... "si la justicia dictamina (reconocer????, joder, ya lo das por hecho, eso no es "presunción") que son inocentes" ...
La presunción de inocencia, significa, que se es INOCENTE y con todas las de la ley, mientras no se demuestre lo contrario. Aunque se esté imputado en algún caso. ¿Te vas a enterar ya de una puñetera vez?
Lo que tú haces (contraviniendo a la ley), es una PRESUNCIÓN de CULPABILIDAD. Es decir, determinas culpables a los imputados, con la salvedad de que puedan dejar de serlo si finalmente son absueltos, cuando es justo al revés. Así, los imputados son, a priori, tan inocentes como tú o como yo, con la excepcionalidad de que podrían dejar de serlo (en tanto que están imputados) si se les condenara o declarase culpables, posteriormente. Pero, en ningún momento, hasta entonces, pierden la condición de inocentes.
Por tanto, lo que tú vienes a poner en práctica (aunque fuera de una forma subconsciente), es aquella aberración jurídica que idearon algunos dirigentes nazis (entre otros). Lo cierto es, que se te ve demasiado el plumero y tu actitud nos revela mucho de ti o sobre lo que realmente eres. Como ejemplo, valga ésta otra frase tuya:
..."yo no defiendo ni ataco presunción de inocencia de nadie" ...
Queda claro que damos por cierto, que no se debe atacar la presunción de inocencia de nadie (cosa que en realidad tú no haces y aunque digas lo contrario), sino que deberías imponerte como principio, defender esa presunción a ultranza (no sólo no atacarla).
Y, por resaltar una muestra más de tu empecinamiento terco o estrecha cabezonería, digo que me continúas tomando por quien no soy, sin atender mis aclaraciones.
El caso es, que, aunque carezca de relevancia, me llama la atención, observar en ti, que siempre sigues a ciegas tus prejuicios. No sientes la más mínima necesidad y aun menos curiosidad, por detenerte a certificar tus acertijos. Lo mismo te ocurre con Cano, cuando no escuchas razones ni verificas los hechos. O, con "El Saqueo de Afinsa", que para ti ya es un "bodrio" aun sin haberlo leído. Una vez que ya has juzgado y condenado, para ti sobran las pruebas. Lo que no te gusta o no quieres, sencillamente no existe.