No te lo creas demasiado, amigo. Eso mismo fanfarroneó la última vez también y a la hora de la verdad, cuando le aceptaron la oferta, se rajó como una "marrana". Él sabrá por qué. Mucho ruido y pocas nueces, lo de éste filibustero.
Además, para quien asegura que sus sellos no valen nada, pide demasiado por ellos, ¿no crees? Debería conformarse con un magro 10% o menos, dado que aun así le saldría un buen trato y ganando algún pellizco. Después de todo, menos da una piedra y al igual que sus despreciables "estampitas", según dice.
Pero quiere ponerle un precio de hasta un 30% de lo que le costaron. Debe ser eso, entonces, lo que valen para él, aunque vaya pregonando por todas partes que los sellos no valen nada, puesto que ni siquiera existe mercado alguno. Sin embargo, el tío se lo ha propuesto creyendo que se pueden vender y siendo incluso posible que lo consiga. Podríamos preguntarle, pues:
¿En qué quedamos, finalmente? ¿Se venden o no se venden los sellos?