La UE y Rusia hablan de energía y democracia antes del G8
SOCHI, Rusia (Reuters) - El presidente ruso, Vladimir Putin, se reúne el jueves con responsables de la UE en una cumbre que se centrará en las preocupaciones occidentales respecto a seguridad energética y a la democracia en Rusia, y que establecerán el tono del encuentro del Grupo del G8 el próximo verano.
Putin, que preside el grupo de ocho países industrializados por primera vez, ha colocado la seguridad energética en el centro de la agenda de la cumbre de julio en San Petersburgo y espera que este asunto le ayude a impulsar el perfil internacional de Rusia.
Sin embargo, las breves interrupciones de los suministros de gas en Europa el pasado enero en medio de la disputa de precios de Moscú con su vecina Ucrania han causado consternación a muchos europeos. El gigante ruso Gazprom proporciona un tercio de las necesidades europeas de gas.
"Sería muy difícil imaginar el éxito pleno de la cumbre del G8 en San Petersburgo sin que haya resultados positivos ahora en Sochi", dijo el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, a Reuters en el avión que lo llevaba a la ciudad del mar Negro.
"Tengo mucha confianza en la cumbre UE-Rusia. Espero que tenga éxito", añadió.
Además de las preocupaciones energéticas, la intención de Putin de reforzar el control del Kremlin sobre medios, gobernadores regionales y economía han desatado las preocupaciones occidentales sobre la venida a menos de la democracia en Rusia.
El vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, indignó a las autoridades rusas a principios de este mes al pedir a Moscú la vuelta al sendero de la reforma democrática y acusó a sus líderes de usar el gas y el petróleo como herramientas de "intimidación y chantaje" contra sus vecinos.
Muchos en el Kremlin consideran a Gazprom como un nuevo instrumento para incrementar la influencia geopolítica de Rusia después de la caída de la Unión Soviética en 1991.
Putin ha aumentado el control del Kremlin sobre Gazprom y anima a la compañía a expandirse fuera de Rusia.
Las autoridades de la UE quieren que se rompa el monopolio gasístico de Gazprom y las compañías europeas pretenden el acceso a los oleoductos que Gazprom controla, demandas que el Kremlin rechaza.
La comisaria de Asuntos Exteriores de la UE, Benita Ferrero-Waldner, que se encuentra en Sochi, dijo en una entrevista publicada el jueves que Bruselas no pretendía entablar una lucha con Moscú.
"Sin embargo, a la luz de la creciente demanda de las importaciones (de gas ruso), tiene sentido prestar una estrecha atención a la diversificación de nuestros recursos y rutas de suministro", dijo al diario Rossiiskaya.
Las conversaciones probablemente incluirán también las ambiciones nucleares iraníes y las frías relaciones rusas con sus vecinos del este de Europa.
/Por Guy Faulconbridge y Jeff Mason/
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