Llamar chiringuitos a las Cajas de Ahorro me parece una barbaridad, funcionaron bien, y en ocasiones mejor que los bancos durante décadas, otra cosa es que las cosas hayan llegado a este punto que me temo que es ya sin retorno.
Te adjunto algo (una parte de algo que tengo preparado para meter en el blog) es solo una introducción:
Las Cajas de Ahorros empiezan en el siglo XIV durante el reinado de Isabel II (1833-1868), la primera Caja de Ahorros se constituyo en Jerez de la Frontera, Caja Madrid se crea en 1838. En otros países de nuestro entorno las primeras cajas son algo anteriores, a finales del siglo XVIII.
Muy anteriores eran los “montes de piedad”, siendo el primero en 1702, y a través de la Real Orden de 17 de abril de 1839, se encarga a los gobernadores civiles que impulsen la creación de Cajas de Ahorro, a poder ser, con Montes de Piedad.
En aquellas fechas la banca estaba muy poco desarrollada, y probablemente el que precisaba de crédito estaba más en manos de usureros de toda índole que otra cosa, tanto debió ser así , que en 1908 se promulga la Ley contra la usura, hoy todavía vigente, impulsada por Gumersindo de Azcarate, lo cual de alguna forma debe darnos alguna pista sobre lo estaría ocurriendo entonces.
A finales del siglo XIX y debido al impulso de la red ferroviaria, muchos de los pequeños bancos locales se implicaron en demasía, y ello provocó problemas financieros de toda índole en dichos bancos, incluidas quiebras, porque el negocio no llego nunca a cumplir las previsiones, la banca como sector empresarial, en muchos casos local, tuvo muchos problemas de solvencia, si bien existen hoy todavía algunos bancos que proceden de aquellas épocas, los que fueron capaces de sobrevivir a dichos momentos. Las quiebras de bancos no fue un asunto de España, como muestra se puede indicar que en la crisis británica de la primavera de 1847 quebraron varios de ellos.
Inicialmente los Montes de Piedad van estrechamente vinculados a organizaciones caritativas, católicas y con el respaldo del gobierno del momento se impulsa creación de Cajas de Ahorros, que por Ley de 29 de junio de 1880, ya en plena Restauración, se consideraron “benéficas” y bajo la protección del estado, que era el que aprobaba sus estatutos.
Estas instituciones más o menos en la primera mitad del siglo XX pasan a ser dirigidas por personalidades destacadas del lugar, no olvidemos que hasta hace relativamente pocos años estas entidades financieras tenían un ámbito geográfico muy reducido, de hecho casi cada provincia española tenía una caja, en algunas hasta dos, e incluso algunas poblaciones relevantes en cuanto a población (o no tanto) tenían su propia caja al margen de la “provincial”. (Caixa Manlleu, Ontinyent, Pollença …)
Realmente la función social de las cajas de ahorros en sus primeros decenios vida fue un hecho, una enorme seguridad para los ahorros de los ciudadanos, unos tipos de interés pequeños, en tiempos que la usura estaba al orden del día, y al mismo tiempo unos bancos con muchos intereses en la industria, en las comunicaciones ferroviarias, que en ocasiones tomaban unos riesgos excesivos.
El éxito del sistema de Cajas de Ahorro fue tan grande, debido a la enorme seguridad para los depositantes, que el sector público vio la posibilidad de utilizar a su favor la política en estas entidades de ahorro, muestras tenemos en la financiación de viviendas modestas y la obligación de invertir parte de los recursos de los ahorradores en fondos públicos.
También tenían que otorgar préstamos a agricultores y al sector pesquero, es de suponer a unos tipos de interés reducidos, con lo cual de alguna forma eran un instrumento del estado en función de las políticas que se consideraban convenientes.
AHORA BIEN, si hoy son lo mismo, pues la respuesta es bastante obvia, poco que ver ....