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Mi banco me pone los cuernos

21 respuestas
Mi banco me pone los cuernos
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#1

Mi banco me pone los cuernos

Este artículo parece una tontería, pero es una verdad como un templo. Es curioso...

Es usted un cliente muy especial para nosotros, lleva en este banco 15 años y tiene domiciliados con nosotros la nómina y los recibos de la luz, el agua y el teléfono. Para personas como usted tenemos un depósito con una rentabilidad del 3%». "Es usted un cliente muy especial para nosotros, lleva en este banco 15 años y tiene domiciliados con nosotros la nómina y los recibos de la luz, el agua y el teléfono. Para personas como usted tenemos un depósito con una rentabilidad del 3%".

Ganas me dieron de abrazar al director de la sucursal de lo agradecido que estaba. Me había hecho sentir importante y exclusivo, a pesar de lo modesto de mi economía. Salí de la oficina con el pecho henchido y pensando en lo insignificantes que eran el resto de los mortales. Yo, en cambio, pertenecía a un elitista club, el de la banca personal, que se había creado prácticamente a mi me medida, que es lo que me hicieron creer.

Pero cuando llegué a la redacción de EXPANSIÓN se me cayó el mundo encima. Me informaron de que mi hasta entonces adorado banco estaba ofreciendo un 4% de rentabilidad -un 1% más que a mí- a los clientes nuevos procedentes de otra entidad, y que incluso llegaban al 5% si se trataba de cantidades elevadas. ¿Cómo era posible que mi banco me engañara de esa manera cuando una hora antes me habían dicho que yo era un cliente exclusivo?

Al día siguiente volví al banco, por supuesto, a pedir explicaciones, y todo fueron excusas. "Bueno, sí, verá, es que la política de la alta dirección del banco es arrebatar clientes a los competidores". "O sea que si me llevo mi dinero a otro banco y luego vuelvo aquí ustedes me van a ofrecer mejor rentabilidad".

Al final me dieron el 4%, pero imagínense la cara de lelo que se me quedó. Se supone que las compañías deberían mimar a sus clientes más estables, y de hecho dicen en público que les interesan los consumidores fieles, los que son para toda la vida. Sin embargo, les engañan con otros a las primeras de cambio.

Como si de un matrimonio se tratara, nos prometen el oro y el moro, y luego nos ponen los cuernos. Tratan de hacerlo a escondidas y de tapadillo para que no nos convirtamos en esposas despechadas. Pero las infidelidades se pagan tarde o temprano, y al final todos vamos a terminar convirtiéndonos en subasteros que mueven su dinero continuamente de una entidad a otra en busca de la mejor oferta.

Parece que a los únicos que miman es a los consumidores insatisfechos y cabreados que amenazan con pasarse a la competencia.

Pues nada, a partir de ahora hay que levantarse con el pie izquierdo, lanzar unos cuantos improperios sobre el mundo mundial -que no sea a los hijos o a la pareja, que los pobres no tienen culpa ninguna-, y dar unos cuantos gritos, que no servirán para nada, pero relajan un montón. Voy a dejar de ser un cliente chollo para las empresas. Porque yo soy de los que protestan poco, de los que pagan, de los que no se dan de baja de nada, de los que pican en el supermercado con los productos gancho y de los que no regatean.

Pero, cuidado, porque hay que hacerlo con convencimiento. Porque yo me levanté un día decidido, me puse el traje de los cabreos y llamé a Telefónica para quejarme de que cómo era posible que yo llevara años pagando cuarenta euros al mes por la conexión con ADSL, y que la operadora ofreciera este servicio por treinta euros para los nuevos clientes.

Me hablaron de gigabytes, de que yo era exclusivo -al final me lo voy a terminar creyendo-, de que mi ADSL tenía una velocidad superrapidísima, y de que en atención a mí me podían ofrecer Imagenio a muy bajo precio. No me lo podía creer, llamo para rebajar la factura del ADSL y me intentan endosar el servicio de Imagenio. Y lo peor es que la operadora me lo vendió con tanto entusiasmo que estuve a punto de aceptarlo.

La crisis ha llevado a las empresas a lanzarse a una competencia feroz por captar clientes, lo que en principio es muy positivo porque da la oportunidad a los consumidores de conseguir mejores precios. Baste señalar que nunca antes había existido tanta diferencia entre el precio oficial del dinero (1%) y la rentabilidad que están ofreciendo bancos y cajas por el ahorro a plazo (entre el 3 y el 5%). Pero no sólo de precio vive el hombre.

Calidad y servicio son conceptos que deberían formar parte de la cultura empresarial de cualquier compañía. En épocas de vacas flacas todos buscamos mejores precios, pero no creo que a ningún consumidor le guste que le pongan los cuernos.

Enlace: http://www.expansion.com/2010/04/14/opinion/1271273310.html?a=6d9326ce0953647290db36c20d15f3ee&t=1277256098

#2

Re: Mi banco me pone los cuernos

En este artículo se demuestra como todos los bancos tratan mejor al nuevo cliente que al antiguo.
Ellos mismos saben que con esta política de clientes nuevos se hacen bastante daño, porque al igual que los bancos están para ganar dinero, yo como cliente, también estoy para ganar dinero, y me voy al mejor postor, sin lugar a dudas.

La manera de ganar más y que te traten mejor es cambiándote de bancos, y eso en Rankia lo sabemos muy bien.

De Ing a Ibanesto, de Ibanesto a Activobank, de Activobank a Tubancaja, de Tubancaja a Ing y así siempre para ir sacando lo máximo.

PD: Hay que tener claro una cosa, si nosotros no miramos por nuestro dinero el banco tampoco se va a preocupar, así que fuera pereza y todos a cambiarse de banco.

Un saludo

#3

Re: Mi banco me pone los cuernos

ING por ejemplo aplica este comportamiento a la perfección, ofreciendo los mejores productos y rentabilidades al nuevo cliente y dejando de lado al ya actual. Siempre se ha dicho que cuesta 5 veces más conseguir un nuevo cliente que mantener satisfecho al que ya está ganado. Eso los bancos lo aplican a la perfección.

Luego nos llaman subasteros, pero si ellos no se implican con el cliente que no esperen que ocurra lo contrario.

S2

#4

Re: Mi banco me pone los cuernos

Así andamos todos, engañados por nuestros bancos. Y en cuanto a lo de los cuernos pues yo estoy igual, así que no te sientas solo.

Saludos

#5

Re: Mi banco me pone los cuernos

Siendo un promiscuo bancario sacaremos más rendimiento a nuestro dinero que siendo fieles a un banco.

No olvidemos que un banco es un banco, enamorarse de un banco es absurdo, lo mejor es cambiarse cuándo veamos mejores ofertas.

En la actualidad,no tengo ningún banco físico,mis bancos online son fríos y sin rostro, pero cambio mi dinero de cuenta con dos clicks,sin hacer colas o dar explicaciones al comercial de turno.

Saludos.

#6

Re: Mi banco me pone los cuernos

Yo soy como una especie de "zorra bancaria", me voy con el que da más interés y luego lo abandono por otro más jovenzuelo con más TAE.
Un saludo.

#7

Re: Mi banco me pone los cuernos

Y no sólo los bancos, empresas de telefonía, brokers(click trade hace ofertas especiales a nuevos clientes), etc...

¿Para que tratar bien a los que te quieren? Van a seguir queriéndote. Lo mejor es que intenten tratar bien a los peores clientes y contentarlos.

No es culpa del banco, es culpa de la raza humana...

#8

Re: Mi banco me pone los cuernos

¡Qué bueno!