El negocio de la calderilla.
Operan incluso en plena Gran Vía, rodeados de gente y con total impunidad. Decenas de delincuentes obstaculizan a diario la ranura de salida de monedas de cientos de cabinas telefónicas de la capital para impedir que el usuario pueda recoger su cambio y apropiarse así de su dinero.
| teresa g. perales | 20 minutos | http://www.20minutos.es/nx.asp?noti=10877
Juan Manuel es un treintañero delgado y barbudo que, desde hace unos meses, realiza este tipo de delitos. Cada día tapona con plastilina el cajetín de algunas cabinas del centro y espera, acechante, a que sus víctimas utilicen estos teléfonos públicos y no puedan recoger el cambio. Él controla la escena de la estafa a escasos metros para que no se le adelante ningún intruso: “Los viejecillos pensionistas nos hacen la competencia, las revisan una a una”, aseguró a 20 minutos Juan Manuel.
“Cuando veo que el menda se va, me acerco, golpeo el cajetín con el auricular o introduzco un alambre para desprender la plastilina y ya está. Saco unos tres euros cada tres horas, pero algo es algo, yo estoy pluriempleado”. Su pluriempleo consiste en la mendicidad “a tiempo completo” y el robo en cabinas “media jornada”.
Esta estafa no afecta sólo a las cabinas del centro, sino que se da en cientos de las 6.244 cabinas de telefónica distribuidas por la región. Aunque las más maltratadas son, sin duda, las 3.767 de la capital. Los desperfectos en estas instalaciones ocasionan a Telefónica unos perjuicios de entre 60.000 y 120.000 euros anuales. Se desconoce a cuánto asciende la cifra que estafan a los usuarios, pero ésta podría superar los 45.000 euros mensuales.
Derecho a reclamar | La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) explicó que los estafados en cabinas tienen derecho a reclamar. Telefónica está obligada a devolverles el dinero perdido, ya que “la compañía es responsable del mantenimiento de este servicio público”.
Telefónica asegura que cumple de manera estricta sus rutas de mantenimiento, pero que “el vandalismo es inevitable”. Asimismo, recomienda, para evitar estafas, la utilización de tarjetas telefónicas en vez de monedas e introducir el importe justo.