A pesar de la inexistencia del hambre o de la pobreza en la Federación de Planetas Unidos, tal y como se describen en el genial universo de Stark Trek, el dinero sigue teniendo un importante uso. Especialmente en los límites de la Federación o en los intercambios con otras jurisdicciones. El Crédito Federal es la moneda de mayor uso, creado con las reservas de los primeros mundos en integrarse. Su valor era actualizado de acuerdo a las finanzas de cada nuevo miembro hasta el año 2275, cuando su fue estabilizado. De hecho, más que una moneda, podríamos considerarlo una especie de derecho de cobro sin respaldo físico o de otro tipo (por lo menos conocido).
Quizá por esto no era aceptada por el Imperio Klingon, donde se utilizaba principamente el Darsek (su moneda oficial) y el Latinum, que tenía valor físico.
Cuando hablamos de régimen cambiario nos referimos a cómo implementa un país su política cambiaria. En este sentido, el FMI clasifica los países entre los que no tienen moneda propia y los que sí la tienen.
Países que no tienen moneda propia.
- Un país podría renunciar a tener moneda propia y, sencillamente, aceptar la de cualquier otro país. Por ejemplo, Panamá establece en su constitución desde 1904 que "no habrá en la República papel moneda de curso forzoso". Es decir, en Panamá cualquier moneda que se utilice es determinada por el mercado. Del mismo modo no existe Banco Central ni política monetaria propia ni prestamista de último recurso. En la práctica la moneda más usada es el dólar estadounidense y el país tiene una importante dependencia de esta divisa. De hecho en la administración se utiliza el "Balboa", sólo a nivel burocrático, que tiene paridad con el USD.
Otro ejemplo es Zimbabwe, que abandonó su propia moneda en 2009 y actualmente cuenta con ocho monedas oficiales como moneda de curso legal (dólar estadounidense, rand sudafricano, Botswana pula, libra esterlina, dólar australiano, yuan chino, rupia india, y yen japonés).
- Un país puede, sencillamente, usar la moneda de otro país. Perdería su capacidad para imprimir moneda propia y por tanto su control sobre la política monetaria. Por ello la moneda seleccionada suele ser una con la que el país tiene importantes vínculos comerciales. Es el caso de la "dolarización" en países como Ecuador o El Salvador, o la "eurización" en países como Andorra o Mónaco.
- Por otro lado, un país puede ser miembro de una unión monetaria y utilizar una moneda común. Por ejemplo, en la Eurozona, el Euro. En este caso, los países pierden el control de una política monetaria propia en favor de una política monetaria común con el resto de la zona. Pero la Eurozona no es la única unión monetaria. También existe el dólar del Caribe Oriental (Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, San Cristóbal y las Nieves, Santa Lucía, y San Vicente y las Granadinas) que se fija respecto al USD y el Franco CFA (Benin, Burkina Faso, Camerún, República Centroafricana, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Gabón, Guinea-Bissau, Costa de Marfil, Malí, Níger, Senegal y Togo) que se fija frente al Euro.
Países que sí tienen moneda propia.
- Caja de conversión. Por ley, el emisor de la moneda se obliga a cambiar la moneda nacional por una extranjera a un tipo de cambio determinado. El ejemplo más notable es el Dólar de Hong Kong. Para poder cumplir el compromiso cambiario, el emisor sólo puede emitir moneda nacional cuando está respaldada por la moneda extranjera de referencia. Así, ésta estará totalmente respaldada por activos externos. Este sistema deja por tanto poco margen de maniobra para aplicar una política monetaria propia al país que la utilice. Esto se puede corregir, claro está, eliminando un poco de rigidez a las normas que rijan la caja de conversión. Del mismo modo que vimos antes, este tipo de cambio sólo lo elegirán países con importantes vínculos comerciales con el país de referencia para la divisa. El beneficio: da mayor seguridad a los inversores extranjeros.
- Tipo de cambio fijo (fixed peg). En este caso, el país emisor de la moneda puede decidir vincular el tipo de cambio de su divisa a otra moneda o a una cesta de monedas. Normalmente el tipo de cambio se establece con unas bandas mínimas (menores al 1%). Cuando las bandas son superiores, el sistema cambiario se conoce como de bandas horizantales (horizontal bands o target zone). Lógicamente cuanto mayores sean las bandas, mayor la flexibilidad del banco central sobre su política monetaria. Un ejemplo típico de este tipo de cambio ha sido el Peso argentino. Este sistema se suele utilizar, por ejemplo, para crear un clima de mayor estabilidad para la inversión, y generalmente se utiliza en países emergentes de cara a atraer la inversión extranjera. De hecho, esta inversión es vital para tener reservas suficientes que permitan mantener la fijación del tipo de cambio.
- Flotación fijada (crawling peg). Puede ser pasiva o activa. En el primer caso, el tipo de cambio se ajusta periódicamente (por ejemplo, ajustes en el caso de un aumento de la inflación). En el segundo caso, se anuncian una serie de ajustes en el tiempo y se van implementando. Este sistema permitiría asegurar más las expectativas de inflación. Con todo, el control sobre la política monetaria sería similar al sistema anterior.
- Bandas de fluctuación (crawling bands). En este sistema, se permite cierta flotación dentro de las bandas, que se van incrementando con el tiempo. Este sistema se suele usar como paso previo entre un sistema de tipo fijo a uno de cambio flexible (como por ejemplo, en China). La flexibilidad de la política monetaria será mayor según se vayan incrementando las bandas.
- Flotación dirigida. La autoridad monetaria se guarda la capacidad de intervenir sobre la divisa en base a determinados indicadores, como podrían ser la balanza de pagos, la inflación, el empleo, etc. El Banco Central se reserva la capacidad de no anunciar cuándo hará lo anterior. Lo negativo de este sistema es que la respuesta de los socios comerciales a las actuaciones de la autoridad monetaria emisora con este sistema pueden generar cierta inestabilidad.
- Flotación libre o independiente. El precio se establece mediante oferta y demanda. El grado de intervención sobre la divisa dependerá del país, pero no será de forma excesiva y en general la política monetaria será independiente de la política cambiaria. La Eurozona es la máxima expresión de esto.