená con chistes o con cualquier cosa.
- Quieto parao ¿Por qué me hablas con acento argentino si yo soy español y se supone que tú eres mi conciencia?
- Qué conciencia ni qué conciencio. Dejá de rajar y ponéte a escribir.
- Lo que voy a hacer es comerme otro sobao y seguir leyendo.
- Vos sos loco, pibe, sos un gallego boludo. ¿Os parece bien a vos pasarla bailando en el boliche, buscado minas a todas horas? Dejá de joder, pibe. Al menos encendé la computadora y contestá los correos atrasados. Hay wi-fi a pocas cuadras de aquí.
- Lo siento, no se me ocurre nada. Será que las Musas han pasado de mí.
- ¡Qué quilombo!