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A ibercaja le quedan dos telediarios
La agonía del simple hecho de necesitar hacer una gestión en ésta caja es ya generalizada.
Simplemente la nueva moda de pedir cita tras la pandemia y ya consolidada para así ahorrar personal y quitar servicios, especialmente los de caja , se convierte en una nueva pesadilla para los clientes veteranos.
Varios teléfonos para pedir cita donde tras largas esperas de más de seis minutos se cuelgan y cuando por fin te dicen algo resulta que no te pueden dar cita y te dan otro teléfono que tras mucha espera tampoco te dan cita porque ese no es el número.
Te dan otro que está en espera pero si marcas 0 te llamarán. Bien, pues dos días esperando y aquí no llama nadie. Vuelvo a llamar ya que en la oficina nunca cogen el teléfono y lo mismo.
Y esto me comunican varios clientes y cada día es peor SOLUCION .Cerrar la cuenta y salir pitando.
Si sólo para hacer una gestión tan simple como pedir hora pasa esto, no quiero ni imaginar frente a otras gestiones necesarias e importantes la que se nos vendrá encima.
En cuanto a las quejas y reclamaciones un robot repetitivo, ni siquiera una persona, te remite a la oficina. Es como si se rieran de los clientes.
Dónde están los supervisores de una Institución que rescatamos con nuestros impuestos?
Simplemente la nueva moda de pedir cita tras la pandemia y ya consolidada para así ahorrar personal y quitar servicios, especialmente los de caja , se convierte en una nueva pesadilla para los clientes veteranos.
Varios teléfonos para pedir cita donde tras largas esperas de más de seis minutos se cuelgan y cuando por fin te dicen algo resulta que no te pueden dar cita y te dan otro teléfono que tras mucha espera tampoco te dan cita porque ese no es el número.
Te dan otro que está en espera pero si marcas 0 te llamarán. Bien, pues dos días esperando y aquí no llama nadie. Vuelvo a llamar ya que en la oficina nunca cogen el teléfono y lo mismo.
Y esto me comunican varios clientes y cada día es peor SOLUCION .Cerrar la cuenta y salir pitando.
Si sólo para hacer una gestión tan simple como pedir hora pasa esto, no quiero ni imaginar frente a otras gestiones necesarias e importantes la que se nos vendrá encima.
En cuanto a las quejas y reclamaciones un robot repetitivo, ni siquiera una persona, te remite a la oficina. Es como si se rieran de los clientes.
Dónde están los supervisores de una Institución que rescatamos con nuestros impuestos?