Decía Sun Tzu, en El arte de la guerra, que una de las claves de la victoria es tener bien estudiado al enemigo. Actualmente hace falta ser un tipo raro para tener enemigos declarados, yo al menos no los tengo, pero rivales o adversarios sí abundan en la sociedad contemporánea. En concreto yo he adoptado como tales a todos estos grupúsculos marginales de anarquistas antisistema que ahora se han auto bautizado como los "indignados del 15-M".
Yo no habría empezado a meterme en sus asuntos si ellos no lo hubieran hecho con los míos, pero lo han hecho desde el momento en que se han fijado el objetivo de parar por la fuerza todos los desahucios que puedan y, por lo que veo, tienen la intención de seguir haciéndolo, así que siguiendo el consejo de Sun Tzu, lo mejor será estudiarles y conocerles un poco mejor.
De esa manera he llegado a la publicación anarquista Todo por hacer, donde por ejemplo se lamentan de que los desahucios se continúen produciendo a pesar de la matraca que los tiparracos estos están metiendo. Alucinante que los muy simplones hubieran llegado a pensar que con su actividad fueran a ser capaces de impedir los lanzamientos y de paso de cambiar el mundo.
Conclusión, que ya les conozco un poco mejor y que son tan simples como me suponía.
Como por otra parte suele pasar siempre con este tipo de personas. Véase el ejemplo de El Algarrobico, donde una decena de animales de bellota no quieren esperar a que haya una sentencia judicial firme y se proponen derribar inmediatamente el hotel playero con el eximio apoyo de 27.000 firmas, como si eso ya les diera legitimidad suficiente. Naturalmente la inmensa mayoría de los habitantes de la zona están en contra, pero parece ser que su firma no cuenta.