Que Francisco Calvo es uno de los subasteros con la cabeza mejor amueblada de España ya lo sabíamos muchos. Que además de eso es polifacético, también lo sabía yo porque conozco su interés por hacer un montón de cosas distintas, aunque sea solo por entretenerse. Su curiosidad es infinita. Hace unos meses le ofrecieron participar en el nuevo seminario de subastas organizado por Pública Subasta y aceptó encantado. La verdad es que se apunta a un bombardeo.
Pero lo que ni yo ni nadie podíamos imaginar es que también fuera bardo. Aquí le tenemos cantándole a su entrañable amigo Eduardo Sánchez Manzanera, fallecido hace unos meses por error médico.