Hablando de grandes convoyes, y por si alguno piensa ya en las vacaciones, os voy recomendar un sitio a eliminar de vuestra lista de posibles destinos: Nouadhibou, en Mauritania.
Uno de esos lugares dejados de la mano de Dios con dos curiosos records:
1. El tren más largo del mundo, que transporta mineral de hierro hasta una fantasmagórica instalación al sur de la península que se encarga de su procesamiento y salida al mar por barco.
2. El mayor cementerio de barcos del mundo, en la Bahía de Cansado, con más de 300 naufragios y en constante crecimiento gracias a los sobornos que aceptan las autoridades locales a cambio de que los propietarios encallen allí sus cochambrosos barcos para poder cobrar el seguro y/o no tener que afrontar el coste del desguace, un fraude en toda regla.
La península está dividida por la mitad de norte a sur. Al oeste, la brava costa atlántica marroquí, y al este, la tranquila Bahía de la Liebre mauritana. Hay pequeños puestos fronterizos pero ningún control real. Así, se puede ir en todoterreno, sin encontrar un alma en el camino, desde Nouadhibou hasta la excolonia española de La Agüera, en el lado marroquí.
Hay vestigios de antiguo esplendor. En la Bahía de la Estrella, hay unas instalaciones semiabandonadas que eran un centro de descanso para tripulaciones de Air France. Un lugar precioso, con fotografías en las paredes de pescadores orgullosos de sus capturas, familias disfrutando en las transparentes aguas, etc. Hoy se puede comer allí un pulpazo o una lubina a la brasa recién pescada que es de lo más sabroso que he probado.
Pero quitando eso es un lugar para olvidar. La pobreza y la falta de todo lo necesario e imprescindible es patente y una cosa que me llamó muchísimo la atención es que pocas eran las chabolas ¡sin parabólica!
Buen fin de semana a todos.