Re: Una cosa es opinar y la otra es mentir.
Carta de un ex-asesor
Autor: Ex-asesor
Fecha: 02/07/2007 14:16:18
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CARTA DE UN EX-ASESOR
Me ha costado bastante el decidirme a dar este paso y confesar públicamente el remordimiento que me embarga por el daño causado a tanta gente cuando creía que les hacía un bien y de paso me ganaba mi sustento y el de mi familia. Actualmente estoy en una situación donde igual me veo culpable que inocente ya que yo también fui engañado y más que otros afectados, ya que perdí mi dinero igual que vosotros y además mi medio de vida hasta entonces. Pero esta circunstancia no me sirve de consuelo, pues cada vez que pienso en la de familiares, amigos, conocidos y amigos de estos a los que llevé al engaño involuntariamente por supuesto, vuelvo a sentirme realmente mal.
Hago estas reflexiones públicamente porque no puedo entender como aún hoy hay ex compañeros míos que siguen tratando de engañar y confundir a tantos miles de afectados. En unos casos por el síndrome de barrigas agradecidas, hacia unos elementos que nunca debieran haber salido de la cárcel, en otros por tratar de seguir con un trabajo que hoy mirando hacia atrás ha quedado claro que era una autentica estafa, y en otros casos lo único que quieren es seguir viviendo de unas comisiones a costa de quien sea y como sea.
He visto como otra ex compañera hacía más o menos una confesión similar y como elementos sin el más mínimo escrúpulo la han llamado de todo tratando con esta actitud de acallarnos y seguir ellos con su verdad. Una verdad que hoy sólo es creíble por las partes interesadas y los acólitos que se han buscado para seguir confundiendo y engañando a la opinión pública, como puede ser el ejemplo de la última asociación, ACLA que ha aparecido en esta tragedia y que defiende descaradamente a los ex directivos de Afinsa. Es curioso como con las amistades y personalidades que tenían y conocían los ex dueños de Afinsa, hayan tenido que recurrir a una familiar de uno de los ex cargos de la empresa para fundar esta asociación y poner al frente de ella a una señora que por lo que se ve el cambio hormonal le ha dado por creerse una Juana de Arco, con desequilibrio psíquico incluido, apoyándose en un tendero que lo único que tiene en su haber es el haber creado un foro que hoy por hoy es la portavocía de Afinsa. Y como no puede haber dos sin tres, a este elenco se ha añadido otro elemento no menos pintoresco: un frustrado aspirante a escritor conocido por la pedantería de sus escritos y por la jactancia que hace del conocimiento de la empresa privada.
La verdad es que para seguir y continuar el engaño ya podían haber encontrado un elenco con más credibilidad que esta pobre gente, porque mientras nosotros hacíamos un trabajo que creíamos honesto por desconocer la verdadera operativa de la empresa, es impensable que conociendo hoy día lo que conocemos, haya gente con tan pocos escrúpulos y bajeza moral, como esta que se preste a esta farsa, bien por lazos familiares u otros oscuros objetivos que desconocemos aunque intuimos.
Me acabo de enterar que por fin consiguieron que la semilla sembrada en el seno de las plataformas blancas ha germinado, consiguiendo que esta federación se vea desmembrada por unas 8 o diez asociaciones provinciales, que haciéndose eco de las consignas de ACLA se han escindido para formar otra federación más afín a los postulados de Afinsa que a los intereses de los afectados y que esta nueva federación está liderada en su mayoría por los presidentes que Afinsa puso en su día al frente de ellas, algunos sin ser ni siquiera clientes y otros con un abono insignificante, pero que son ex delegados y ex empleados. Es triste ver como la condición humana no ceja en su empeño de seguir tratando de vivir a costa de los demás y mientras unos reflexionamos en el mal involuntario que hicimos, otros en cambio no tienen el más mínimo escrúpulo en seguir mintiendo para sostener esta estafa y seguir lucrándose de la sociedad.
Pido a todos aquellos ex compañeros y ex compañeras que acudíamos a aquellos cursillos donde se nos instruía en la forma tan salvaje y descarada para hacer clientes que vayan saliendo a la luz pública, reconociendo que nosotros también fuimos unas victimas de estos desalmados y que todos no somos como los que aparecen defendiendo a estos estafadores y ladrones que debieran pudrirse en las cárceles para escarmiento de los que puedan venir detrás. Y por lo que a mí respecta llevaré este remordimiento durante bastante tiempo y nunca me arrepentiré lo suficiente del daño causado involuntariamente.