Aqui está el artículo del inigualable Jesús Cacho:
DE LA PASIÓN POR AZNAR A LA ADHESIÓN INQUEBRANTABLE A ZAPATERO (EL CASO EMILIO BOTÍN)
22/03/2004 (Con Lupa)
Quienes conocen al personaje andaban un poco nerviosos. ¡Ya está tardando demasiado! Se decían perplejos. Y es que Emilio Botín Ríos, Emilio II, primera fortuna del país, ha tardado cuatro días, algo así como 96 horas, en declarar su adhesión inquebrantable a José Luis Rodríguez Zapatero, nuevo presidente del Gobierno. En el caso de don Bizcocho, de casta le viene al galgo, que nunca de lobos nacieron corderos. La mayoría recordará el incondicional apoyo de su padre, Emilio I, a la incautación de Rumasa, el 23-F de 1983, por el también recién estrenado gobierno de Felipe González. Y, más tarde, el préstamo gratuito del avión de Emilio II, o sea de los accionistas del Santander, a José María Aznar, para viajes varios. Y su presentación ante la alta sociedad financiera. Tratándose de la familia Botín, ya se sabe: de oca a oca y tiran porque les toca.
No hay un español que ignore que Emilio Botín Ríos es, desde su más tierna infancia, un socialista de tomo y lomo, de modo que era tan previsible que hiciera lo que ha hecho, que el personal se ha limitado a esbozar una sonrisa. Es el olor del dinero, o el todo por la pasta. Así que, si está de moda ser ecologista, don Emilione el primero. ¿Hay alguien que se atreva a decir que Botín no es ecologista? Como el que más. La bochornosa operación de la ciudad financiera de Boadilla así lo atestigua. También la pista para reactores y el miniembalse construidos en su latifundio de Luciana, por no hablar de sus safaris de elefantes en África, o del oscuro episodio concluido en agua de borrajas (¡Pepe Bono!) del águila real envenenada y quemada en otro latifundio fraterno, el de Jaime I El Navegante.
Y si el asunto va de ONGs y ayuda al desarrollo, tampoco se empacha don Bizcocho en ponerse al frente de la manifestación. No importa que a la vez imparta cátedra preconizando la deslocalización bancaria hacia China o la India, a cuenta de los míseros salarios que perciben sus naturales. Emilio II es la versión al revés de la Madre Teresa. También una mezcla sutil entre Marcelino Menéndez y Pelayo y Alfred Nóbel, por la acendrada defensa que realiza de la cultura y la universidad. Nuestro prócer, un auténtico prodigio de sensibilidad, tanto lee (y tan tarde) que corre el riesgo de que se le caigan los sesos, como le ocurrió a Alonso Quijano (de los Quijano de La Mancha de toda la vida, no de los de las trefilerías cántabras). En fin, el maestro Ciruela, que no sabía leer y puso escuela.
Aunque hay que ser justos. Botín, esta versión postmoderna del Mr. Scrooge de Dickens, no ha resultado menos previsible que otros poderosos que gobiernan las altas finanzas y las grandes empresas patrias (véase Galán el eléctrico, que nos ha salido también ecologista y zapatista). Ni tampoco menos que los magistrados del Constitucional, que han suspendido sus deliberaciones sobre el plan Ibarretxe. Probablemente será para concentrarse en el Plan Botín, y poder, con la debida tranquilidad, concentrarse en la elaboración de sesudas resoluciones dirigidas a evitar a banquero tan honrado el baldón del banquillo, aun a costa de declararlo inviolable, tal que Su Majestad el Rey, que ya se sabe que la picota está reservada, llegado el caso, a los españolitos de a pie con problemas para llegar a fin de mes.
Muchos poderosos están ya buscando su lugar al sol que más calienta de Zapatero. Solo que Emilio II es más locuaz y desvergonzado. ¡Hace falta tenerla de cemento armado! Claro que el pobre Botín tiene sus problemillas con doña Justicia, todos derivados de su bulimia por la pasta, que explican su súbita reconversión a la doctrina de Pablo Iglesias. Se llaman cesiones de crédito, y dádivas a Amusátegui y Corcóstegui con los dineros de los accionistas del SCH. Y algunas cosas más que están por venir. El Dadivoso debe sentir un sudor frío pensando en